Murales contra el feísmo que inspiran igualdad

Al hilo de la celebración del 8-M, el Instituto de la Igualdad difundió una serie de recomendaciones realizadas por mujeres de obras o iniciativas de otras mujeres. Entre ellas, las que protagonizan los murales contra el feísmo en la Ribeira Sacra

"A cacharreira", de Cestola na Cachola.

"A cacharreira", de Cestola na Cachola.

Ourense

El proyecto de muralización del feísmo que inició el Consorcio de Turismo da Ribeira Sacra en 2015 para recuperar muros, inmuebles y elementos arquitectónicos degradados mediante intervenciones de arte urbano ha cobrado una segunda vida como inspiración para el feminismo. Con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer el pasado 8 de marzo, el Instituto de la Igualdad, perteneciente al Ministerio de Igualdad, promovió la acción cultural «Mujeres recomiendan mujeres» en la que varias mujeres proponía obras o creaciones de otras mujeres a través de diferentes fichas.

En la entrada número 9, figura la iniciativa «Un toque de color en la Ribeira Sacra», recomendada por la profesora del departamento de Políticas Públicas e Historia Económica de la Universidad del País Vasco, Eider de Dios Fernández.

En su propuesta, la docente explica que esta iniciativa del consorcio que puso un toque de color en los 21 municipios que conforman el territorio de la Ribeira Sacra trata de «muralizar el feísmo en los edificios degradados» y destaca que la colección «pone en valor el campo, sus componentes y, por supuesto, a su gente». Y aunque no se trata de una obra íntegra sobre mujeres, ya que incluye oficios representados por hombres, máscaras, paisajes o tradiciones, la profesora vasca resalta que «son ellas las que junto a los elementos que dominan se convierten en protagonistas».

«A Tecedora», en A Teixeira. |  FdV

«A Tecedora», en A Teixeira. / FdV

Es el caso de piezas como la titulada «Homenaxe á muller labrega», obra que el artista urbano ourensano Abraham Caride pintó en Carballedo (Lugo), en un homenaje a las mujeres que con su duro trabajo criaron a sus familias, cultivaron el campo, cuidaron de sus casas y consiguieron salir adelante. La protagonista de este mural es una mujer mayor que agarra un roble con la manos y en cuyos ropajes pueden verse dos escenas de su trabajo.

Eider de Dios también cita las «Lavandeiras do Sil», ubicado en Quiroga, de Xoana Almar y Miguel Peralta (cooperativa Cestola na Cachola), que representa a una lavandera, una criatura mitológica que vivía bajo el agua en el río Sil y se dedicaba a limpiar y pulir las pepitas de oro del río. Así como la «Cacharreira», pintada por este último autor en Xunqueira de Espadanedo «en homanaje a las mujeres de barro de Niñodaguia», concluye la profesora en su recomendación. De hecho, estas mujeres eran una parte fundamental en este oficio, ya que cargaban en sus cabezas las piezas que fabricaban los alfareros y las llevaban a las ferias del entorno para venderlas.

Lavandeiras do Sil.

Lavandeiras do Sil. / FdV

La colección incluye otras piezas dedicadas a mujeres tanto en la parte lucense como en la ourensana de la Ribeira Sacra. En esta última está también «Esperanza, a vaqueira de Quintela», homenajeada por Yoseba Muruzábal en Castro Caldelas. Este artista, conocido en Galicia por su serie «Fenómenos del rural», en la que retrata a las «súperabuelas gallegas», representó a Esperanza con su animal predilecto, las vacas.

Cestola na Cachola puso el foco también en las tejedoras de la Ribeira Sacra y eliminó el feísmo de un muro en A Teixeira con «A Tecedora», un mural que recrea la preparación de los hilos de lino, un proceso complejo que precisaba de la colaboración de mucha gente del pueblo, principalmente niños y mujeres. Para esta obra Xoana Almar y Miguel Peralta contaron con la colaboración de Anna Champeney, que les abrió las puertas de su taller textil en Cristosende, donde pudieron conocer de primera mano este oficio.

«Esperanza, a vaqueira de Quintela», de Yoseba Muruzábal, en Castro Caldelas. |  FdV

«Esperanza, a vaqueira de Quintela», de Yoseba Muruzábal, en Castro Caldelas. / FdV

Memoria alfarera con las investigadoras Beatriz Comendador y Andrea Mouriño

En las recomendaciones que difunde el Instituto de la Igualdad con las mujeres como protagonistas hay huella ourensana en la referencia a los murales de la Ribeira Sacra, pero también en la que hace la profesora de la Universidad de Santiago de Compostela, en el departamento de Antropología Social, Elena Freire Paz. La docente propone el libro ilustrado «María e a roda que non para», de Sonia Borges, con textos de Beatriz Comendador y Andrea Mouriño, arqueólogas e investigadoras del campus de Ourense.

Elena Freire explica en su ficha que «el tesón de la Asociación de Mulleres Rurais de Bamio (Vilagarcía de Arousa)y la implicación de la profesora de la UVigo Beatriz Comendador ha dado como resultado el proyecto Louceir@s de Bamio, que recupera la memoria de la tradición alfarera de este núcelo en el corazón de la ría de Arousa».

La docente detalla que se puede seguir la actividad de este grupo a través de su perfil en redes sociales. Además, a principios de este 2025, sus promotoras inauguraron una exposición en el Museo do Pobo Galego, en Santiago. Otro fruto de este proyecto, es el libro, que se pude descargar en la web de la UVigo.

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