De las aulas del campus de Ourense al mercado

Seis proyectos de estudiantes universitarios fueron seleccionados en una nueva edición de los Premios Incuvi de la UVigo, que ofrecen apoyo a sus ideas de negocio | Los equipos de estudiantes recibirán tutoría y formación durante seis meses, y las iniciativas más avanzadas, una ayuda económica

Universitarios responsables de varios proyectos seleccionados en los Premios Incuvi.

Universitarios responsables de varios proyectos seleccionados en los Premios Incuvi.

Ourense

Una comercializadora de electricidad renovable y competitiva en costes, drones que transportan mercancía ligera a zonas poco accesibles o formación especializada en los ámbitos sociosanitario, socioeducativo y de tiempo libre. Son tres ideas de negocio que han nacido en las aulas del campus de Ourense y que tendrán apoyo de la Universidad de Vigo para iniciar su andadura. A ellas se suman a otras tres que ya se encuentran en una fase más avanzada y que también recibirán este impulso para acelerar su llegada al mercado. Son iniciativas que tiene que ver con la tecnología 3D y la realidad virtual, la protección de la firma digital o la comercialización de una bebida energética natural y gallega.

Las seis propuestas han ganado alguno de los Premios Incuvi que concede la UVigo en varias modalidades para fomentar la innovación, la competitividad y el emprendimiento entre los estudiantes y recién titulados. En total, se concedieron ayudas a 14 iniciativas y seis surgieron en las aulas del campus de Ourense. En la modalidad Emprende, dirigida a proyectos que se encuentran en su fase inicial, los tres equipos seleccionados recibirán formación y tutorización durante un período de preincubación de seis meses.

Xistra

En la Escuela de Ingeniería Aeroespacial y del Espacio nace Xistra, una idea de Óscar Hermida, Pablo Magariños, Adrián Ferreira y Alejandro Sanz, estudiantes de Ingeniería Aeroespacial, que han pensado en crear una infraestructura que permita operar de manera autónoma con drones orientados inicialmente al transporte de mercancía ligera a zonas poco accesibles. Una idea que nace para dar respuesta a los desafíos logísticos en la España vaciada y un rural cada vez más envejecido.

El equipo está formado por ingenieros aeroespaciales formados en el campus de Ourense, pero de diferentes promociones. Pablo Magariños cursa un máster en Matemática Industrial y es investigador de la UVigo; Alejandro Sanz trabaja en Mercedes-AMG Petronas F1 Team; Óscar Hermida ha emprendido con diferentes empresas y actualmente lidera la gestión del plan de empresa del equipo de UVigo Motorsport, y Adrián Ferreiro es ingeniero térmico en Sener y trabaja en proyectos para la Agencia Espacial Europea, ESA.

La combinación de todo este talento es Xistra, que pretende ofrecer una solución integral Drone-As-A-Service, basada en una red de drones autónomos gestionados por un software propio. Esta plataforma, explica Magariños, «permite a empresas, comercios y particulares externalizar sus entregas y realizar otras tareas de forma automatizada, gracias al uso de agentes de Inteligencia Artificial avanzados, similares a los empleados por los agentes robóticos de Google o los nuevos modelos razonadores de OpenAI».

Pablo Magariños forma parte del proyecto Xistra.

Pablo Magariños forma parte del proyecto Xistra. / IÑAKI OSORIO

El proyecto se encuentra en fase de validación y definición y, avanza, «las primeras encuestas de mercado confirman la necesidad del servicio». Actualmente, el equipo está preparando ya el desarrollo del producto mínimo viable, que integrará drones e infraestructura digital. La idea, concreta Magariños, «es que los comercios puedan usarlo para sus propios repartos, pero también las empresas de paquetería. Se trata de que puedan ser propietarios del servicio, descentralizando las entregas».

El objetivo del grupo es iniciar pruebas piloto en menos de un año y cerrar acuerdos con comercios y empresas, ofreciendo una plataforma «simple, eficiente y autónoma», explica.

Sen Cancelas

Del programa de doctorado en «Gestión y resolución de conflictos. Menores, familia y justicia terapéutica» surge Sen Cancelas: especialistas en inclusión, un proyecto que busca ofrecer formaciones especializadas en los ámbitos sociosanitario, socioeducativo y de ocio y tiempo libre. Sus promotores son Breogán Riobóo, profesor interino en la Facultad de Educación y doctor especializado en la promoción de la vida independiente de las personas con discapacidad, y Jessica Martín Serra, terapeuta ocupacional y especialista en educación, ocio, deporte y artes escénicas.

El hecho de combinar diferentes formaciones, explica Riobóo, «es lo que nos configura como un grupo muy interdisciplinar: magisterio, terapia ocupacional, enfermería, trabajo social o interpretación de lengua de signos, entre otras. Esto nos permite tener una perspectiva integral de las necesidades de apoyo y de accesibilidad universal en la atención a la diversidad desde un enfoque de derechos humanos y teniendo presentes grandes acuerdos internacionales como la Agenda 2030 y la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad».

El proyecto irá incorporando a otros profesionales especializados en diferentes ámbitos ya que, en el debate y conversaciones que el equipo mantiene habitualmente, han constatado la existencia de necesidades formativas en profesionales de diferentes ámbitos, además de «falta de asesoramiento y acompañamiento en el diseño y puesta en práctica de protocolos, estrategias y procedimientos inclusivos en entidades e instituciones públicas y privadas, o resistencias a la implementación de prácticas y actuaciones inclusivas por el miedo a los costes elevados que puedan generar», explica Riobóo.

Breogán Riobóo es uno de los creadores de Sen Cancelas.

Breogán Riobóo es uno de los creadores de Sen Cancelas. / IÑAKI OSORIO

«Frente a esto, queremos formar, asesorar y acompañar a quién lo precise poniendo a su disposición herramientas y recursos para la inclusión y la sensibilización ‘Sen Cancelas’, abriendo puertas a una sociedad más inclusiva, igualitaria y justa socialmente». Así, el proyecto se dirige a personas, entidades, empresas e instituciones públicas y privadas interesadas en mejorar sus prácticas.

«Actualmente ya impartimos formaciones y participamos en proyectos de investigación relacionados con la inclusión de las personas con discapacidad. El siguiente paso es acabar de definir el proyecto y comenzar a explotar las sinergias de este grupo interdisciplinar de amistades que configuramos».

Apep Energys

Isaías Gil, estudiante del doble grado de ADE e Ingeniería Informática, recibirá este apoyo para desarrollar Apep Energys, una comercializadora de suministro eléctrico fiable, renovable y competitivo en costes, que combinaría energía solar local con electricidad comprada al por mayor.

Para los proyectos que se encuentran ya en un nivel más avanzado está la modalidad Incuvi Avanza, que además de formación y mentorización, incluye una ayuda económica de 1.000 euros para hacer frente a gastos de prototipación o demo del producto o servicio. En esta categoría se seleccionaron otros tres proyectos ourensanos.

CertyChain

Uno de ellos es CertyChain, impulsado por Sara Chao, Alejandro Rial, Diego Stephan Jeandon y Manuel Mateo Delgado-Gambino. La propuesta nació en la Escuela Superior de Ingeniería Informática y consiste en una aplicación web para firma digital de documentos, apoyada en Blockchain, que busca proteger el contenido del documento y a los usuarios firmantes, para evitar falsificaciones.

«Hemos visto que es muy fácil falsificar firmas o incluso modificar los documentos ya firmados, y que hay firmas que pierden validez», explica Sara Chao. De hecho, la idea parte de un caso real que le ocurrió a uno de sus amigos al que le falsificaron el contrato de trabajo para modificar las condiciones. «Hicieron una reimpresión sobre las horas extra y él no encontraba su copia», detalla. Se dieron cuenta de que había más casos como este y que las alteraciones o falsificaciones se producían tanto en el formato tradicional como en el digital. «Nos pusimos a investigar para tratar de solventar esto y llegamos a la solución con la que trabajamos ahora aplicando nuestros conocimientos técnicos».

Sara Chao y Alejandro Rial son parte del equipo de CertyChain.

Sara Chao y Alejandro Rial son parte del equipo de CertyChain. / IÑAKI OSORIO

La plataforma web que han diseñado, explica Sara, «permite firmar digitalmente y comprobar si la firma es válida o si el documento ha sido alterado a posteriori. Además, integramos la tecnología Blockchain para almacenar y proteger esta información, aprovechando la seguridad, transparencia y fiabilidad que esta tecnología aporta para proporcionárselo a nuestros clientes y que, a su vez, ellos se la puedan aportar a los suyos».

Actualmente, el equipo está finalizando el desarrollo del PMV y preparando la salida a mercado. «Nuestro objetivo a futuro es que la plataforma crezca de forma constante y sólida, manteniendo siempre el foco en lo que realmente importa: ofrecer una herramienta útil, segura y fácil de usar para firmar documentos digitalmente». Para ello, ya cuentan con la tecnología Blockchain integrada, «y uno de nuestros principales propósitos es justamente acercar esta tecnología a las personas, mostrándola no como algo complejo o lejano, sino como una solución accesible, confiable y con múltiples aplicaciones prácticas».

Krealt

También en Ingeniería Informática surge la propuesta Krealt, un proyecto de Luca Riego, Paulo Sánchez y Pablo Dorrío, que apuesta por la digitalización de tecnologías 3D y realidad virtual aplicada para mejorar la experiencia del usuario en las compras ‘online’. «Imagina que vas a un restaurante. Ves la carta, pero te das cuenta de que no hay ninguna foto, y no te suena ninguno de los platos. Con nuestra herramienta, puedes ver el plato en 3D antes de pedirlo», detalla Luca exponiendo un ejemplo de la aplicación de su proyecto que, añade, «es útil también para otros sectores, como el ocio o el mobiliario, ya que puedes ver cualquier mueble en 3D antes de ir a la tienda, en escala 1:1».

Precisamente, la idea de negocio surgió en un restaurante en el que la carta no ofrecía explicación gráfica de los menús sugeridos. “Pensamos que sería una muy buena idea poder ver los platos en tres dimensiones antes de pedirlos y nos pusimos a diseñarlo”. Así nació un proyecto que consiste, detalla Luca, “en la digitalización de catálogos con tecnologías AR, permitiendo que los usuarios puedan ver cualquier objeto con su smartphone como si lo tuviesen delante”.

Pablo Dorrío, Paulo Sánchez y Luca Riego, creadores de Krealt.

Pablo Dorrío, Paulo Sánchez y Luca Riego, creadores de Krealt. / FDV

Hasta la fecha han aprendido cómo abordar todas las partes del proceso, desde escanear los productos para poder visualizarlos posteriormente, a diseñar la infraestructura informática para mantener todos estos servicios. También ha presentado el proyecto en eventos como la feria Pont-UP Store, en septiembre de 2024, en la que recibieron el premio al mejor proyecto tecnológico.

TOLA

Paula Barciela Álvarez y Ana Pérez Vázquez son personal docente e investigador de la Universidad de Vigo y están desarrollando sus tesis doctorales en temáticas distintas. Su propuesta se llama TOLA y es una bebida energética premium que pretende «revolucionar el mercado con una alternativa natural, funcional y sostenible». Una opción «saludable», añaden, en un sector «dominado por productos con formulaciones poco equilibradas».

El objetivo es prototipar una bebida energética que integre ingredientes naturales de alta calidad, garantizando un equilibrio entre eficacia, bienestar y sostenibilidad. La fórmula que han diseñado incorpora extracto de café verde, «una fuente de cafeína de liberación controlada que optimiza el rendimiento sin generar picos de estimulación ni efectos adversos», detallan.

Apuestan también por la valorización del lactosuero, «un subproducto lácteo abundante en nuestra región, con un perfil nutricional excepcional, rico en vitaminas, minerales y aminoácidos esenciales». Su incorporación, además, «no solo enriquece el producto, sino que también impulsa una economía circular, minimizando el desperdicio agroalimentario y promoviendo la sostenibilidad del sector».

Ana Pérez y Paula Barciela, impulsan la bebida TOLA.

Ana Pérez y Paula Barciela impulsan la bebida TOLA. / ALBA VILLAR

Asimismo, el producto que proponen prioriza el uso de zumos de frutas de origen local, fomentando el comercio de proximidad y garantizando un producto sin azúcares añadidos ni aditivos artificiales. «Hemos desarrollado dos perfiles sensoriales diferenciados: cítrico, que equilibra la acidez refrescante del limón con la calidez especiada del jengibre, ideal para quienes buscan un sabor audaz y vibrante; y silvestre, una armoniosa fusión del dulzor de la manzana e higos con el amargor sutil de los frutos rojos, perfecta para quienes disfrutan de combinaciones complejas y sofisticadas».

El proyecto se encuentra en la fase de prototipado y validación del producto, lo que supone numerosas pruebas y optimizaciones «con el objetivo de perfeccionar cada detalle y garantizar que la solución final cumpla con los más altos estándares de calidad en todos sus aspectos», concluyen.

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