Dos testigos aseguran que vieron al novio de Nerea Añel agredirla pero él lo niega: «Mentira, me utilizan de cabeza de turco»
Julio G. S., condenado a 10 años por la muerte violenta de la joven ourensana, en una sentencia que no es firme, está acusado de maltratar a la víctima en los meses previos: «Nerea nunca me denunció», alega | Se enfrenta a peticiones de 2 a 7 años de cárcel

El fiscal Julián Pardinas y la abogada de la acusación particular, Karen Abad, con el acusado Julio G. S por videoconferencia. / IÑAKI OSORIO

Cuando la joven ourensana Nerea Añel Vázquez desapareció en enero de 2020 mantenía una relación con Julio G. S. Llevaban un par de meses juntos. La noche de Reyes, Nerea acudió a la casa de su madre, Belén, y le presentó a Julio como su pareja. Fue la última vez que la progenitora vio a su hija. Su desaparición hizo temer que la joven hubiera fallecido de manera violenta. En septiembre de 2020 se confirmó el mal presagio, tras el hallazgo de sus restos en un río de Barbadás, cerca de un motel en el que Nerea y Julio habían estado.
Hace un año, un jurado declaró culpable al hombre de un delito de homicidio, en la modalidad de comisión por omisión. Tras una primera sentencia absolutoria que el TSXG ordenó corregir, el magistrado de la Audiencia que presidió la vista con el tribunal popular rectificó e impuso 10 años de prisión a Julio G. S. Esa sentencia, recurrida al TSXG —el alto tribunal gallego acogerá una vista de apelación—, no es firme. Mientras la causa por la muerte violenta encara esa fase, se juzgan ahora los supuestos malos tratos machistas a los que el encausado presuntamente sometió a Nerea durante la relación.
Dos testigos del barrio de Covadonga manifestaron este jueves, ante la magistrada del Penal 1 de Ourense, que vieron a Julio G. S. agredir a Nerea Añel. El sospechoso declaró por videoconferencia desde la prisión de Pereiro. Ejerció su derecho a responder solo a las preguntas de su abogada de oficio. «Es totalmente mentira» —afirmó— que maltratara a Nerea. «Me están utilizando de cabeza de turco sin tener porqué, no le encuentro explicación», dijo en la vista. En contra de lo que sostiene los testigos, Julio G. S. defiende que él y la víctima se llevaban bien. «Nunca hubo una denuncia de Nerea hacia mi persona ni tampoco de esta gente, que ¿por qué no denunció su día?», manifestó el encausado.
La Fiscalía, representada en el juicio por el fiscal delegado contra la violencia de género en Ourense, Julián Pardinas, solicita 2 años de prisión por dos presuntos delitos de malos tratos. La acusación particular, que ejerce Karen Abad, pide siete años: cuatro por el mismo número de presuntos delitos de lesiones , y tres años más por un presunto maltrato habitual. La defensa, a cargo de la letrada del turno de oficio Rosa Merino, propugna la libre absolución de Julio G. S.

La primera sesión del juicio, ayer en el Penal. | Iñaki Osorio
Agresiones en Covadonga
La relación entre Julio y Nerea duró unos dos meses, desde noviembre de 2019 hasta la muerte de la joven. Julio había salido de prisión en septiembre de 2019. «De antes no la conocía, solo de verla en el barrio, hasta que me pidió ayuda», declaró el acusado en la vista de este jueves.
A preguntas de su letrada, Julio negó las presuntas agresiones que los testigos dicen haber visto. Además de reiterar en sus respuestas que esas acusaciones son «mentira», el acusado llegó a identificarse como la «diana» de los medios. Y también se refirió a la sentencia exculpatoria inicial de la Audiencia después del veredicto del jurado en su contra, por el homicidio por omisión de Nerea: «Tengo la absolución de don Antonio Piña», dijo. De la siguiente resolución que lo condenó a 10 años nada manifestó.
«Estaban discutiendo, no sé por qué, ella le pegó y él se la devolvió. Le dio una hostia buena él. Le pegó en la cara y después se fue cada uno por su lado», declaró uno de los testigos. Este hombre observó desde la calle esta agresión presuntamente cometida por Julio contra Nerea en el descansillo del primer piso de un edificio de la calle Júpiter, en Covadonga, donde la pareja frecuentaba ambientes de drogadicción. «Sé que tuvieron más problemas de ese tipo, era algo mutuo. La mayoría de las veces estaban siempre discutiendo, iban por la calle mal», añadió el testigo.
Otro hombre también manifestó, ante la jueza, que vio a Julio golpear a Nerea, de nuevo en el rellano de un edificio de la calle Júpiter. «Estaba apoyada contra la pared, le hizo así con la cabeza y le dio un tortazo. Yo grité y ella dijo: ‘Tranquilo, no te preocupes’», relató este testigo. «La gente comentaba que ya en otras ocasiones le había puesto la mano encima», indicó este hombre en el juicio.

Julio G. S., durante su declaración en el juicio con jurado por el homicidio de Nerea Añel. / BRAIS LORENZO
El encausado sale de prisión a mediados de abril, tras descartar la Audiencia aplicar la prisión provisional por la condena inicial de homicidio
Cuando Nerea desapareció, su exnovio llamó a Belén, la madre, y la animó a denunciar porque, según la progenitora, la anterior pareja le dijo que había visto a Julio agredir a la joven incluso a cabezazos. «Me dijo: ‘Vete a denunciar, porque Julio le pega, yo lo vi, algo le hizo’», relató la progenitora este jueves en el Penal 1.
Pero el exnovio, compañero de clase del acusado en Primaria, afirmó como testigo que nunca vio a Julio golpear a Nerea, solo discutir. «Le dije que había gente en Covadonga que decía que había visto a Julio golpear a Nerea, pero yo no lo vi nunca», alega este hombre. También matiza otra declaración que se le atribuía: en una ocasión Nerea tenía el ojo hinchado y él supuestamente la vio. Este jueves declaró que no.
La Policía conducirá al juzgado a dos testigos que no acudieron
Otros dos hombres convocados como testigos en esta causa no se presentaron. La magistrada ordenó que sean convocados al juzgado por la Policía, para la sesión final. Tras su declaración será el turno de conclusiones e informes de las acusaciones y la defensa. Todos los testigos de esta causa ya declararon en la vista con jurado, en febrero de 2024, por el homicidio.
El juicio por el presunto maltrato a Nerea meses antes de la muerte enfrenta a Julio G. S a peticiones de condena de 2 a 7 años de cárcel. Este proceso se sustancia en la fase resolutiva a solo dos meses de que el encausado salga del centro penitenciario. A mediados de abril habrá saldado las penas por su amplio historial de robos y hurtos relacionados con su adicción. Pese a ser condenado a 10 años por el homicidio de Nerea —el jurado vio probado que no la auxilió tras una caída—, la Audiencia descartó la prisión provisional basada en esa sentencia inicial, que está apelada. Por el momento, Julio no ha gozado de ningún permiso de salida.
- La magistrada con el mayor escalafón de Galicia, la primera jueza que ejerció en Vigo, se acerca a la jubilación
- Condenada una propietaria por sacar del piso pertenencias de su inquilina morosa
- Rescatan a un hombre en evidente estado de hipotermia tendido en una calle de Barbadás
- Una joven gallega crea joyas con bigotes y pelos de mascota: «Hice un anillo de mi gata Chispa y tuvo éxito»
- Condenan al Sergas a indemnizar a una pareja por la muerte perinatal de su bebé en el hospital de Ourense
- 8 detenidos y desmantelados 3 puntos de venta de droga en Verín al lado de colegios
- Un voraz incendio calcina por completo una casa en Porqueira
- El Concello no recepcionará la senda peatonal de la Xunta, tras criticar este proyecto