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El filme croata «Sandbag Dam» y «San Simón» triunfan en el OUFF

La gala de clausura de la trigésima edición del festival deja una velada con muchos recuerdos de la represión | El actor y director Daniel Guzmán se lleva la Calpurnia de Honra del festival

Miguel Ángel Delgado recoge el Calpurnia a Mellor Película de la sección Panorama Galicia.

Miguel Ángel Delgado recoge el Calpurnia a Mellor Película de la sección Panorama Galicia. / Roi Cruz

Ourense

«El franquismo convirtió a San Simón en un lugar de muerte, pero sus presos contestaron cantándole a la libertad». La Calpurnia a Mejor Película en la sección Panorama Galicia era el primer galardón que cosechaba el largometraje documental de Miguel Ángel Delgado, pero el manchego, una vez más, no se quiso apropiar de ningún mérito. No lo hizo cuando descubrió la historia de la isla, y antes de siquiera pisarla, procuró y entrevistó hasta debajo de las piedras en busca del rigor histórico sobre lo que allí pasara. Tampoco lo hizo una vez en la Ría de Vigo, donde escuchó con mimo y cariño hasta el último relato de las familias de los allí encarcelados. Y no lo hizo la pasada noche en su discurso de aceptación, en el que le dio tiempo a mencionar hasta el mínimo agente que hizo posible llevar la tragedia del antiguo lazareto a la gran pantalla.

La Calpurnia a San Simón no fue el único momento dedicado a la represión que se vivió ayer en el Auditorio Principal durante la Gala de Clausura del OUFF. De hecho, se podría llegar a decir que fue una temática: ese canto a la libertad que mencionaba Miguel Ángel viajó a través del tiempo para que gran parte de los premiados, de forma más o menos evidente, lo hicieran suyo. Uno de esos mensajeros fue, cómo no, Antón Caeiro. El director autodidacta, y creador del Faiado da Memoria que tanto ayudó a la obra final de San Simón, paradójicamente le ofrecía oposición a su colaborada, pues en la misma sección presentaba a su querida Lola, un documental sobre la adolescente a la Guerra Civil le dejó huérfana de libertad, y que tuvo que salir adelante en la calle con su hermana más pequeña. El relato de la propia niña ahora hecha abuela, y el sutil manejo con el que lo plasmó, hizo a Caeiro merecedor del premio a Mejor Dirección en la sección gallega. Su discurso de aceptación, y el indomable clamor de la ciudad de As Burgas durante su estancia en el estrado es de aquellos con los que ni con un periódico entero se podrían describir sus sensaciones, y que tan sólo sus propias palabras le hacen justicia: «Isto é o berro do silencio. De xente que leva clamando toda a vida e ninguén as escoita. Lola é unha delas, pero como ela hai xente e todas partes, mesmo en Oriente Próximo, onde quen vai levar axudas recibe a mofa dun país. É o momento de usar todas as plataformas que poidamos para facerse escoitar».

Dejando de un lado el recuerdo de la tragedia, pero reteniendo la emoción, la Gala de Clausura del OUFF tuvo también hueco para el humor y la alegría. En una velada no exenta de fallos de realización Lucía Rodríguez y Secun de la Rosa fueron quien de combinar todos los sentimientos que afloraban entre los presentes, y entre bromas con Chat GPT, intentos fallidos de gallego por parte del barcelonés y una buena gestión de los tiempos de discurso, lograron ofrecer una gala más que llevadera, y muy disfrutable en comparación con la de años anteriores. Hubo también hueco para que el director artístico del festival, Óscar Doviso, hiciera balance de su primera edición al frente del OUFF, destacando que «llegamos al final de una semana intensa, un montón de emociones, descubrimientos y encuentros». El Ourense Film Festival es, sobre todo, un viaje compartido, y hoy toca ponerle punto y seguido. «Porque un festival no finaliza realmente: queda en nosotros, en las películas que vimos, en las conversaciones que tuvimos y en la huella que deja en cada espectador y espectadora», comentó.

Secun de la Rosa y Daniel Guzmán se funden en un abrazo antes del Calpurnia de Honra.

Secun de la Rosa y Daniel Guzmán se funden en un abrazo antes del Calpurnia de Honra.

Y hablando de conversaciones, fue una iniciada por Secun de la Rosa la que dio lugar a otro de los grandes momentos del OUFF. Tras un vídeo promocional, el actor y director de teatro apareció ante la cámara entre las butacas, para sorpresa de los televidentes. El motivo fue más que justificado: comenzaba el acto de entrega de la Calpurnia de Honra a Daniel Guzmán, y lo hacía con una entrañable conversación entre dos viejos amigos, de esas de las que disfrutas escuchando desde la otra mesa del restaurante. Pero en vez de una pareja disfrutando de un solomillo, de la Rosa y Guzmán tenían como testigos a un millar de jurados, cineastas y actores que disfrutaban el momento como si fuera suyo. Cuando ya tocó el momento del discurso, Daniel Guzmán no escapó de la fácil conmoción que le caracteriza: «Hoy que vengo aquí, me doy cuenta de que el cine me ha salvado la vida. Hay veces que dan ganas de tirar la toalla, pero esto me da aliento para seguir contando historias y seguir compartiéndolas».

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