La feria en festivo conquista a vecinos y turistas

Por primera vez Ourense celebró una de sus tres ferias mensuales en un día festivo y no en uno cualquiera, sino en Jueves Santo. Una medida que se adoptó por primera vez ya que cuando estas citas coinciden en un día de descanso habitualmente se trasladan al siguiente día hábil, sin embargo, esta semana el Concello de Ourense daba esta concesión especial permitiendo el tradicional mercadillo en la riberas del Barbaña, con los puestos ambulantes de venta, y la feria gastronómica en el Campo da Feira.

Allí los comensales no fallaron, aprovecharon el festivo para reencontrarse con los sabores tradicionales con protagonismo para el pulpo, aunque tampoco faltaron las costillas ni la carne ó caldeiro.

La principal diferencia que encontraron en los puestos fue la llegada de turistas que, de otro modo, tendrían que esperar a que las ferias se realizasen en fin de semana. «Hay vecinos que no se pierden ninguna feria y ya les hemos servido, pero hoy nos encontramos sobre todo mucha gente de fuera, ya no solo de Ourense, sino de toda Galicia», comentaba Estrella Cid, que regenta uno de los puestos que se colocan en la feria gastronómica, donde calculaba que antes de las 13.30 horas ya había atendido a «alrededor de 450 personas».

«La verdad es que no nos podemos quejar, está funcionando bien, pero no hay ninguna diferencia en cuanto a las peticiones de comida porque sea Semana Santa, la gente come carne igual que en otra feria», afirmaba.

En su fila, esperando turno para ser atendidos, estaban Sara e Isidro, un matrimonio que reside en Bilbao y aprovechó las festividades para regresar a Ourense, de donde ella es originaria. «Yo llevo viniendo a esta feria desde que era niña, porque mi familia es ourensana, a él lo traje desde que nos casamos, hace ya cuarenta años», cuenta Sara adelantando que a causa del clima «nos llevamos la comida a casa, pero en verano si que no dejamos escapar la oportunidad de comer aquí»; «nos gusta mucho», añade su marido.

Más años llevan acudiendo a la feria Manuel y Manuela, un matrimonio de ourensanos que a sus 89 años presumen de «llevar 64 juntos» y acudiendo a la feria «todos, desde siempre», «menos cuando me abrieron hace unos meses», apunta él mientras que ella aclara que se refiere a que «tuvo una operación». En su menú no falta la «carne ó caldeiro y más que comería si pudiese», dice Manuel.

En otra mesa hay otra pareja que se acercó al recinto para hacer algo distinto en fecha festiva «nos gusta el pulpo, somos de Ourense, y aún nunca habíamos venido, así que nos animamos hoy que no se trabajaba», cuenta Andrés, quien acompañado de Eva disfrutaba de «una primera vez que seguro que repetimos».

Desde Vigo llegaron Loli Blanco y Miguel Gómez, para ambos es una cita ineludible del calendario, «venimos cuando cuadra domingo, pero esta vez hemos tenido suerte y se hacía en festivo», comenta ella ante un plato de costillas frente al que aclara, «la vigilia se hace mañana» —por hoy—.