Los congeladores de la plaza resistieron la falta de energía pero el marisco vivo murió

Problemas de transporte de mercancía redujeron el aporte de pescado y algún puesto no pudo abrir este martes o lo hizo con menos variedad de la habitual

Dos clientes en una pescadería de la plaza, este martes. |  I. Osorio

Dos clientes en una pescadería de la plaza, este martes. | I. Osorio

Javier Fraiz

Javier Fraiz

Ourense

El lunes, una jornada marcada en la historia reciente de España por el masivo apagón que afectó al país, fue un día menos problemático de lo que podría en la plaza de abastos de Ourense. Como cada lunes, no había pescado fresco a la venta y, a la hora a la que se registró la caída de la energía, ya se habían registrado muchas ventas con anterioridad. «No había exceso de mercancía y los congelados, que eran los que más nos preocupaba, aguantaron perfectamente tras haber cerrado todos los arcones, porque están preparados para aguantar 24 horas. Como la luz volvió a las 6:20 de la mañana de este martes, no hubo ningún tipo de incidente. Tuvimos problema con el marisco vivo. Se perdieron algunos bogavantes por la desconexión de los acuarios», relata el gerente del mercado de comerciantes locales de la ciudad, Alberto González.

«Notamos bastante afluencia a partir de las doce y media, tras la falta de luz, con mucha gente que vino a hacer compras de última hora», indica el responsable. Entre el pago en efectivo y a través de los dispositivos TPV, inalámbricos y con tarjeta de conexión de datos, no hubo problemas para los cobros. «Además, aquí conocemos a muchos clientes, que son habituales», añade el gerente sobre esa opción de poder fiar. A partir de las 14 horas del lunes, los comerciantes se enfocaron en cómo dejar cerrados los puestos para evitar incidentes, puesto que las persianas con mecanizados eléctricos no se podían cerrar.

Tras la apertura y la recuperación de la luz a las 6:20 del martes, los comerciantes verificaron el funcionamiento de los sistemas y constataron que había problemas de transporte de mercancía desde la costa. «Algún pescadero ni siquiera vino hoy porque no fue capaz de aprovisionar. Es un día más flojo en cuanto a pescado», explicaba Alberto González.

Julio Manuel Da Costa se dedica a la venta de congelados. «Los congeladores están preparados para soportar 24 horas así que aguantaron bien. Dentro de lo malo, contentos», valoraba. Sus proveedores no pudieron entregarle mercancía este martes.

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