El difícil rescate que salvó a una mujer mayor: «Estaba entre la maleza, cansada y con hipotermia»

La octogenaria se extravió tras salir a pasear y pasó horas sola en una zona rocosa de Pereiro de Aguiar | Los rescatadores portearon a la señora en camilla durante un kilómetro: «Nos daba las gracias continuamente»

Así fue el complejo rescate de una mujer mayor en Pereiro de Aguiar

GC

Javier Fraiz

Javier Fraiz

Ourense

La llamaban por su nombre y, guiándose por su voz al responder, estrecharon el cerco hasta dar con ella. Estaba atrapada en la maleza, en una zona rocosa y de difícil acceso de Tibiás (Pereiro de Aguiar). La mujer, de 81 años, fue localizada a las 3.47 de la madrugada del miércoles al jueves y rescatada en una camilla de porteo durante un trayecto de un kilómetro hasta que la subieron a una ambulancia del 061, que la trasladó al hospital de Ourense para un examen completo. El rescate finalizó quince minutos antes de las 6. Sufría heridas leves en una pierna y estaba desorientada, cansada y con síntomas de hipotermia.

En el operativo colaboraron familiares y varios servicios de emergencias: dos agentes del GREIM, el grupo especializado en montaña del instituto armado, cuatro agentes de seguridad ciudadana, así como técnicos sanitarios del 061 y efectivos del GES de Pereiro de Aguiar. La mujer, una vecina de Sabadelle, salió a pasear probablemente por la tarde, se extravió y estuvo varias horas sola y perdida en una localización montañosa de difícil acceso. A las once de la noche, al no haber noticias sobre su paradero, porque no estaba en el domicilio, se puso en marcha un operativo de búsqueda. No llevaba móvil ni dispositivo GPS.

El lugar en el que fue encontrada «es una zona de monte con maleza abundante y cerrada, con el inconveniente añadido de que también hay desniveles y rocas de unos dos o tres metros de altura. La señora debió de perderse y, al intentar luchar contra la maleza, se metió aún más», describe Justo Alemparte, uno de los dos guardias del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) de Trives, el único de estas características que la Guardia Civil tiene en Galicia, un equipo que está especializado en los rescates en lugares difíciles, desde cumbres a cuevas.

Parte final del rescate, cerca de la ambulancia.

Parte final del rescate, cerca de la ambulancia. / GC

Un rescate contrarreloj por el riesgo de la hipotermia

«Nos movimos con premura y no perdimos ni un minuto, planificando sobre el terreno y sobre la marcha, para ejecutar la maniobra lo más rápidamente posible, para evitar que la posible hipotermia o la deshidratación se complicasen», explica Justo.

Porque para localizar a la mujer resultó de gran ayuda que continuase consciente. «Entre los familiares y los guardias de seguridad ciudadana la fueron llamando por su nombre y escuchando sus respuestas. Así se fue acotando la zona. A pesar del cansancio que tenía y a la hipotermia, por suerte no se había quedado dormida», indica Alemparte.

Una imagen de un técnico sanitario que define el esfuerzo que realizaron los profesionales de emergencias durante la ruta de rescate.

Una imagen de un técnico sanitario que define el esfuerzo que realizaron los profesionales de emergencias durante la ruta de rescate. / GC

«Poder sacar a una persona de un problema grave es la mayor satisfacción, el premio número uno»

«A medida que más tiempo pasa más se complica la salud. Poder sacar a una persona de un problema grave es la mayor satisfacción, el premio número uno». Durante la madrugada del miércoles al jueves, en la zona donde se extravió la octogenaría hacía frío: la temperatura llegó a bajar a 3 grados.

«Estaba muy desgastada, cansada probablemente por la hipotermia y con un golpe en una pierna del que se quejaba. En la camilla la trasladamos en bloque», dice el agente. Ese medio de transporte en emergencias, que requiere del esfuerzo de los rescatadores, con relevos para dosificar la energía, permite el paso por zonas abruptas. Tras abrir espacio entre la vegetación y definir el plan de rescate y traslado más factible, los profesionales de emergencias llevaron a la octogenaria a la ambulancia por una ruta complicada, rocosa y desnivelada.

Momento en el que los rescatadores introducen a la mujer mayor en la ambulancia.

Momento en el que los rescatadores introducen a la mujer mayor en la ambulancia. / GC

El «alivio» de la familia

Para realizar el traslado de forma segura y evitar un percance los profesionales se fueron dando el relevo y colaborando en la maniobra. En las zonas escarpadas, dos efectivos se adelantaban para ayudar a aupar la camilla, mientras el resto la desplazaba poco a poco. El éxito que logró el operativo se hizo evidente con los gestos de «alivio» de los familiares y las palabras de la octogenaria. «Nos daba las gracias continuamente. Estaba cansada pero más tranquila».

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