Los trabajadores que cuidan las piscinas de Oira, un refugio climático gratuito en Ourense

Operarios como Ramón y José mantienen los vasos de baño y la zona verde en un estado óptimo a diario para el disfrute de miles de personas

«Hay muchas papeleras y contenedores para depositar la basura, pero algunas noches es un desastre cómo queda la zona. Hay personas que no son conscientes de lo que supone poder disfrutar gratis de un espacio como este»

Ramón y José, dos de los trabajadores que cuidan las piscinas y la zona verde de Oira.

Ramón y José, dos de los trabajadores que cuidan las piscinas y la zona verde de Oira. / ROI CRUZ

Javier Fraiz

Javier Fraiz

Ourense

En un enclave en la naturaleza en la ribera del río Miño, las piscinas públicas de Oira son el gran refugio climático de Ourense, una de las ciudades de España que más sufren el calor extremo en verano. En jornadas abrasadoras, los vasos de baño y las franjas de césped y arbolado, que combinan áreas de sombra y de sol, ofrecen un lugar de diversión, descanso y refresco a los ourensanos y a los visitantes. «Son de las mejores piscinas urbanas de España y las únicas gratuitas en una ciudad», valoraba hace unos días el alcalde, Gonzalo Jácome, tras una jornada con gran afluencia mientras el calor apretaba con 40º. El acceso es libre y gratuito, y no es necesario reservar con antelación. Este verano, las piscinas de Oira funcionan en horario continuado, de 11 a 20:45 horas, de lunes a domingo y hasta mediados de septiembre.

Acuden una media de 1.200 a 1.500 usuarios por jornada, además de los niños y jóvenes que van en actividades de conciliación y campamentos. Profesionales como Ramón Belmonte y José Estévez, con trayectorias de décadas en el Consello Municipal de Deportes, se encargan del mantenimiento y trabajan a diario para que los vasos de baño y la hierba luzcan el mejor estado. Hay 10.000 metros cuadrados de zona verde.

«A primera hora, revisamos los vasos de compensación de agua, los niveles de PH y cloro, limpiamos las piscinas y hacemos el mantenimiento de los jardines: corte de césped, retirada de hojas, recogida de basura y limpieza de pasillos, pistas y zonas de paso. También nos encargamos de la zona de ocio con merendero que está en el exterior del recinto cerrado de las piscinas», explican. Un equipo de tres operarios se dedica a estas tareas a diario. Cuentan con el refuerzo de una empresa que realiza la limpieza en la zona más próxima a las aguas de baño.

A las 7 de la mañana se ponen manos a la obra —a contrarreloj, porque a las 11 hay que abrir el recinto al público— en un trabajo «que gratifica bastante», pese a aspectos negativos como la falta de civismo de algunos usuarios. «Hay muchas papeleras y contenedores para depositar la basura, pero algunas noches es un desastre cómo queda la zona. Por desgracia se ensucia bastante. Hay personas que no son conscientes de lo que supone poder disfrutar gratis de un espacio como este».

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