Era un simulacro: confinan a los vecinos en un ensayo sobre cómo atajar dos incendios graves
En diez años en la provincia de Ourense hubo que activar la ‘situación 2’ de emergencia en 38 operativos de extinción de fuegos forestales

Responsables en el centro de coordinación. | Roi Cruz

Quedan menos de dos meses para el comienzo de la campaña de riesgo alto de incendios forestales y las administraciones ensayan la estrategia de respuesta idónea para abordar la situaciones más complejas, cuando el avance del fuego pone en riesgo vidas y propiedades. Evitar el caos y mejorar la capacidad de reacción y coordinación son las prioridades ante una emergencia así. Ourense, el territorio más afectado de Galicia por las llamas —en la última década la provincia sufrió 6.618 incendios que calcinaron 102.421,16 hectáreas, el 55% de la superficie quemada en Galicia—, registró este miércoles un simulacro sobre dos incendios simultáneos en zonas limítrofes de Ourense y Pereiro de Aguiar. El ejercicio incluyó un ensayo de confinamiento en las zonas de Naves —foco del primer fuego—y Canibelos, epicentro del segundo incendio simulado, que también afectó —solo sobre el papel— a Tibiás y Sabadelle.
El operativo, coordinado entre la Xunta y la Subdelegación del Gobierno, pretende mejorar los procedimientos y la coordinación entre los grupos operativos, de distintas administraciones, que intervienen durante una extinción. El simulacro, en el que podían participar los vecinos, se extendió de 11 a 13 horas, el periodo en el que se recreó la activación de una situación 2 por incendio forestal, el estado de emergencia que requiere medidas de protección y socorro para proteger a la población y evitar daños graves. En la última década hubo que activar este nivel en 38 incendios en la provincia de Ourense. Los peores años fueron 2016 e 2017, con diez casos en cada ejercicio.
Combinando los avisos por megafonía con llamadas puerta a puerta, los agentes de Guardia Civil, Policía Nacional, Policía Autonómica y Policía Local, que participaron en el entrenamiento de este miércoles, transmitieron una comunicación a los vecinos para que se confinasen en sus viviendas. En esta tarea colaboraron voluntarios de Protección Civil. Además de esta medida de confinamiento, la Guardia Civil de Tráfico cortó la carretera entre Tibiás y Mende, mientras que la Policía Local controló los accesos.
Estuvieron los directores xerales de Emerxencias y de Defensa do Monte, el delegado territorial de la Xunta y el subdelegado del Gobierno. Se establecieron un centro de coordinación y un puesto de mando avanzado. Intervinieron diez técnicos y agentes forestales, cuatro brigadas, la Unidad de Investigación de Incendios Forestais (UIFO) y cuatro motobombas, así como el GES de Pereiro y bomberos de Ourense y del polígono de San Cibrao. En apoyo logístico y de seguridad, agentes de las fuerzas de seguridad del Estado y Protección Civil de Ourense, Barbadás y Pereiro.
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