Aparece en Marruecos un iPhone sustraído en una fiesta en Ourense: la dueña pagó 235 euros para recuperarlo

La fiscal retira la acusación por simulación de delito contra una joven que acreditó el paradero de su teléfono gracias a la geolocalización y a los datos de la nube

Un móvil iPhone.

Un móvil iPhone. / EFE

Javier Fraiz

Javier Fraiz

Ourense

Hasta este miércoles, en el día del juicio, una joven no ha podido demostrar su inocencia y marcharse a casa con la tranquilidad de que queda libre de delito alguno. Tuvo que sentarse en el banquillo por una supuesta simulación que queda descartada. Tras escuchar su versión en la vista oral, y a la vista de la documentación aportada por la defensa, la fiscal modificó su calificación, retiró la acusación y, en consecuencia, solicitó la absolución de la joven. En resumen, lo que esta mujer manifestó a la Guardia Civil en un primer momento era veraz: en junio de 2022, le sustrajeron del bolso un teléfono móvil de la marca iPhone cuando estaba en las fiestas de la localidad ourensana de A Valenzá, en el municipio de Barbadás. La joven recuperó el terminal un mes más tarde, después de que, a través de la geolocalización, comprobara que el aparato había llegado a Tánger, Marruecos.

En el trámite de cuestiones previas, al inicio de la vista celebrada ayer en el Penal 2 de Ourense, el abogado de la joven aportó datos sobre la copia de seguridad en la nube del teléfono móvil que acreditaban que el paradero final del teléfono fue un taller de reparación de móviles en esa ciudad portuaria de la parte marroquí del Estrecho. La joven habló con un amigo que, a través de otro que estaba de vacaciones en el país, recuperó el teléfono in situ. Eso sí, según ella misma manifestó en el juicio, tuvo que pagar 235 euros para que en el comercio marroquí devolviesen el iPhone.

La acusada, finalmente exonerada, declaró en la vista que, después de este hallazgo, acudió al cuartel de la Guardia Civil en Tui, donde residía, y expresó su intención de retirar la denuncia, una vez que había recuperado el móvil. Según ella, un agente de la cabina le aseguró que no tenía de qué preocuparse. Pero como la denuncia había sido presentada en Ourense y en dicha demarcación ella no llegó a comparecer para formalizar la retirada, la acción siguió adelante y el instituto armado dedujo que la joven pudo haber simulado la desaparición del terminal. Se demuestra que no.

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