Acusa a dos vecinos de una «malleira» con una sulfatadora y con una vara

Los acusados, enemistados con él, niegan la agresión: dicen que estaban en otro lugar

El juicio se celebró este martes en el Penal 2 de Ourense. |  FdV

El juicio se celebró este martes en el Penal 2 de Ourense. | FdV

Javier Fraiz

Javier Fraiz

Ourense

El 23 de junio de 2023, cuando tenía 74 años, fue víctima de una presunta agresión de la que acusa a un matrimonio de vecinos, septuagenarios como él, con los que mantiene mala relación y que este martes se sentaron en el banquillo de los acusados, en el Penal Número 2 de Ourense. Según el perjudicado, cuando se encontraban en una parcela, el otro varón reaccionó mal después de que le llamara la atención y lo golpeó en la cabeza con la lanza de una sulfatadora. La mujer presuntamente lo acometió también, con una vara. Sufrió dos heridas inciso contusas en el parietal con un sangrado tras el que requirió su traslado del centro de salud al hospital, porque el septuagenario recibe medicación anticoagulante, lo que favorece la hemorragia. Sufrió «unha boa malleira», declaró el perjudicado.

Los dos encausados, para quienes la Fiscalía pide 19 meses y 15 días de prisión para cada uno, se desvinculan de los hechos. Él asegura que se encontraba segando hierba con el tractor en un prado situado a un kilómetro, mientras que su esposa sostiene que esa mañana estaba en casa, en labores domésticas. Por la tarde, el matrimonio trabajó en una finca lejos del lugar que refiere la víctima, según la declaración de los acusados ayer en el Penal 2. «Enterámonos cando nos chamou a Garda Civil, colleunos de sorpresa. A relación non é moi boa pero nós sempre fomos todo pola lei», afirmó ella.

«Ela co pau mallou en min o que quixo, por todos os lados, acabei aturdido. Houbo un momento que me mareei», dijo el afectado. Recibió dos asistencias. Una primera de urgencia, en la que le diagnosticaron la lesión en la cabeza —la forense descarta que fuese por una caída, al haber dos heridas inciso contusas distintas—, y otra a los tres días. El septuagenario acudió a su médica por los dolores que sentía en la zona costal y lumbar tras los varazos.

La defensa solicita la absolución del matrimonio. El letrado no ve «credibilidad» de la víctima ni «verosimilitud» en su relato, mientras que a la Fiscalía le resulta «raro» que ningún vecino viera a los acusados en el prado en el que afirman que estuvieron. La acusación particular alude a las «contradicciones» de los acusados frente a los «datos objetivos» de los informes médicos que «avalan el discurso sensato y coherente» del afectado. «Só pido que me deixen tranquilo, nada más», dijo él.

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