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El colectivo feminista de Ourense critica el «desamparo» de la justicia tras la fuga del profesor violador

La Marcha Mundial das Mulleres cree que este caso es un ejemplo de «violencia institucional» y de un «fallo» del sistema

Integrantes de la Marcha Mundial das Mulleres de Ourense.

Integrantes de la Marcha Mundial das Mulleres de Ourense. / Roi Cruz

Javier Fraiz

Javier Fraiz

Ourense

«A Marcha Mundial das Mulleres non é un colectivo punitivista, senón que esiximos seguridade para as crianzas, as mulleres e as familias», subraya el colectivo feminista. Varias integrantes y activistas de la asociación comparecieron ante los medios de comunicación para expresar su crítica y denuncia pública tras la fuga del profesor condenado en firme por la violación de una alumna, que era menor de edad cuando sufrió las agresiones sexuales a manos de su docente.

Sentenciado a 13 años y medio de prisión y 21 años de inhabilitación para la enseñanza, se encuentra en búsqueda y captura tras sustraerse de la acción de la justicia al conocer que el Tribunal Supremo había desestimado el recurso de casación, la última instancia para intentar revertir la condena impuesta por la Audiencia Provincial en julio de 2024, y que el Tribunal Superior de Xustiza ratificó en febrero de este año.

«Denunciamos o desamparo institucional cometido por parte da xustiza», expresaba este jueves Antía Pousa, que ejerció de portavoz. La Marcha Mundial das Mulleres de Ourense considera que este caso es una demostración de «violencia institucional». Sobre el profesor violador no pesaba ninguna medida cautelar, ni tras la condena de la Audiencia ni después del revés del TSXG. Ni la Fiscalía ni la acusación particular solicitaron restricciones de su libertad después de esas resoluciones, como la prisión provisional o la obligación de comparecer periódicamente en el juzgado. Con libertad de movimiento, el condenado se aprovechó de ese margen de maniobra para eludir la justicia. Está en paradero desconocido, pero la autoridad está llevando a cabo una serie de gestiones para dar con él y que rinda cuentas. Tiene que entrar en prisión para cumplir la pena por violar a esa alumna.

«Este proceso remóntase a setembro de 2021, foi longo, tedioso, agresivo e hostil cara á vítima, que naquel momento era menor de idade. En ningún momento se contemplou ningunha medida cautelar para protexer a vítima e a outras potenciais vítimas deste agresor, que captou a esta rapaza desde o seu posto de traballo», expone el colectivo feminista.

La Marcha Mundial considera que, tras la sentencia de la Audiencia, su movilización y la de las familias del centro donde ocurrieron los hechos, así como del colegio en el que el acusado quería incorporarse para dar clase a comienzos del pasado curso, consiguió la suspensión cautelar que lo apartó de la docencia. «Neste caso as institucións, tanto a xudicial como a Xunta, estaban sendo cómplices do agresor e facilitando que este depredador volvese delinquir e abusar e agredir a crianzas», dice la portavoz feminista, con dureza. «Creo que desde outros lugares do mundo están mirando cara a Ourense e abraiándose de como o sistema falla unha e outra vez, non só a mulleres senón tamén ás crianzas. É inconcebible que todo o sistema nos fallara, incluído o educativo», lamenta Antía Pousa.

La bandera contra la «violencia institucional» va a ser uno de los «pilares» de la campaña del colectivo feminista ourensano de cara al próximo 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Además, la Marcha Mundial critica el tratamiento mediático de esta agresión sexual. «Tivemos que ler os detalles terribles de como foron esas agresións. É innecesario que para poner o foco nun señor que escapou teñamos que volver ler e asistir a un tratamento terrible por parte da prensa», reflexionan.

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