Un refugio termal para los danmificados de la dana

La Diputación eligió el Balneario de Arnoia como escenario de un programa para «minimizar la experiencia traumática» que muchos valencianos sufrieron el pasado mes de octubre. El municipio seleccionado para este proyecto fue Massanassa y de allí 50 vecinos ya disfrutan de los beneficios del termalismo.

Programa "Respiro termal" con participantes afectados por la dana de Valencia

Programa "Respiro termal" con participantes afectados por la dana de Valencia / Iñaki Osorio

L.G

Ourense

Entre Massanassa, en la provincia de Valencia, y Arnoia, en la provincia de Ourense, hay 900 kilómetros de distancia, un trayecto que realizaron esta semana 50 mayores afectados por la dana en el municipio del Levante, que buscan en el balneario ourensano un «respiro termal».

Ese es el título del programa emprendido por la Diputación Provincial que hace posible que durante una semana, hasta el próximo día 16 de marzo, estas personas se distraigan, se relajen y se olviden de lo sufrido el pasado mes de octubre. Todo a coste cero para ellos en un proyecto piloto «con el objetivo de minimizar esa experiencia traumática», según indican desde el organismo provincial.

«No hay ninguna palabra que pueda describir el inmenso agradecimiento que tenemos», fue lo primero que dijo Amparo Romeu, una de las afectadas por la dana, que ha viajado hasta Arnoia con su marido, Vicente Moncholí, ambos a instancia de sus hijos, que consideraban que «alejarnos un poco nos vendría bien».  Su casa fue una de las 1.200 afectadas en este núcleo del área metropolitana de Valencia que supera los 10.000 habitantes. «Perdimos nuestros coches y aún no tenemos, vivimos con los hijos, porque ellos viven en piso», ilustran recordando que la riada dañó bajos y primeras plantas.

Fue el 29 de octubre y sucedió en cuestión de minutos, una situación que el matrimonio no olvida y a la que pone voz Romeu: «desde ese día hasta ahora estaba como paralizada, abandonar tu casa, perderlo todo, muebles, ropa...Al final es material y no es tan importante, pero pienso en las personas que han perdido a seres queridos y me duele mucho». De su casa «los militares sacaron más de 200 capazos llenos de barro», «no tendré suficiente tiempo de vida para agradecerles todo», dice la mujer en un comentario que dirige no solo al ejército, sino a «todas las personas que se acercaron a ayudar porque fueron muchas, pasaban y preguntaban si necesitábamos ayuda y yo decía ‘entren y hagan lo que puedan’».

Los participantes del ayuntamiento de Massanassa fueron seleccionados por los técnicos de Servicios Sociales del municipio valenciando, en función de criterios objetivos como por ejemplo, entre otros, ser persona mayor, que su vivienda estuviese afectada por la DANA y estar recibiendo atención psicológica por el impacto de la tragedia.

«Me dijo: ‘Amparo, he pensado en vosotros para que os vayáis a Ourense’, pero yo no estaba bien y le dije que no me apetecía», fue ahí cuando intervinieron sus hijos y «por ellos me dejé llevar», relata ya desde el balneario de Arnoia, a donde llegaron el lunes tras un tren Valencia-Madrid otro AVE Madrid-Ourense y una recogida en la estación intermodal para trasladarse a conocer la comarca de O Ribeiro, donde, por el momento destaca «el mucho verde» y «la preciosa comida que es riquísima».

Junto a su marido, este martes logró algo que ya le parecía impensable. Antes de la dana iban a nadar tres veces por semana, después de ella «era como si el agua me diese miedo , pero en Arnoia ha dado un paso en dirección a recuperar su vida «le dije -a su marido-que teníamos que saltar a la piscina y lo hicimos. Después de estos meses, fue un renacer, de verdad, esto es darnos vida otra vez para que podamos salir y ayudar a los que están peor, porque esto no ha pasado», ensalza.

La petición de Amparo es que «no se olviden de nosotros» y la misma comparte otro compañero del grupo de actividades, Joseph Nacher. En su caso su vivienda sufrió daños, pero, al ser de varias alturas, puede seguir empleándola, lo peor se lo llevó el bajo donde si que lamenta que perdió «muchos recuerdos, porque al final hay cosas que almacenas en sótanos y garajes», pero resuelve rápido que lo suyo es «poco» en comparación a todo lo que sufrió el pueblo entero. «Nos hemos quedado 25 años atrás con todas las infraestructuras dañadas», indica para resaltar como ejemplo lo sucedido con una de las escuelas: «está tan mal que va a haber que demoler, por el momento los chavales estudian en galpones en el polideportivo», expone.

Él tiene 74 años y asegura que «ni siquiera en la gran riada que había habido en el 1957 se había visto cosa igual, yo era un crío y ni yo viví esto ni nadie hablaba de algo así...Esta vez el río tuvo cuatro veces el caudal del Ebro, era inabarcable». Para este vecino afectado, «se construyeron muchas cosas que sirvieron de embudo, espero que ahora, que seguro que sí, se tomen medidas para que no se repita en 5 o 10 años».

Proyecto en expansión

El presidente provincial, Luis Menor, acompañado por el presidente de la Fundación San Rosendo (que gestiona el balneario), José Luis Gavela,  realizó una visita a este grupo de personas residentes en Massanassa: «el único objetivo de este programa es ayudarles a paliar los efectos psicológicos de la catástrofe que vivieron a través de uno de los recursos que nos define, el termalismo», dijo.

Así, disfrutan de pensión completa, con consulta médica y, divididos en grupos, pueden realizar diversas técnicas termales, actividades para la mejora de la salud emocional y actividades físicas. Además, también se propone que, a pesar de la corta estancia, puedan llevar a cabo excursiones a la comarca de O Ribeiro y una visita a Ourense, en concreto al casco histórico de la capital.

La Diputación y la FEMP evaluarán el grado de satisfacción de los participantes y del Ayuntament de Massanassa. Las conclusiones permitirán determinar la posible transferencia del programa a otras entidades locales miembros de Villas Termales y a otros municipios de la Comunidad Valenciana afectados por la dana.

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