Un estudio elige Ourense, capital del calor, como ciudad piloto para identificar los puntos más tórridos y buscar refugios climáticos

Consellería de Medio Ambiente, UVigo y Concello firmaron ayer el convenio de colaboración para poner marcha este proyecto

Prevén identificar las «islas» urbanas con las temperaturas extremas en verano, para así articular medidas de renaturalización para disminuir sus efectos

Un trabajo previo encargado por el Concello ya situó el centro, A Ponte y puntos de la cuenca del Miño entre las de máximas temperaturas

Manuel Pardo, Ángeles Vázquez, Gonzalo Pérez Jácome, Manuel Reigosa y Paula Uría.

Manuel Pardo, Ángeles Vázquez, Gonzalo Pérez Jácome, Manuel Reigosa y Paula Uría. / Iñaki Osorio

M.J.A.

Ourense

Consellería de Medio Ambiente, Universidad de Vigo y Concello de Ourense firmaron ayer un convenio de colaboración por el cual la ciudad de As Burgas, considerada la «capital del calor» por las extremas temperaturas que alcanza cada verano, es la elegida para realizar un estudio piloto pionero, que se elaborará desde el campus de Ourense de la UVigo, para hacer un mapa de las denominadas «islas de calor», las zonas más tórridas de la ciudad, y articular las medidas para tratar de crear «refugios climáticos» que puedan mejorar la calidad de vida en la urbe. El objetivo es que los preliminares de este trabajo puedan estar ya antes de finales del presente año. El acto de firma de este acuerdo se llevó a cabo ayer en el Concello de Ourense por parte de la conselleira de Medio Ambiente y Cambio Climático de la Xunta, Ángeles Vázquez, el rector de la Universidad de Vigo, Manuel Reigosa, y Gonzalo Pérez Jácome, alcalde de Ourense, que suscribieron este acuerdo de colaboración en un día que, además, volvía alcanzar máximas histórica para este mes del año.

El estudio prevé identificar las islas de calor, entendidas como las localizaciones donde las temperaturas sean extremadamente altas o inusualmente altas en el ayuntamiento. Son lugares que ante fenómenos meteorológicos adversos «sufren de temperaturas extremas, que se habían debido evitar para no sufrir las habituales consecuencias del calor extremones), especialmente en el caso de grupos de población sensibles», mayores, niños o personas con determinadas patologías, según indica en sus objetivos.

También pretende identificar las medidas necesarias «para desarrollar refugios climáticos para la biodiversidad, entendidos como territorios con una relativa estabilidad climática (condiciones ambientales favorables) que permiten que muchas especies encuentren las condiciones requeridas para su supervivencia», explicaba ayer el Concello.

La conselleira de Medio Ambiente indicó que invertirán 110.000 euros a través de este convenio de colaboración con la Universidad de Vigo y el Concello de Ourense con las temperaturas más altas de la ciudad como los más frescos y con arbolado que puedan emplearse en episodios de mucho calor, así como la identificación de medidas necesarias.

Ángeles Vázquez destacó que la Xunta financiará íntegramente los trabajos para la elaboración del mapa de áreas cálidas y frescas, la Universidad de Vigo se encargará de realizarlos y el Concello ofrecerá su colaboración en el desarrollo de las actuaciones.

En esta línea, subrayó que la elección de la ciudad de Ourense para la ejecución de este proyecto piloto se debió a que tiene un clima muy extremo, con veranos muy cálidos, con una orografía peculiar y con características de las áreas urbanas como la presencia de abundante infraestructura gris —calles asfaltadas o edificios de hormigón— que provocan que aumenten aún más las temperaturas y el efecto isla de calor-

La conselleira, que estuvo acompañada además por el delegado territorial de la Xunta en Ourense, Manuel Pardo, y por la directora xeral de Enerxías Renovables e Cambio Climático, Paula Uría, también recordó que los resultados obtenidos en esta acción permitirán validar una metodología y un modelo exportable al resto de concellos gallegos s de más de 20.000 habitantes.

La hoja de ruta

Tras detectar esas «islas de calor», el presente estudio prevé identificar medidas necesarias para desarrollar esos refugios climáticos para la biodiversidad la hoja de ruta del estudio incluye en su «proponer e e identificar los lugares más idóneos para los refugios climáticos para la biodiversidad en particular en el ayuntamiento de Ourense».

Para ello, se hará un dispositivo portable de captura de variables atmosféricas (temperatura y humedad relativa), con capacidad de geolocalización, que pueda hacer un mapa detallado de un ayuntamiento.

También está previsto que el proyecto incluya un estudio y posterior diseño de este proyecto piloto que arranca en el municipio de Ourense, localizando islas de calor; validación asimismo de la metodología y del dispositivo portable de captura, a través del proyecto piloto en la ciudad de Ourense y estudio de la replicabilidad en otros ayuntamientos de Galicia.

Mapa de las zonas con temperaturas más altas en la ciudad, recogidas en el estudio de la firma Pwacs. |  I.O.

Mapa de las zonas con temperaturas más altas en la ciudad, recogidas en el estudio de la firma Pwacs. | I.O.

Un estudio previo detectó que el centro, A Ponte o núcleos de la cuenca del Miño registran las temperaturas más extremas

El alcalde de Ourense recordó ayer durante el anuncio de este nuevo proyecto, que el Concello ya había encargado un trabajo a una firma privada más modesto en coste, 15.000 euros, y que fijaba ya algunas líneas de actuación y mostró su deseo de que este nuevo estudio de Xunta UVigo y Ayuntamiento, sea mejor si cabe o aporte más datos dado su mayor coste.

El trabajo al que se refiere elaborado por la firma Pwacs y presentado en junio de 2024, incluía ya un avance de algunas de esas «islas de calor» de la ciudad, con mapas, como el anexo, que sitúa todo el centro urbano, A Ponte y su entorno, Cudeiro y en especial puntos de la cuenca del Miño como los de máximas temperaturas, estivales. El trabajo hace una larga lista de propuestas de naturalización para mitigar el efecto del calor, con las que preveía mejorar la calidad de vida del 94% de la población del municipio.

El estudio en cuestión ya presentado, incluye incluso el número y tipo de especies arbóreas que se deben de dotar en cada zona, y cuáles son los barrios más necesitados de masa verde, así como el coste final del proyecto de renaturalización de la urbe.

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