Maestros de la Costura en Bande

Dieciséis alumnos y alumnas aprenden a coser en este taller municipal I Es un manual de supervivencia para los que parten de cero «y una terapia» para todos, advierte la monitora

Profesora y alumnos del taller de costura que se desarrolla en un aula del Concello de Bande.

Profesora y alumnos del taller de costura que se desarrolla en un aula del Concello de Bande. / Iñaki Osorio

Ourense

David acompañaba a su madre a la modista siendo niño. Durante aquellas horas de observación embelesada, pensaba que aquello de coger unas telas e hilvanar con ellas piezas que se convertían luego en prendas de vestir, tenía su duende. Muchos años después no se lo pensó y ahora es uno de los 16 alumnos del taller de costura de Bande, una de las numerosas iniciativas de formación y tiempo libre que pone en marcha este concello de la Baixa Limia, en el que un grupo mayoritario de vecinas, de toda la edades «no solo aprenden algunos secretos de la costura, sino que huyen del aislamiento que a veces afecta a los mayores.

«Esto es algo más que un aprendizaje. Es un punto de encuentro entre vecinos , charlas se ríen y conviven» advierte Lucia Fernández su profesora. Lucía es una emprendedora que se ha reinventado a si misma y justo con sendas mercerías, ha montado la firma de formación ·Einfía Costura.

«Con el confinamiento empecé a moverme por los concellos de la provincia, que me encargaban este tipo de talleres o cursos para los vecinos» explica. Lo primero que les dice a los que empiezan de cero es que unas nociones básicas de costura son también un «manual de supervivencia pues «en el momento más inoportuno se te cae un botó o rompe una cremallera y ¿cómo resuelves?».

El éxito del primer taller celebrado en noviembre les animó a hacer nuevas ediciones. Carmen una de las alumnas de más edad, está encantada «Yo sabía c oser algo, pero esta ahora estoy aprendiendo cosas nuevas y además es muy agradable compartir esta horas con estos vecinos».

La profesora, Lucía, con sus alumnos.

La profesora, Lucía, con sus alumnas. / Iñaki Osorio

Ese es uno de los objetivos de estos programas municipales. Además se genera convivencia y colaboración pues, mientras Carmen comparte sus experiencias con Patri Biempica, ta última una de las alumnas más jóvenes del grupo, ayuda a la primera a enebrar en la máquina de coser. «Es un poco enebrar la agua cuando pierdes años» corrobora.

Lucía suele llevar sus propias máquinas de coser pero algunas, ya la tenían en casa hace años, pero olvidada en el altillo «por eso pensé que tratar de darles talleres para aprovechar algo unas máquinas a las que no sacado todas las posibilidades ni tipos de puntadas era una oportunidad» reconoce la profesora.

Patri Biempica es otra de las que comparte estas horas de formación didáctica como amena, por su componente de socialización . «Yo no tenía ni máquina de coser pero la excusa en mi caso fue que como tengo muchos animales, entre ellos seis gatos, y me destrozan las cortinas me dije, pues voy a apuntarrme para hacer unas de tela que resista. La verdad es queme gusta la experiencia. Lo pasamos bien y aprendemos » reconoce .

Al final, como indica David Martínez, el único hombre, por ahora dispuesto a aprender las nociones básicas de la costura y además un joven con humor, «·esto xa se fai por vicio». De hecho aunque no se dedica a nada relacionado con este cursos, ni con el de cestería al que asistió, cuando se le pregunta «¿de aquí al concurso televisivo Maestros de la Costura? », David contesta con retranca: «claro ¡de cabeza!»

Cestería, talleres de memoria o encaje de bolillos, son el pretexto para socializar

Hace frío fuera, pero en el aula de costura del Concello de Bande donde se imparten el taller , el aprendizaje y la conversación hacen más cálido un invierno, siempre largo y a menudo de soledades elegidas o auto impuestas, sobre todo para los mayores, algo que afecta tanto en el rural como en el medio urbano.«Es cierto que no solo aprenden a utilizar esa máquina de coser que tenían olvidada o a hacer nuevos puntos y técnica de costura; muchoas te reconocen que venir a estos talleres municipales, les obliga a arreglarse para salir de casa y sobre todo a relacionarse » explica Lucía, la profesora.

Montse, trabajadora del área Social en el Concello de Bande y en este caso también participante en este taller, lo ratifica. «Los cursos tienen buena respuesta, pero además es una forma de convivir y estar más cerca con otros vecinos. Fomentan la convivencia» explica.Carmen ya quedó cautivada en la primera fase , como el resto, cuando Lucía «nos enseñó a hacer un árbol de Navidad con las telas, un neceser costura.

Cosas bien bonitas» asegura.Este taller continuará a los días 5, 12 y 19 de febrero de 17.30 a 19.30 en la casa del Concello. Además, con el inicio del año comenzaron también talleres de memoria y estimularon cognitiva, esta vez itinerantes por la parroquias.Los martes se celebran en el salón de actos del Concello de Bande, pero en su intento de llegar a más lugares del municipio, se harán los jueves en el local social de Vilar y los viernes y en dos turnos, en los locales sociales de Santa Comba y Corvelle .

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