Más de 43 años en la carrera judicial

La magistrada con el mayor escalafón de Galicia, la primera jueza que ejerció en Vigo, se acerca a la jubilación

Ángela Domínguez-Viguera, presidenta en funciones de la Audiencia de Ourense, se retirará en noviembre: «Esta profesión es muy bonita; tratas el lado humano de las personas e intentas solucionar sus problemas»

La magistrada Ángela Domínguez-Viguera, en el estrado de la Audiencia Provincial de Ourense.

La magistrada Ángela Domínguez-Viguera, en el estrado de la Audiencia Provincial de Ourense. / ROI CRUZ

Javier Fraiz

Javier Fraiz

Ourense

Con más de 43 años de trayectoria en la carrera judicial —38 y medio en el escalafón de magistrada—, la producción de sentencias de Ángela Irene Domínguez-Viguera Fernández ocuparía pilas kilométricas. «En noviembre me jubilo y el balance es muy positivo. Ha sido un privilegio ejercer esta carrera, he sido muy feliz», resume la magistrada, pionera en la justicia en Galicia, hija y nieta de jueces, un legado de tres generaciones que ha perpetuado con satisfacción.

En 1980 se convirtió en la primera mujer jueza en Vigo, en su primer destino. En la actualidad, según los últimos datos del Consejo General del Poder Judicial —publicados en abril de 2024 en el BOE—, es la mujer magistrada con el mayor escalafón de la justicia en Galicia. A nivel nacional figura en el puesto 84, por rango y antigüedad, entre un total de 4.964 profesionales en España, a los que se suman 58 del Tribunal Supremo y, en un escalafón inferior de la carrera, 666 jueces.

Desde los años noventa, Ángela Domínguez-Viguera es magistrada de la Audiencia Provincial de Ourense. Preside la Sección Primera, de competencia civil, y en los últimos meses ejerce el cargo en funciones de presidenta de la institución. Se trata de una tarea provisional, desde la renuncia de Antonio Piña —con nuevo destino en la Audiencia Nacional— y hasta que se resuelva la elección del nuevo presidente de la Audiencia de Ourense, un cargo al que se han postulado Luis Doval, Leonardo Álvarez y Ana del Carmen Blanco.

Sé que voy a echar de menos hacer sentencias, trabajar, concentrarme en un caso

«Esta es una profesión que te absorbe. Te quita de tu vida personal y familiar, pero también te engancha. Es una carrera muy bonita e interesante, porque tratas el lado humano de la gente e intentas dar una solución a sus problemas más personales. La justicia es ser justos, es dar a cada uno lo suyo, con arreglo a derecho y apoyándote en las leyes y la jurisprudencia. Es un trabajo muy interesante. Sé que voy a echar de menos hacer sentencias, trabajar, concentrarme en un caso», expresa Domínguez-Viguera. «Me dedicaré a mis plantas, a la jardinería y a leer novelas», sonríe. «Intentaré seguir activa mentalmente y al día de las cuestiones jurídicas», completa.

En 1980 hizo historia al convertirse en la primera mujer jueza que ejerció en Vigo. De su primer destino en un juzgado de distrito en la ciudad olívica pasó a un órgano de Primera Instancia e Instrucción en Corcubión (A Coruña). Tras ascender a magistrada, fue destinada a Barcelona, donde estuvo dos años. De regreso a Galicia, a finales de los ochenta tomó posesión en el juzgado mixto 2 de Ourense. Años después ascendió a la Audiencia Provincial, donde ejerce desde mediada la década de los noventa.

No sufrió un trato diferente por llegar como mujer a un sistema que, en sus inicios en la carrera, estaba muy masculinizado. «Para nada», asegura. «Los compañeros me recibieron estupendamente, me ayudaron muchísimo. Era una novata y me apoyaron, me enseñaron mucho y aprendí de varios de ellos. Tuve una muy buena acogida, guardo muy buen recuerdo de la etapa de Vigo», destaca. «Cuando eres seria en tu trabajo, intentas hacerlo bien y las respuestas que das en las sentencias son fundamentadas, te respetan seas hombre o mujer», añade.

Domínguez-Viguera, en su mesa de trabajo, en su despacho de la Audiencia Provincial.

Domínguez-Viguera, en su mesa de trabajo, en su despacho de la Audiencia Provincial. / ROI CRUZ

La conciliación, «nada fácil»

En la actualidad, seis de cada diez jueces y magistrados en Galicia son mujeres. «Es bueno y justo que la mujer acceda con igualdad de oportunidades a esta profesión, como a cualquier otra. De cara al ciudadano, que es el destinatario de nuestro trabajo, en términos de calidad de la justicia yo no distingo entre un hombre y una mujer, sino en preparación, dedicación, esfuerzo y estudio», incide Ángela.

En los últimos años ha habido mejoras en materia de licencias y permisos para compaginar el trabajo con la vida personal y familiar. No obstante, un estudio reciente del Consejo General del Poder Judicial refleja que la sobrecarga de trabajo y las dificultades para conciliar son los obstáculos que más frenan el ascenso de las mujeres juezas y magistradas en la carrera.

«Esos avances reglamentarios están bien, pero creo que el problema es cultural y de educación. Está muy enraizado que parece que es la mujer la que tiene que asumir el cuidado de los hijos pequeños o de los padres mayores», reflexiona Domínguez-Viguera.

«El apoyo de la familia es muy importante para esta profesión, porque exige mucha dedicación y sacrificio», añade. El equilibrio es complicado. «Nunca fue sencillo conciliar, no es nada fácil. Me volqué en el trabajo porque me lo exigía y pensaba que el ciudadano no tenía por qué pagar las consecuencias de mi situación personal».

La jurisprudencia te orienta y te marca el camino. La experiencia te aporta un poso jurídico que ayuda a interpretar la ley y las nuevas normas que van apareciendo, que debes conocer y estudiar

Domínguez-Viguera ve fundamental que aumenten las plazas de jueces y magistrados en España, y hace una comparativa: «En Alemania hay 19.000 y aquí somos 5.700». La experimentada magistrada habla con pasión de su oficio: «Es un trabajo muy técnico, en el que, aparte de los conocimientos jurídicos, el sentido común es fundamental», subraya.

«La jurisprudencia te orienta y te marca el camino. La experiencia te aporta un poso jurídico que ayuda a interpretar la ley y las nuevas normas que van apareciendo, que debes conocer y estudiar». La preparación, por tanto, ha de ser continua, porque «cada caso tiene matices».

La función judicial no ha cambiado; es satisfacer el sentimiento de justicia que está en el ser humano

El método y el estudio no le cuestan, pero Ángela Domínguez-Viguera admite que trabajar con el expediente digital, sí. «Es una dificultad, porque estoy acostumbrada a la lectura en papel, a subrayar, me resulta más fácil el estudio», indica. «Por lo demás, la función judicial no ha cambiado; es satisfacer el sentimiento de justicia que está en el ser humano», resalta.

Experta civilista, la togada destaca el carácter «más profundo y filosófico» de esta rama del derecho, en la que «utilizas más la lógica y el raciocinio», valora. «En penal tienes que acudir más a la fotografía de los hechos probados para aplicar el Código Penal, la ley y el derecho, mientras que en civil utilizas más la lógica, la filosofía y los silogismos», aprecia.

La magistrada, en la sala de vistas de la Audiencia Provincial de Ourense.

La magistrada, en la sala de vistas de la Audiencia Provincial de Ourense. / ROI CRUZ

En la recta final de su carrera, pero con una vocación que aún late con fuerza, la mujer y magistrada con el mayor escalafón de Galicia, una pionera, se detiene un segundo a pensar qué consejos daría ella a los jóvenes jueces y juezas que inician la labor: «Que se dediquen a esta profesión de una manera digna, con dedicación, estudio y con cariño. Les dará muchísimas satisfacciones, a pesar de que es muy sacrificada. La satisfacción del deber cumplido compensa».

Las mujeres son amplia mayoría entre los jueces y magistrados de Ourense: 32 de 40

El número de mujeres juezas y magistradas con destino en Galicia supera al de los hombres. Representan el 61,2%, según datos del Consejo General del Poder Judicial de 2023. En la provincia de Ourense, la mayoría de togados al cargo de juzgados son mujeres. En la Audiencia Provincial ejercen ocho magistradas y dos hombres. En este tribunal, en la Sección Civil todas las magistradas actuales son mujeres.

En el partido judicial de Ourense, cuya sede se encuentra en el nuevo edificio de O Couto, también hay mayoría femenina entre los magistrados: 14 mujeres y 5 hombres en la actualidad.

En el resto de los juzgados de la provincia de Ourense, la proporción es aún mayor. Hay 10 mujeres en los órganos judiciales unipersonales de las comarcas y un solo hombre (en un juzgado de O Carballiño).

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