Alquilar los derechos de producción para salvar viñedo

Sería una solución ante la plaga de la «flavescencia dourada»

Viñedos en la provincia. |  FdV

Viñedos en la provincia. | FdV

A.Ferradas

Ourense

La «flavescencia dourada» es una gran amenaza para los viñedos y una solución es arrancar las cepas en fincas abandonadas para evitar que se trasmita a las colindantes que sí están trabajadas y tratadas. Pero esta medida propuesta por la Xunta no está obteniendo la respuesta voluntaria esperada. De hecho, el pasado mes de abril el Concello de Beade publicó un bando invitando y reiterando a tomar esta medida, ya que «en O Ribeiro y en Beade cada vez hay más viñedos abandonados», pero «la gente no responde bien», lamenta su alcalde, Fernando Taboada.

Se les invitó a pasar por el consistorio para informarles del problema y cómo solucionarlo porque «hay que arrancar, o cortar y darle herbicida para que no retoñen», así como para «ver fórmulas para poner en contacto a estos propietarios con productores que siguen interesados en poner en producción estos viñedos, y no perder así la capacidad productiva de Beade y de O Ribeiro». Pero «no vino ninguno, fue un brindis al sol», lamenta el regidor.

Explica que es ilegal comprar y vender derechos de producción, y que este derecho se pierde pasados cuatro años de abandono del viñedo. Pero si no ha pasado aún este plazo, puede alquilarse a otro productor que necesite cupo de producción, y asegura que «hay varios en el pueblo». El que alquila arranca la viña , de esta forma, al primero le sale el arranque gratuito, y al que le alquila le sale gratis ese derecho de producción teniendo solo que asumir el arrancarlo. Comenta Taboada que hubo reunión con colleiteiros, bodegueros y productores de uva para buscar medidas ante la flavescencia y «esa fue la mejor idea de todas las que salieron», ya que «aquí no habría ningún movimiento económico, y no se perderían estos derechos de producción». Lamenta que muchos ya los perdieron, y «se nota, ves monte y árboles dentro de la viña». Confía que aún pueda haber respuesta, «estamos en plazo, pero hay que hacer algo pronto. Lo mejor es arrancar». Asegura que hubo vecinos que fueron responsables y lo hicieron en su día al abandonar las viñas, y quitaron los alambres y postes, pero fueron pocos.

En otro concello de O Ribeiro, Castrelo de Miño, en 2024 considerado zona tapón, su alcalde, Avelino Pazos, señala que hay el problema de que muchos viñedos son de propietarios desconocidos, y de herederos que están en el extranjero. En 2024 se pidió a la Xunta poder actuar en estos casos y salió la normativa que hará el trabajo de arranque y pasará los costes a los propietarios. Pazos dice que la plaga avanza, algunos vecinos arrancaron cepas pero hay mucho viñedo de desconocidos.

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