Un ensayo con 30 jóvenes demuestra que el agua de As Burgas reduce el acné

El TFG realizado por una alumna de Enfermería de Ourense concluye que un protocolo de 14 lavados de cara con este recurso termal mejora notablemente la sintomatología

Nerea Dorado Fariñas, junto a la fuente termal de As Burgas.

Nerea Dorado Fariñas, junto a la fuente termal de As Burgas. / Iñaki Osorio

Ourense

Bien de Interés Cultural desde 2007, reclamo turístico singular de la ciudad de Ourense y un lugar de peregrinación para personas que buscan en sus aguas tratamiento para diversas dermopatías. Desde hace años, la fuente termal de As Burgas se ha convertido también en fuente de investigación universitaria por sus evidentes propiedades mineromedicinales.

Recientemente, la tesis doctoral de una egresada de la Escuela de Enfermería adscrita al campus de Ourense probó que los baños en la piscina termal reducían el impacto de la fibromialgia en pacientes con esta dolencia y ahora, el Trabajo de Fin de Grado de una alumna del mismo centro ha demostrado que también reduce el acné.

Este trastorno de la piel puede afectar a personas de todas las edades, pero es más común en adolescentes. Se aborda habitualmente con fármacos y cosméticos, aunque no siempre con éxito por eso son muchos los acaban considerando que la lucha contra los granos es una batalla perdida. De hecho, el acné tiene un fuerte impacto psicológico y representa una amenaza para la autoestima de los jóvenes.

«Un recurso natural, público y accesible»

Nerea Dorado Fariñas, alumna de la Escuela Universitaria de Enfermería de Ourense, fue una adolescente con acné que aprovechó la oportunidad que le brindaron sus estudios universitarios para buscar una alternativa natural en su propio entorno: la fuente de As Burgas, un manantial del que brotan aguas silicatadas, fluoradas, litínicas e hipertermales a una temperatura de entre 64 y 68 °C, con un caudal de 300 litros por minuto. «Un recurso natural, público y accesible» en pleno centro urbano de Ourense, recalca la joven investigadora.

El 20 de diciembre de 2024, inmediatamente después de recibir el informe favorable del Comité de ética de la Investigación de Vigo, Pontevedra y Ourense, inició el estudio que demuestra que lavarse la cara con agua termal de As Burgas durante 14 sesiones mejora la sintomatología de este trastorno de la piel.

Desde un punto de vista clínico se observaron beneficios significativos, con una disminución notable de la gravedad del acné y los síntomas asociados, como el prurito, escozor, rubor e inflamación. Desde el punto de vista emocional, la repercusión ha sido «muy satisfactoria». Nerea lo resume en una frase: «Es muy gratificante ver cómo gente que no se atrevía a salir a la calle sin maquillaje, ahora lo hace con seguridad».

El TFG estuvo tutorizado por la docente Reyes Pérez, enfermera y experta en termalismo que también dirigió la tesis doctoral sobre la fibromialgia. La profesora reconoce que los resultados del estudio son «impresionantes» y, de hecho, están pendientes de su publicación en una revista científica.

Un protocolo de 14 lavados

El ensayo se llevó a cabo con una selección de 30 voluntarios de entre 18 y 25 años, la mayoría alumnos de la propia Escuela de Enfermería de Ourense, con problemas de acné, pero que no estaban recibiendo en ese momento ningún tratamiento farmacológico o cosmético. La intervención consistió en un protocolo de 14 lavados de la cara con agua de la fuente termal de As Burgas una vez al día de forma consecutiva o alterna a lo largo de un mes. Los jóvenes debían recogerla en un recipiente de cristal, dejarla enfriar hasta alcanzar la temperatura ambiente y aplicársela en la cara durante uno o dos minutos, para después dejarla secar al aire.

Antes del protocolo, los voluntarios facilitaron fotografías de la zona afectada por el acné y rellenaron dos cuestionario: uno con datos epidemiológicos en el que explican qué tipo de acné presentan y los fármacos y tratamientos cosméticos que utilizan, y otro sobre calidad de vida relacionado con patologías dermatológicas. Finalizado el protocolo, volvieron a cubrir las fichas y presentaron una nueva fotografía que evidencia los resultados de la intervención termal.

Detalle del antes y el después en uno de los participantes.

Detalle del antes y el después en uno de los participantes. / FdV

«En termalismo es importante que el protocolo sea de 14 sesiones porque es a partir de la 14 cuando se empieza a ver claramente la mejoría, y en este caso es abismal», explica Nerea. «Sé que algunos participantes siguen con los lavados porque han descubierto que un recurso natural y público que tenían al lado de casa está siendo eficaz», apunta.

Los beneficios del agua termal de As Burgas son «muchísimos», detalla, pero destaca las propiedades de regeneración de la piel, la cicatrización y la disminución de la inflamación que actúan de forma directa en la queratina y el acné. «Los minerales clave que nos llevan a esto están en las aguas sulfurosas. El selenio tiene una propiedad antioxidante que es protectora frente a los rayos UVA. También el zinc tiene una propiedad antibacteriana contra el Cutibacterium acnes, que es el que provoca la inflamación del folículo piloso sebáceo, desencadenante del acné», detalla.

Avanza que su intención es seguir investigando en esta línea con su tutora: «Este estudio ofrece un enfoque alternativo con mucho interés para el tratamiento de una enfermedad tan prevalente como el acné porque es una opción terapéutica segura, eficaz y con evidencia científica que lo respalda. Las ventajas son muy numerosas, con pocas reacciones adversas en comparación con los métodos tradicionales de cosméticos y fármacos, ideal para pieles sensibles».

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