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A Bola apela a la calma tras la llegada de un exconvicto: «Legalmente es libre»

La alcaldesa, Teresa Barge, reconoce la complejidad de la reinserción en zonas rurales y reclama dotación de medios para los cuarteles de la Guardia Civil «como primer apoyo»

La vivienda del nuevo vecino de San Pedro. |  Iñaki Osorio

La vivienda del nuevo vecino de San Pedro. | Iñaki Osorio

Ourense

La llegada de Antonio Gali Balaguerun septuagenario que cumplió condena por tres asesinatos— a la pequeña aldea de San Pedro, en A Bola, ha supuesto un desafío para las autoridades locales y los vecinos en la convivencia rural y la gestión municipal. Sin embargo, más allá de la alarma inicial y la atención mediática, la alcaldesa, Teresa Barge, lanza un mensaje de «tranquilidad» e insiste en la importancia de un abordaje equilibrado, basado en el respeto a la legalidad, la protección de una comunidad vulnerable y la necesidad de recursos para las fuerzas de seguridad en el medio rural.

La regidora recuerda que, tras cumplir su condena, el vecino tiene derecho legal a residir donde desee. «Es libre desde el punto de vista legal, tras cumplir su condena, así que legalmente puede estar ahí, nada se lo impide», valora Barge, asegurando que desde el Concello confían y respetan los principios de la Justicia y, por tanto, la reinserción. Sin embargo, reconoce que las instituciones carecen de mecanismos claros para intervenir o reubicar a personas en estas circunstancias, especialmente en áreas rurales donde los recursos son limitados y la reinserción social compleja.

La regidora de A Bola, ayer, en rueda de prensa. |  Iñaki Osorio

La regidora de A Bola, ayer, en rueda de prensa. | Iñaki Osorio

La reinserción

«No existe ninguna institución legal que permita sacarlo de aquí», señala Barge, quien destaca que la preocupación municipal se centra en garantizar la seguridad y el bienestar de todos los habitantes, sin vulnerar derechos fundamentales. Por ello, la regidora expone que San Pedro cuenta con apenas quince vecinos estables, «muchos de ellos personas mayores y vulnerables, algunas viviendo solas». Esta demografía incrementa la necesidad de informar y actuar con prudencia para evitar riesgos y generar una convivencia basada en la confianza y la precaución. Un factor en el que hace especial hincapié porque «por carácter vecinal, porque la gente en todos los sitios es mayoritariamente buena, muchas vecinas se ofrecían a subirle la compra, porque tiene problemas de movilidad. Por eso es necesario que estén informadas, para que no se metan a solas en su domicilio, por precaución», asevera.

Con el foco en la reinserción Barge considera que la clave para evitar la reincidencia delictiva, se dificulta en un entorno rural que carece de acceso a formación y oportunidades laborales adecuadas «No nos consta que esté en ningún programa de reinserción, no llamó nunca a servicios sociales y yo no soy experta en la materia, pero para una reinserción adecuada tal vez había que buscar un medio más urbano donde haya esas formaciones y se pueda constatar», dice la alcaldesa porque «hay estudios de universidades y de expertos en la materia donde hablan de que este tipo de delitos, este caso concretamente es uno de los perfiles con una alta probabilidad de incidencia, incluso hablan del 20%».

Con todo, dejó claro que «esto no quiere no quiere decir que lo aíslen. Tengo que decir que el pueblo le han ayudado en varias ocasiones, lo siguen haciendo, están bastante tranquilos, pero no podemos poner en riesgo la vida de una persona mayor y vulnerable que a lo mejor se mete en su domicilio desconociendo esto».

Antonio Gali, durante el juicio celebrado en Ourense

Antonio Gali, durante el juicio celebrado en Ourense / Iñaki Osorio

Guardia Civil

Ante la situación, el Concello ha trabajado en estrecha colaboración con la Guardia Civil para establecer un dispositivo de vigilancia preventiva. Se trata de una presencia disuasoria que permita a los vecinos sentirse seguros, sin que se genere alarma social o se vulnere la privacidad del residente.

En este contexto, la alcaldesa aprovechó para «solicitar y reivindicar» la necesidad de que «se doten a los cuarteles de la Guardia Civil del medio rural» ourensano. «Es fundamental dotar de recursos a las fuerzas de seguridad para que puedan cumplir su función en el medio rural», manifestó para añadir que «es parte de nuestra sociedad y hacen una función, aparte de su deber, de acompañamiento y de seguridad a la ciudadanía que necesitamos. Somos conscientes de que se ha cerrado el cuartel de Lobios y está en fatales condiciones el de O Barco de Valdeorras pedimos que se dote debidamente y que no se cierren los cuarteles que son nuestro primer punto de apoyo», insta.

«No» a las redes sociales

La difusión de este caso ha generado preocupación y rumores en redes sociales, algo que la alcaldesa trata de mitigar con información veraz y diálogo continuo con los vecinos. Por ello apela a la responsabilidad de los medios y la sociedad para no estigmatizar ni alimentar el pánico: «Había comentarios exacerbados en redes, diciendo cosas como que hay más violadores en el concello, o más presidiarios con condenas similares. Rumores falsos, evidente, que he tenido que desmentir», dice intentando «pasar página» del tema para «centrarse en la convivencia de la vida cotidiana» y en los valores que definen a A Bola, que recuerda « es el concello que más creció en porcentaje de población» en el año 2024 gracias a «ser reserva de la biosfera, un espacio muy, muy verde».

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