Su vida en una maleta en menos de un minuto

Provivienda organizó una ‘performance’ para concienciar sobre el Día del Refugiado

Una mujer intenta hacer la maleta para huir, en un minuto. |  Roi Cruz

Una mujer intenta hacer la maleta para huir, en un minuto. | Roi Cruz

Antía gallega

Ourense

En un escenario y condiciones muy distintas, el mismo tiempo: un minuto. En ese breve instante, ¿qué escogería para llevarse en una maleta si tiene que huir del país?

Con esta performance en los jardines del Padre Feijóo pretendían los miembros de la organización Provivienda concienciar sobre el Día del Refugiado que se conmemoró este viernes.

Con varios objetos en las escaleras, tales como un pasaporte, juguetes, ropa o incluso fotos familiares, los participantes lo tenían claro. Escogían agua, documentos importantes, algo de ropa y medicinas, Sin embargo, a la gran parte, no les daba tiempo si quiera a cerrar la maleta en caso de que tuvieran que salir corriendo.

«¿Y si te bombardean?», preguntaba una de las voluntarias de la organización. «Además, solo has cogido ropa de verano, pero no sabes qué tiempo va a hacer en el próximo destino al que te toque huir».

La asociación Provivienda cuenta con sedes a lo largo de todo el país para ayudar a fomentar el derecho a la vivienda a través de actividades de sensibilización como esta o tejer redes de apoyo en la comunidad.

«Trabajamos por el derecho a la vivienda pero como también trabajamos con personas migrantes. Entendíamos que hoy era un día para hacer visible esta situación y que la gente pueda ponerse en la piel de los refugiados», explica Agustina López, la coordinadora de Provivienda en Ourense.

Así, se podían ver colgados papeles con forma de mochila en las que los propios refugiados habían escrito lo que ellos se habían llevado. «Pero también hay muchas cosas que les hubiera gustado llevarse y no cabían, cosas simples como unos cascos o los juguetes de sus hijos», comentaba Iago, uno de los voluntarios de la asociación. «¿Y las cosas que no se pueden llevar?, reflexionaba Agustina ante el público, «como la familia, los olores... la vida, en general».

Actualmente, en Ourense cuentan con 52 plazas para dar acogida a refugiados, entre los que se encuentra M.J., que asegura que «son como una familia» y agradece a Provivienda la ayuda para que puedan vivir de una manera digna en la sociedad, no solo para él, «sino para todos».

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