Acompaño-te, la mano tendida en una provincia que suma ya 20.000 mayores que viven solos

Fundación Dorzán firmó ayer un convenio con Cáritas por el que aporta 20.000 euros a esta entidad diocesana para apoyar sus programas para personas mayores de 60 años en situación vulnerable o con soledad no deseada

J. Ramón Álvarez y María Tabarés, tras firmar el acuerdo. |  R. Cruz  | ROI CRUZ

J. Ramón Álvarez y María Tabarés, tras firmar el acuerdo. | R. Cruz | ROI CRUZ

Ourense

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la provincia de Ourense tiene casi 49.000 hogares en los que viven una sola persona de los cuales más de 20.000 son población mayor, hombres y mujeres con edades por encima de los 60 años que en muchos casos carecen de un núcleo familiar que los apoye, casos de soledad no deseada. A menudo son personas de avanzada edad «que no cuentan con familia que se ocupe de su estado, los acompañe al médico, hagan un seguimiento de su medicación», explica María Tabarés, directora de Cáritas Ourense, una entidad diocesana que cuenta con una red de apoyo para mayores en situación vulnerable que es «la mano tendida» y ofrece desde pisos con alquileres sociales hasta seguimiento y acompañamiento activo. «Queremos ser ese hijo mayor que no los deja solos», explica.

Clase de gimnasia ayer, en el centro A Bufarda de Cáritas con actividades para mayores. | Roi Cruz | ROI CRUZ

Clase de gimnasia ayer, en el centro A Bufarda de Cáritas con actividades para mayores. | Roi Cruz | ROI CRUZ

María Tabarés hacía esta reflexión tras la firma, ayer, de un convenio con Juan Ramón Álvarez Blanco por el que la Fundación Dorzán que él preside aporta una partida de 20.000 euros a Cáritas Ourense, que le permitirá llegar a 50 personas mayores de 60 años más, perceptoras de pensiones contributivas o no contributivas, sin apoyo de redes sociofamiliares y con ingresos por debajo del límite del riesgo de pobreza.

Acompaño-te, la red de ayuda en la provincia que suma ya 20.000 mayores que viven solos  | ROI CRUZ

Ana Hilda, ayer en una de las actividades del programa para mayores de Cáritas en A Burfarda / Roi Cruz

«Hay que devolverle al menos una parte, a aquellos que lo han dado todo por la sociedad», explicó María Tabarés. El programa Acompaño-te con el que colabora también Fundación Dorzán, permite además retrasar la institucionalización de muchos de esos mayores, que pueden seguir viviendo en sus casas pero con seguimiento personalizado.

Acompaño-te, la red de ayuda en la provincia que suma ya 20.000 mayores que viven solos

Ibis, una de las usuarias del programa de mayores de Cáritas / Roi Cruz

Juan Ramón Álvarez aseguró que «esta ayuda seguirá años, es una obligación que tenemos con los mayores y máxime con estas personas que lo pasan mal en esta etapa de su vida. Es nuestra misión como fundación que los mayores sean felices».

Acompaño-te, la red de ayuda en la provincia que suma ya 20.000 mayores que viven solos

Elena Á. Mondelo, técnica de Cáritas y del proyeto de A Burfarda / Roi Cruz

El programa para mayores de 60 años «incluye desde un edificio residencial con pisos de alquiler social para que personas que aún son válidas puedan seguir viviendo solas, y también en un centro de ocio que muchos usuarios perciben como su cuarto de estar, pero con actividades para un envejecimiento activo, tanto para los que viven en los pisos sociales anexos, como para mayores que viven con su familia», indica la directora de Cáritas. «Nos dimos cuenta de que no valía solo con atender a estas personas, acompañarlas al médico, controlar su medicación, sino que había que ofrecerles puntos de encuentro», agrega.

En las viviendas sociales de Rafael Dieste, donde está ese centro multidisciplinar, «tenemos 22 viviendas con alquileres sociales para personas en régimen residencial», explican

A Bufarda, un lugar de luz

A Bufarda es el nombre que se da en gallego a ese hueco abierto en un muro que permite ver la luz y es el nombre de ese centro del que habla María Tabarés, y en el que ayer casi una veintena de mayores realizaban su clase de gimnasia. Muchos viven con familia, hijos o esposas, pero este es un punto de encuentro que va más allá de la gimnasia y los talleres.

Entre los asistentes, un gran número de mujeres, muchas de Colombia, República Dominicana, Cuba o Venezuela. Según Elena Álvarez, una de las técnicas de Cáritas, que trabaja también en A Bufarda, «esa mayor presencia de personas mayores de otros países se debe a que han llegando aquí con una edad y, aunque no vengan solos, no tienen al principio una red de apoyo familiar o de amigos como la que había en su país».

Al darles un lugar de encuentro, «algunas amistades que se hacen aquí continúan fuera, y ahora que viene el buen tiempo van a tomar un café y comparten sus experiencias. A veces mejora hasta su aspecto cuando pasan de esa soledad no elegida a participar en los innumerables talleres que hacemos».

Contorno Mayor es otro de los programas de Cáritas para ayudar en el envejecimiento activo que están en situación de soledad o conviviendo con personas que se detectan a través de las delegaciones parroquiales de la entidad.

En Cáritas todos los programas están conectados como un engranaje para detectar necesidades, explica Elena Mondelo. Marta, una de las jóvenes que hacen prácticas y acompañaba ayer a los mayores en su clase de gimnasia en A Bufarda, explica que «al estar conectados todos los programas, en cuanto en uno de ellos se detecta una necesidad de ese mayor se desvía a otro programa, se deriva a otros. Aquí nadie está solo».

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