Una línea de bus trasladará pacientes derivados al centro de salud de O Couto

El Sergas tiene previsto derribar el centro de salud Novoa Santos, ubicado en calle Juan XXIII, para construir otro moderno modelo sanitario en el mismo solar, den comienzo este mes de septiembre, lo que obligará a derivar el 50% de sus pacientes —es decir unos 9.000— para recibir atención en los años que duren las obras, en el centro de salud del barrio ante la preocupación generada entre los usuarios del centro a derribar, algunos de avanzada edad, para desplazarse hasta un ambulatorio en un barrio alejado de sus casas, el director asistencial del área sanitaria de Ourense, Verín y O Barco de Valdeorras, Eloy Sánchez Hernández, y el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, así como Noa Rouco, edil de Saúde, se reunieron para abordar la puesta en marcha de una línea de bus que una el centro de la ciudad con O Couto y facilite el traslado de esos pacientes del centro a demoler.

Ese bus empieza este año

El alcalde informó al directivo sanitario de que el Ayuntamiento ha previsto activar este mismo año las nuevas líneas del servicio de autobuses urbanos y que el nuevo diseño dará respuesta a esta necesidad, garantizando el desplazamiento adecuado a las personas que lo necesiten.

En la nota del Concello de Ourense sobre la nueva línea de bus, afirman que el Sergas tiene previsto iniciar en septiembre las obras del centro de salud Novoa Santos. Sin embargo ,ayer desde el Servicio Galego de Saúde indicaron que «la visita de Eloy Sánchez al Concello de Ourense, responde al tema de mejorar el transporte público al centro de salud de O Couto. En ningún caso hay cierre temporal del Novoa Santos, ni fecha de traslado ni de obras». Ante la preocupación de los vecinos y usuarios del Novoa Santos insisten en que «se sigue trabajando con los servicios y usuarios en la mejor solución funcional y asistencial. Aún no hay ningún traslado ni fecha cerrada».

Drogodependencias

En la reunión, gobierno municipal y director del área sanitaria analizaron también la situación de la Unidad Asistencial de Drogodependencia. En la actualidad, la Consellería de Sanidade y la Federación Gallega de Municipios y Provincias mantienen negociaciones en relación a las unidades de toda Galicia.

En el caso de esa Unidad Asistencial de Drogopendencias de Ourense, se trata de una unidad de gestión compartida, ya que se encuentra en el Complejo Hospitalario de Ourense, dependiente de la Xunta de Galicia, y es atendida por personal del Ayuntamiento.

Fegamp y Xunta valoran actualmente opciones como la posible externalización de este tipo de unidades o su emplazamiento fuera de los complejos hospitalarios. Por ahora no se llegó a un acuerdo. Según explicó el Ayuntamiento, valoran la posibilidad de realizar pequeños cambios en las instalaciones actuales.

Preocupación entre los usuarios, pues creen que las obras podrían durar más de cinco años

Mientras las administraciones públicas anuncian el plan final de derivación de consultas y pacientes de forma eventual al centro de especialidades, Santa María Nai y al ambulatorio de O Couto, usuarios del Novoa Santos emitían ayer un comunicado, mostrando su preocupación por los posibles cambios de médicos y ubicación para los 19.000 pacientes que ahora tienen su cartilla en ese centro muchas, personas mayores.Afirman que se habla ya del derribo, pero no hay fecha para adjudicar la obra del nuevo centro, por lo que creen que esa derivación de pacientes puede durar más de cinco años dado que la obra es compleja.Ven el plan de traslados previsto por el Sergas «una injusticia hacia los pacientes que vivimos en diferentes puntos de esta ciudad y que nos vemos obligados a elegir entre nuestro profesional sanitario habitual, o bien un centro próximo, y eso, cuando hablamos de enfermedades, es además una crueldad».Alertan de la posible saturación de los centros a los que son derivados, de la lejanía y falta de parking de otros como el centro de O Couto, y se preguntan por qué no se estudiaron otras alternativas en lugar de optar por un futuro centro «que tiene de todo menos espacio para la salud amistosa con las personas de la ciudad», indica un portavoz de los usuarios del centro de salud Novoa Santos.