El juicio por malos tratos a Nerea Añel del condenado por su muerte: 4 testigos lo vieron golpearla y el fiscal califica la relación de «tóxica»

«Julio pegó a Nerea en reiteradas ocasiones», asegura el fiscal, que pide 2 años de cárcel | La acusación particular solicita 7 | «Los que dicen que son sus amigos son los que la maltrataban, yo le eché una mano y se me mató», defiende el acusado

El encausado compareció en el juicio por videoconferencia desde prisión.

El encausado compareció en el juicio por videoconferencia desde prisión. / IÑAKI OSORIO

Javier Fraiz

Javier Fraiz

Ourense

En una sentencia de la Audiencia Provincial que no es firme y será estudiada en apelación por el TSXG, Julio G. S. está condenado a 10 años de prisión por la muerte violenta de la joven Nerea Añel, en enero de 2020. Hace justo un año, el jurado popular lo declaró culpable de un delito de homicidio, en la modalidad de comisión por omisión. A mediados de abril saldrá de la cárcel tras saldar sus condenas por robos relacionados con su adicción a las drogas. Además de lo que determine la justicia en firme sobre su implicación en el fallecimiento de la víctima, con la que llevaba unos meses de relación, se enfrenta a una petición de 2 a 7 años de cárcel por los presuntos malos tratos machistas a los que sometió a la joven en su noviazgo.

Este juicio ha quedado visto para sentencia este lunes en el Penal 1 de Ourense, después de tres sesiones. Cuatro hombres que conocían a la pareja de su presencia en Covadonga, el barrio que frecuentaban para comprar droga, aseguraron en la vista que vieron a Julio G. S. golpear a Nerea Añel. Dos de los varones tuvieron que ser detenidos y conducidos a declarar, después de haberse ausentado sin atender la citación del juzgado. La Fiscalía, que solicita 2 años de cárcel, ve acreditados al menos dos episodios distintos, mientras que la acusación particular, que pide 7 años de condena, atribuye al presunto maltratador cuatro delitos de lesiones contra Nerea y otro delito de maltrato habitual.

Discusiones y peleas «todos los días»

El último testigo afirma que vio a Julio dar un cabezazo a Nerea, en una escalera de un edificio de Covadonga al que los toxicómanos acuden a comprar droga. Esta presunta agresión ocurrió poco antes de que la joven desapareciera y falleciera. «No hubo tiempo a intervenir» ante ese cabezazo, dijo el testigo. La pareja, añadió, se peleaba «todos los días». Discutían sobre cómo conseguir droga, afirmó el testigo. Este varón también manifestó que Nerea le dijo que una marca que tenía en el ojo se debía a una trifulca con Julio.

El acusado se victimiza: "Soy una diana que soporta flechas y flechas y más flechas hacia mi persona"

«Es totalmente mentira, me están utilizando de cabeza de turco», alegó Julio G. S. en su interrogatorio, en la primera sesión del juicio. Este lunes ejerció su derecho a la última palabra y culpó a los testigos que declararon en su contra. «Nerea fue víctima de malos tratos por parte de esta gente; los que dicen que son sus amigos son los que de verdad la maltrataban», expresó el encausado en la vista. Julio G. S. volvió a identificarse como una supuesta víctima de una situación injusta. «Mi desgracia es que cuando le eché una mano [a Nerea] se me mató. Soy una diana que soporta flechas y flechas y más flechas hacia mi persona», añadió.

La defensa ve contradicciones de los testigos y falta de pruebas

«No hay partes médicos de lesiones ni pruebas objetivas, los testimonios no son consistentes, falta de coherencia y hay contradicciones entre los testigos», expresó la abogada de oficio del acusado, Rosa Merino. La letrada entiende que no existen pruebas suficientes para una condena de Julio G. S. Además, considera que las manifestaciones de los testigos pueden referirse todas a un solo hecho. «La falta de corroboración debilita la postura de las acusaciones», cree.

Julio G. S., durante el juicio en el Penal 1 de Ourense.

Julio G. S., durante el juicio en el Penal 1 de Ourense. / I. OSORIO

El fiscal sostiene que "está perfectamente acreditado que Nerea era objeto de malos tratos por parte de Julio"

«Julio dijo que nunca había recibido una denuncia de Nerea, pero es evidente que en el mundo ciertamente sórdido en el que habían caído por la droga eso no ocurrió ni iba a ocurrir», contextualizó en su informe el fiscal Julián Pardinas, delegado en Ourense contra la violencia de género. El especialista subrayó que el noviazgo era «una relación tóxica», en la que «está perfectamente acreditado que Nerea era objeto de malos tratos por parte de Julio», en base a lo que expresaron los testigos ante el tribunal del jurado, en la causa por el homicidio de la joven, así como en la fase de instrucción y en el juicio de este proceso de violencia machista. El fiscal cree que el encausado golpeó a la víctima «en reiteradas ocasiones», pero al menos ve pruebas de dos hechos distintos, sendos delitos de malos tratos por lo que acusa.

La letrada de la familia solicita 7 años

Karen Abad, la abogada que representa a la madre de Nerea en la acusación particular, considera que los testimonios prueban cuatro delitos de lesiones por parte de Julio G. S. contra Nerea. Solicita un año por cada uno. Unas declaraciones de carácter «objetivo, sin ánimo espurio, de manera espontánea y verosímil, así como también persistentes, en la fase de instrucción, ante el jurado y en este juicio», incide Abad.

La acusación particular cree que la presunta conducta violenta de Julio contra Nerea constituyó un delito de maltrato habitual. Pide 3 años. La letrada solicita a la magistrada que tenga en cuenta la muerte de Nerea para evaluar la violencia habitual que sufrió. Abad atribuye a Julio G. S. la agravante mixta de parentesco, y recuerda que, en su amplio historial delictivo, «constan condenas previas por hechos de la misma naturaleza».

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