Una nueva condena por estafa para un hombre que decía que era socio de una clínica dental

Hizo creer a dos mujeres, hermanas, que era socio de una clínica dental de Ourense y que podría facilitarles tratamientos odontológicos subvencionados, a cambio de una entrega de dinero. Él se encargaría de los trámites y gestiones. Las estafó, concluye la magistrada del Penal 1 de Ourense. Creó una «falsa imagen» de sí mismo y armó un «elaborado ardid» para conseguir el engaño, incluye la sentencia. La autoridad impone al varón 2 años de cárcel más el pago de una indemnización de 30.535 euros para una de las perjudicadas y de 2.105 para otra. Se trata de la segunda condena por un delito continuado de estafa que recae en lo que va de año en el acusado, F. A. I. P., al que la Audiencia impuso, el pasado febrero, 3 años de prisión por engañar a un matrimonio, con el que forjó una amistad para conseguir que le entregasen 42.310 euros. Las dos sentencias no son firmes, ambas están recurridas.

A finales de diciembre de 2020, el acusado contactó con la víctima principal en una cafetería. Fue ganándose su confianza hasta entablar una amistad e incluso una relación sentimental, según la mujer (el acusado lo negó en el juicio). La magistrada considera probado que el hombre le hizo creer que era socio en una clínica dental de Ourense, situación que le permitía acceder a supuestas subvenciones para arreglos bucodentales, previa entrega por parte de la perjudicada de distintas cantidades de dinero. La perjudicada la dio 3.490 euros, con el objetivo de tramitar arreglos dentales para ella, su hija y su yerno, «una cantidad a la que el acusado no le dio el fin prometido, pero que incorporó a su patrimonio de manera definitiva», ve acreditado la titular del Penal 1.

La declaración de la mujer ha sido «persistente y verosímil» y, además, «se ve corroborada por otros elementos probatorios, que respaldan objetivamente la versión»

Después de estos hechos, el acusado logró convencer a la misma víctima, «mediante distintos engaños», para que le entregara, desde febrero a marzo de 2021, un total de 26.550 euros más. La víctima tenía el «convencimiento absoluto» —comparte la magistrada— de que el acusado utilizaría el dinero para lo que había prometido, desde la puesta en marcha en sociedad de una cafetería —la denunciante llegó a pedir un préstamo bancario—, hasta la adquisición de bonos de Hacienda, un local embargado que albergaría una clínica dental en Santiago de Compostela, un alquiler de un piso en Ourense, o un negocio para un amigo. La togada cree que la perjudicada desconocía que el acusado solo pretendía quedarse el dinero. La declaración de la mujer ha sido «persistente y verosímil» y, además, «se ve corroborada por otros elementos probatorios, que respaldan objetivamente la versión».

«Me lo creí todo, nunca desconfié de él»

Con el mismo proceder —concluye la jueza— obró con la hermana de la primera víctima, que también resultó perjudicada. A ella le dijo, igualmente, que era socio de una clínica dental y que, previo pago de 1.840 euros, la mujer conseguiría una subvención para poder hacerse arreglos dentales. La perjudicada le entregó esas cantidades en efectivo a partir de los últimos días de diciembre de 2020. Además, el acusado logró que esta segunda víctima le diese 265 euros en enero de 2021, tras decirle él que el destino del dinero sería el alquiler de un piso que él se encargaría de buscar. Pero tampoco era cierto.

En cambio, la magistrada no ve pruebas para concluir que el hombre estafó también a una prima de la principal víctima que aseguró haberle remitido 640 euros.

Una expareja del acusado contó a la víctima principal de este caso que a ella también la había engañado haciéndose pasar por dentista. Hay otra causa penal abierta por eso. «Me lo creí todo, nunca desconfié de él», declaró en el juicio del Penal 1 la perjudicada principal. El encausado, condenado en 2021 en Lugo por estafa, culpó a su ex de actuar por venganza tras la ruptura e influir en las denunciantes. Él dijo que no recibió dinero alguno de las perjudicadas. En cambio, la magistrada cree que la declaración de la testigo «es otro elemento más que corrobora el modus operandi desplegado por el acusado».

El presunto estafador, que estuvo en Proyecto Hombre por adicción al alcohol y al juego, tiene un trastorno de la personalidad pero no las capacidades afectadas. La jueza rechaza aplicar atenuantes, como pretendía la defensa.

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