Madrugada de incertidumbre a oscuras en Ourense
La caída de teléfonos dificultó la respuesta pero la colaboración entre policías e instituciones y el refuerzo de efectivos de seguridad atajó incidencias como la necesidad de combustible para garantizar el suministro en instalaciones críticas como geriáticos y PAC

Una patrulla de la Policía Local controla la seguridad en las proximidades de la Plaza Mayor de Ourense. | Brais Lorenzo / EFE

«Durante los primeros momentos de la noche había incertidumbre por las dificultades para mantener la comunicación, pero entre el apoyo de los radioaficionados de la red Remer, activada en la Subdelegación del Gobierno, y la gran colaboración entre las diferentes instituciones, con la Guardia Civil, Policía Nacional, Policía Autonómica y Policía Local actuando como correos humanos, la noche se saldó sin incidencias destacables de seguridad ciudadana», valoraba este martes por la mañana, todavía sin haber pegado ojo, el subdelegado del Gobierno en Ourense, Eladio Santos, que también pone en valor la labor del servicio de Protección Civil. El suministro empezó a regresar a la provincia entre las 3 y las 4 de la madrugada, después de 15 horas sin luz salvo algún restablecimiento puntual a primera hora de la tarde en puntos como el distrito norte de la ciudad. En algunos concellos como Trives la luz aún faltaba a media mañana.

La calle del Paseo, la principal vía de Ourense, casi a oscuras al caer la noche. | Brais Lorenzo / EFE
En la capital se reforzó la presencia de agentes en la calle, con más de 15 patrullas entre los efectivos de la comisaría y de la Policía Local. «Más noche que nunca, e incomunicados, trabajamos para garantizar la seguridad y los servicios básicos y hacer frente a las incidencias», resumía en sus redes sociales el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, con un vídeo de la ciudad a oscuras desde un coche patrulla. «El primer agradecimiento, a la ciudadanía, por su ejemplar comportamiento», añadió el regidor. «La noche fue muy tranquila. Quitando algún grupo aislado, el comentario general es que todo el mundo se quedó en casa, la gente se comportó muy bien y la ciudad estaba completamente vacía. Fue una noche sin apenas incidencias», expresó Jácome después, en un comunicado del Concello.

Una ourensana mira su móvil durante el apagón. | Brais Lorenzo / EFE
En la sede provincial de la administración general del Estado se constituyó un comité —también se sumó el delegado de la Xunta en Ourense, Manuel Pardo—, que permaneció reunido para estar pendiente de las necesidades que pudieran surgir durante las horas nocturnas en el territorio ourensano mientras el apagón continuaba. Las fuerzas de seguridad del Estado se encargaron de garantizar el suministro de combustible a geriátricos y centros de salud de urgencias que necesitaban gasóleo para garantizar que los grupos electrógenos que daban luz siguiesen en funcionamiento. Se ayudó a los PAC de Trives y Celanova, así como una residencia de Cualedro.

La calle a oscuras. / BRAIS LORENZO / EFE
El apagón dejó estampas inauditas al caer la noche. En la ciudad todo se quedó a oscuras salvo excepciones como la central hidroeléctrica de Velle y el complejo hospitalario, donde la actividad continuó gracias a su generador. Las luces de los vehículos y los móviles y las linternas de los peatones rompían la oscuridad a ratos. Desde la calle se distinguían contadas ventanas de domicilios en los que, con velas o dispositivos con batería, alguna luz tenue resistía a la noche.

La central hidroeléctrica de Velle. / BRAIS LORENZO / EFE
El doble de policías locales
El alcalde presidió un gabinete de crisis en coordinación con distintos servicios municipales y las otras administraciones. Participaron los mandos de la Policía Local, los bomberos y Protección Civil. Los servicios municipales de seguridad reforzaron su despliegue. La Policía Local dobló el número de efectivos, incorporando 8 agentes más en la jornada de noche: un total de 18 recorrieron la ciudad. Bomberos contó con dos mandos, 14 bomberos, un técnico y un administración, y el servicio de Protección Civil tuvo veinte efectivos.

Vista general de la ciudad a oscuras. / BRAIS LORENZO / EFE

En toda situación hay personas que se adaptan con humor. / BRAIS LORENZO / EFE
Personal adscrito a la Alcaldía acudió a gasolineras de Ourense para garantizar el aprovisionamiento de combustible para los servicios públicos. El Concello destaca que se bloquearon 14.000 litros de gasóleo para nutrir al complejo hospitalario, residencias, centros de menores, el servicio de abastecimiento de agua y a edificios municipales básicos como las sedes de la Policía Local y los bomberos. El transporte urbano de autobús operó con normalidad hasta última hora de la noche y desde primera hora del martes, también los taxis.
Este martes por la mañana, Jácome agradecía el desempeño de los funcionarios locales y los voluntarios que colaboraron en los distintos servicios. «No hubo ninguna carencia ni falta de personal», dice el regidor, que permaneció en contacto con otros organismos de manera física y el walkie-talkie.
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