Diseñan un modelo que anticipa el impacto de un incendio en las vías de comunicación

Investigadores del campus utilizan datos meteorológicos, orográficos y forestales para predecir la evolución del fuego y evitar situaciones de riesgo | El estudio se integra en un proyecto europeo de 4 millones de euros

Representantes de los 15 socios europeos que participan en el proyecto, ayer en la Biblioteca central del campus.

Representantes de los 15 socios europeos que participan en el proyecto, ayer en la Biblioteca central del campus. / Iñaki Osorio

Ourense

Una pandemia, una guerra como la de Ucrania, el bloqueo del canal de Suez en 2021, fenómenos meteorológicos extremos que pueden provocar inundaciones o incendios forestales, incluso un robo de cobre como el que provocó el caos ferroviario en la conexión entre Madrid y Andalucía el pasado 5 de mayo. Son imprevistos que pueden provocar perturbaciones sin precedentes en el transporte y en las redes logísticas internacionales poniendo en riesgo no solo las cadenas de suministro en un mercado globalizado como el actual, sino comprometer entregas de bienes críticos como medicamentos o alimentos. En la búsqueda de modelos digitales que mejoren la reacción y respuesta ante este tipo de imprevistos trabajan desde 2023 investigadores de ocho países, entre ellos, un equipo de la Escuela de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio de Ourense que esta semana ejerce como anfitrión en una reunión de trabajo.

El proyecto se llama Saril y está financiado con cuatro millones de euros, de los que 282.000 corresponden a la Universidad de Vigo, que es socia —junto a otras 14 entidades entre las que hay universidades, centros de investigación y empresas— en esta iniciativa que busca mejorar la sostenibilidad y resiliencia de las redes de infraestructuras y logística de la Unión Europea.

Tras dos años de actividad y dos encuentros presenciales previos en Alemania y Noruega, los implicados se han reunido en Ourense para hacer balance del estado global del proyecto, compartir los trabajos de la fase de simulaciones y trazar el plan de trabajo de la fase final del proyecto (hasta junio de 2026), que consistirá en validar los modelos digitales y herramientas desarrolladas por cada grupo en el resto de regiones. En el caso de la UVigo, el estudio está liderado por Higinio González Jorge, junto con Raquel Ortega y Gonzalo Durán, y otros miembros de la Escuela de Aeronáutica y del Instituto de Físicas y Ciencias Aeroespaciales, Ifcae, con sede en Ourense.

Reunión de trabajo. |  Iñaki Osorio

Reunión de trabajo. / Iñaki Osorio

«El proyecto aborda las disrupciones en vías de transporte, que son esos momentos en los que se corta una carretera o una línea de ferrocarril», explica Higinio González. «Esto puede ocurrir por muchos motivos y un ejemplo próximo es el corte que se produjo hace unos días por los robos de cobre en las líneas de tren; no es algo que se esté tratando en este proyecto, pero que sucedió. Hablamos de cualquier evento que no se puede prever: desde temas relacionados con la seguridad, como esos robos, o con la meteorología y que afectan a las vías de comunicación como la caída de un árbol, el derrumbe de un talud, una nevada, una tormenta intensa o un incendio forestal que se mueve hacia una vía de comunicación», detalla.

Predicciones combinando datos

Ante las muy variadas situaciones que se pueden dar, cada socio ha desarrollado modelos que puedan ser de utilidad. En el caso ourensano, el grupo se ha centrado en las incidencias climáticas, especialmente los incendios forestales y cómo estos pueden impactar en las vías de comunicación. Para ello, explica Higinio González, han trabajado con información geoespacial que procede principalmente de satélites de observación y de sensores ‘in situ’, como las estaciones meteorológicas. El tratamiento de estos datos combinado con indicadores de la masa forestal y la predicción climatológica «nos permite predecir y ver cómo va a avanzar un incendio forestal dependiendo de la orografía, de si hay poblaciones o no, cortafuegos o el tipo de vegetación, porque no es lo mismo que esté vigorosa y verde, que seca», detalla el investigador. Con todo esto, añade, «construimos un modelo digital que, conociendo orografía, meteorología y tipo de vegetación, nos indica hacia donde se va a desplazar ese incendio y si va a afectar a una vía de comunicación. De esta manera, podemos adelantarnos al posible cierre de esa carretera o vía de ferrocarril» y evitar tragedias como la ocurrida en 2017 en Portugal, cuando un voraz incendio cercó una carretera y atrapó entre las llamas a numerosos vehículos que quedaron calcinados.

De hecho, este modelo tiene una aplicación directa en la gestión de riesgos y emergencias. «Lo que haces es adelantarte al riesgo para evitar situaciones como la que ocurrió en Portugal en . Si el riesgo es elevado, cortas la carretera. Lo que permite este modelo es que seas tú el que controle la disrupción ante eventos como, por ejemplo, una dana, para evitar que la ciudadanía esté en la zona de peligro», describe González Jorge.

A-1, A-52 y vías ferroviarias

El estudio ourensano está enfocado en las perturbaciones que se puedan producir ante un evento climático extremo y, en particular, un incendio forestal durante una ola de calor. Así, los investigadores se han centrado en un escenario que incluye el norte de Portugal y Galicia, concretamente, las autovías A-1 y la A-52 entre Porriño y la Meseta por Ourense. «Estudiamos ese eje de carreteras y las vías ferroviarias que hay en el entorno, porque también son importantes para el transporte de mercancías», explica Higinio González. El modelo digital incluye variables como la abundancia de eucaliptos en la zona de Portugal y Pontevedra que puede ser «más problemática» porque se propaga más rápido o la posibilidad de fuegos de copa.

El modelo es transferible, por ejemplo, a las administraciones titulares de las vías para controlar la correcta ejecución del mantenimiento y fajas de protección.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents