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El profesor fugado con una condena fime por violar a una alumna en Ourense no tenía ninguna medida cautelar

Está en paradero desconocido y hay una orden de búsqueda y captura

El juicio se celebró en 2024 en la Audiencia Provincial de Ourense.

El juicio se celebró en 2024 en la Audiencia Provincial de Ourense. / INAKI OSORIO

Javier Fraiz

Javier Fraiz

Ourense

Es una incógnita cuál es el paradero actual de un profesor de la provincia de Ourense, de 50 años, que violó de manera continuada, dentro y fuera del colegio, a una alumna que era menor y a la que este agresor sexual, que llegó a someterla a prácticas sádicas, impartió clase de música desde la etapa de Infantil hasta Sexto de Primaria.

Se dio a la fuga cuando supo que el Tribunal Supremo había rechazado el recurso de casación del caso, que abocaba a la firmeza de la sentencia de 13 años de cárcel y 21 y medio de inhabilitación. Se sustrajo de la acción de la justicia antes de que la Audiencia Provincial, el tribunal que juzgó los hechos, tramitase la ejecutoria de la sentencia, cuyo resultado era el ingreso en prisión.

Todo indica que el agresor se aprovechó de la libertad de movimiento que le confería su situación personal. Sobre el acusado no había ninguna medida cautelar restrictiva, tras la condena de la Audiencia Provincial de Ourense, de julio de 2024, que fue confirmada por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) el pasado mes de febrero. En julio se conoció la desestimación del recurso por parte del Tribunal Supremo.

Tras las sentencias desfavorables, ni la Fiscalía ni la acusación particular solicitaron el ingreso en prisión provisional del encausado antes de sentencia firme. Tampoco se instaron otras medidas cautelares alternativas, como la obligación de comparecer en el juzgado de forma periódica, una forma de que los encausados dejen constancia y se reduzca el posible riesgo de fuga. La firmeza de la sentencia dictada por el Tribunal Supremo se decretó el 25 de julio, dice el gabinete de comunicación del Tribunal Superior de Xustiza.

El 15 de septiembre se abrió la ejecutoria de la condena en la Audiencia Provincial de Ourense, un paso que se notificó a las partes entonces. Ese mismo día, y tras una comprobación previa de intento de localización del acusado en su domicilio conocido—la diligencia de averiguación dio resultado negativa—, el tribunal emitió una requisitoria de búsqueda y captura, con una orden de detención e ingreso en prisión para que este profesor condenado en firme por un delito sexual continuado rinda cuentas tras ser sentenciado.

Trece años y medio de cárcel, 20 años y medio de alejamiento y prohibición de comunicación con la víctima, 8 años y medio de libertad vigilada, así como 21 años y medio de inhabilitación para ejercer cualquier profesión u oficio, sea o no retribuido, que conlleve un contacto regular y directo con menores. Más una indemnización a la perjudicada de 30.000 euros. Son los términos de la sentencia de la Audiencia Provincial, ratificada en las dos instancias superiores. Este pasado curso ya no pudo dar clase porque estaba suspendido.

El acusado entabló conversación con la víctima a través de una red social, en la que usaba un alias. Tras ofrecerse como apoyo emocional, le pidió fotografías y vídeos íntimos y de contenido sexual. Después de esa fase inicial, y una vez que él le desveló su identidad, empezaron a verse dentro y fuera del colegio y el acusado cometió los delitos sexuales, incluidas violaciones y prácticas de sadismo. La menor reveló los hechos al comienzo del curso 2021-2022.

La víctima era una menor y él, nacido en 1975, tenía 45 años en el momento de los hechos. Como indicó la Audiencia Provincial en la sentencia, ratificada por el TSXG, «ostentaba una posición de superioridad derivada de la diferencia de edad, de su condición de docente y del ascendente» que ejercía sobre la menor. «Era perfectamente conocedor de la fragilidad emocional de la víctima», indicó la sentencia confirmada.

En el colegio llegó a quedar con ella y a agredirla sexualmente dos veces en el baño de las chicas, una ocasión en el aula de música y otra en el aula de informática. Para citarse fuera del centro, le daba instrucciones, precisándole dónde estaba su coche estacionado para que se metiese en el maletero y, de esta forma, viajase escondida.

En el recurso de apelación, que el TSXG rechazó, los magistrados indicaron que la versión de la víctima fue «sólida» y persistente. El acusado contactó con varias menores, alumnas del mismo colegio, ocultando su identidad con perfil oculto. «Ha sido abrumadora y contundente la abundante prueba testifical», manifestó el TSXG. El profesor debe ir a prisión, pero se ha fugado. La autoridad va tras él.

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