El juez Esteban Basalo: «Hay una crisis de la autoridad y un claro ataque a la independencia judicial»
Tras dos años y medio en O Carballiño, el ourensano asciende a magistrado y será titular del Social 1 de Lugo: «En la carrera judicial todos los días estás aprendiendo algo nuevo»

Esteban Basalo, en la sala de vistas del juzgado de O Carballiño. / IÑAKI OSORIO

El juez ourensano Esteban Basalo Moreno (Barcelona, 1976) aprobó la oposición en 2019 e ingresó en la carrera superados los 40 años, tras una experiencia previa en el sector privado, en la administración de fincas. En 2021 ejerció como juez de sustitución y refuerzo en Xinzo, tras seis meses de prácticas en Ourense. Su primer destino como titular fue Chantada (Lugo), donde pasó un año. El 30 de enero de 2023 tomó posesión como titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de O Carballiño. Dos años y medio después, el próximo día 27 de junio cesará y pondrá fin a esta etapa, a consecuencia de su reciente ascenso a la categoría de magistrado. Su nuevo destino será el juzgado de lo Social 1 de Lugo. Como establece el Poder Judicial cuando el cambio conlleva el paso a otra jurisdicción, Basalo realizará un curso formativo de adaptación a la nueva especialidad.
«El balance es positivo, en O Carballiño he crecido profesionalmente. La judicial es una carrera en la que tienes que seguir evolucionando en todos los destinos por los que pases. Nunca acabas de aprender del todo. Este ha sido un paso más de crecimiento», valora. «Mi vida profesional previa me dio un punto de partida distinto al de mis compañeros, pero en la carrera judicial todos los días estás aprendiendo algo nuevo», observa.
Cuando ingresó en la profesión, Esteban Basalo, de la 70 promoción de jueces, tenía la meta de llegar a un juzgado de Menores, «pero he descubierto que lo que más me gusta es la instrucción». Con el ascenso a magistrado, «quería dar el paso de ir a un destino de ciudad, y la posibilidad era el Social 1 de Lugo. Aunque tenga más preferencia por la instrucción, no le hago ascos a ninguna jurisdicción. La nueva etapa será un reto más».
En juzgados de competencia mixta, con civil, penal y materias de familia, como sucede en O Carballiño, «es muy importante el orden. Cuanto más organizado seas, más exitosa será la llevanza del juzgado con soltura». La carga de trabajo «depende mucho del partido judicial», señala Basalo.
El juzgado número 1 de O Carballiño no es el órgano competente contra la violencia de género —esa exclusividad recae en el número 2—, de modo que los procedimientos de la jurisdicción penal de la sede que ha dirigido Basalo «dependen de lo que surja en el día a día. Hay estafas telemáticas, como en todos los partidos, y también se ve mucho delito leve de amenazas o de lesiones, además de robos o hurtos», describe el instructor, que ha logrado una productividad del 161% en el primer semestre.

Basalo, durante la entrevista con FARO. / IÑAKI OSORIO
«El gran lastre de la falta de medios en la justicia es el déficit de personal»
El mayor porcentaje de los procedimientos corresponde a la jurisdicción civil, como los asuntos monitorios, un tipo de procedimiento judicial dedicado específicamente a la reclamación de deudas. En el número 1 de O Carballiño, hay unos 700 procedimientos al año en civil, el doble que en penal, pero en esta última jurisdicción se tramitan casos que absorben más tiempo. Así le ha sucedido a Basalo con la compleja instrucción de una presunta trata de seres humanos con fines de explotación sexual de mujeres en el prostíbulo Ninfas de Listanco (Maside), en el que la Guardia Civil liberó a nueve mujeres brasileñas presuntamente retenidas en el club. Esta red fue desarticulada en junio de 2024. La causa instruida por Basalo —él ya no podrá finalizar la fase previa al juicio— mantiene en prisión provisional a los grandes implicados.
«El problema de la falta de medios en la justicia es la carencia de personal. A veces la espera para que la Xunta provea un sustituto puede estar entre tres semanas y cinco meses, con toda la carga que supone tener una mesa vacía durante tanto tiempo», lamenta este juez. «El gran lastre de la falta de medios en la justicia es el déficit de personal, que es la principal herramienta en un trabajo de oficina como este», completa el togado.
Partidario de ir a la huelga: «El nivel de indignación es tremendo»
Basalo es miembro de Foro Judicial Independiente, una de las asociaciones profesionales de jueces y magistrados. El paro de la pasada semana fue secundado por la mayoría de la carrera judicial y fiscal. «El nivel de indignación es tremendo», afirma Basalo.
Su impresión es que vivimos tiempos «en los que hay una especie de crisis de la autoridad. Se ha perdido el respeto al juez, al maestro, a las fuerzas y cuerpos de seguridad. Se suma al claro ataque a la independencia que estamos sufriendo los jueces».
Basalo está «convencido» de que la situación exige ir a la huelga. «La separación de poderes tiene que tener contrapesos, y el mayor es el poder judicial, cuya función es interpretar y aplicar las leyes. Está habiendo un ataque directo. El poder político siempre ha tenido la tendencia a la necesidad de controlar el poder judicial, que es el poder independiente», dice.

El 27 de junio, Esteban Basalo cesará como titular del juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de O Carballiño. / IÑAKI OSORIO
«Enviar a alguien a prisión es una responsabilidad que no desaparece»
Ser juez en una villa le ha aportado relaciones «cercanas» con otros operadores jurídicos y con los ciudadanos. Basalo recuerda en la entrevista el caso de un joven contra el que acordó prisión provisional.
«Tenía un problema de adicción a sustancias y la violencia se le había ido de las manos. No había más remedio que adoptar la medida. La madre del detenido estaba fuera, fui a hablar con ella y le expliqué que iba a dictar prisión. Se echó a llorar, le cogí la mano y le dije: ‘Sé que usted hoy no lo ve así, pero es la mejor decisión que puedo tomar, no solo para proteger al resto de personas sino también a él mismo’», relata el juez. Meses más tarde, el joven «era alguien totalmente distinto». Cuando volvió a ver a la madre, la mujer le dio las gracias por la decisión.
«Enviar a una persona a prisión es una responsabilidad que no desaparece, aunque la primera vez impresiona más», reconoce Basalo. «Es una decisión que no se toma a la ligera, sino que debe adoptarse de un modo bien fundamentado, con la existencia de indicios claros y con razonamientos sobre los riesgos que justifican la prisión provisional, como el de fuga o de reiteración delictiva», resalta. «Da tranquilidad que, después de que las defensas hubieran recurrido los autos de prisión, la Audiencia no me haya revocado una sola de las prisiones adoptadas en Chantada y O Carballiño», destaca.
La adicción a la droga es uno de las cuestiones que incrementan el riesgo de cometer un delito. «No existen justificaciones pero sí una multiplicidad de factores que pueden ser detonantes. La adicción es uno muy repetitivo. Hay personas que experimentan un gran cambio cuando dejan de ser adictas y están en manos de profesionales. Solo con ver la cara de algunos investigados que han dejado ese problema sabes que han cambiado. Es el mejor camino para corregir la vida», expone Basalo.
«La desestructuración familiar también supone otro factor de riesgo. En delitos de violencia de género pesa la existencia de una cultura machista que hace que esos hechos sigan existiendo, a nuestra desgracia», completa.
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