Descubren en Amoeiro 19 ovejas y cabras famélicas y los cadáveres en descomposición de otras tres

Solo se alimentaban de los escasos hierbajos que generaba la finca | Investigado el propietario del ganado por dos presuntos delitos de abandono y maltrato animal

Un agente del Seprona de Ourense examina restos de animales muertos en la finca.

Un agente del Seprona de Ourense examina restos de animales muertos en la finca. / GC

Javier Fraiz

Javier Fraiz

Ourense

Estaban famélicas y desnutridas porque no tenían más alimento que los escasos hierbajos que crecían en una finca de Amoeiro, donde agentes del Seprona de la Guardia Civil de Ourense y veterinarios del servicio de ganadería de la Consellería do Medio Rural encontraron a 19 ovejas y cabras en situación de abandono. El instituto armado levantó un atestado para investigar al propietario del ganado por dos presuntos delitos de abandono y maltrato animal. Las diligencias fueron entregadas al juzgado de guardia de Ourense. Además, se tramitaron denuncias administrativas, por presuntas irregularidades en materia de sanidad animal. Las infracciones fueron comunicadas a Medio Rural de la Xunta de Galicia.

En el contexto de la operación Marcou, llevada a cabo por el Seprona para verificar el cumplimiento de la normativa vigente en relación con la seguridad de la cadena agroalimentaria y el bienestar de los animales, especialmente los criados para la producción de alimentos, los agentes descubrieron el caso de presunto abandono de las ovejas y cabras de Amoeiro. Un vecino de Ourense está investigado por estos hechos.

En las inspecciones realizadas por la Guardia Civil y personal veterinario de la Xunta se descubrió la situación de desnutrición de los animales, que solo tenían hierbajos para comer. El agua proporcionada a las cabras y ovejas era facilitada por el dueño de la parcela, no por el propietario de los animales ahora investigado.

Sospechas de que hubo más muertes

Las autoridades se encontraron en la finca los cadáveres de dos ovejas y un cabrito, en estado de descomposición. Además, restos de lana amontonada en distintos puntos de la parcela. Son indicios para la Guardia Civil de "la posible mortandad de otros animales ovinos".

El cobertizo del que disponía el ganado para resguardarse de la lluvia y el frío tenía un tamaño reducido y, según el instituto armado, "carecía de las condiciones mínimas higiénico-sanitarias, de iluminación y ventilación adecuada".

El Seprona instó a la persona responsable a la retirada de los animales en mal estado. Después de ese paso, la Guardia Civil comprobó que, en la actualidad, tanto los animales como las instalaciones habilitadas para su resguardo se encuentran en condiciones adecuadas.

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