Llevaba un revólver oxidado en el coche y empujó a dos policías que iban a multarlo

Había estacionado en una parada de autobús y arremetió contra los agentes que querían identificarlo | Acepta una pena de multa y el pago de una indemnización

El autor de estos hechos compareció en el juicio y aceptó una condena de conformidad. |  FdV

El autor de estos hechos compareció en el juicio y aceptó una condena de conformidad. | FdV

Javier Fraiz

Javier Fraiz

Ourense

La noche del 1 de julio de 2023, sobre las 22.20 horas de la noche, un ourensano tenía estacionado su vehículo en una parada de autobús. El coche entorpecía la circulación. Agentes de la Policía Local le solicitaron que se identificase, para proceder a multarlo, y el conductor reaccionó de manera agresiva: empujó a dos policías. Estos hechos llegaron a juicio este jueves en el Penal 2 de Ourense.

El infractor los admite y acepta una sentencia de conformidad, que le impone una multa de 1.080 euros, por un delito de resistencia, y otra de 180 euros por delito leve de lesiones. La condena incluye 1.700 euros de responsabilidad civil, para indemnizar a los agentes perjudicados. La resolución, fruto del acuerdo entre la Fiscalía, la acusación particular y la defensa, conlleva la retirada del delito de atentado a agentes de autoridad por el que fue acusado este conductor. Su conducta se califica finalmente como un delito de resistencia.

Circulaba sin seguro

Había estacionado en una parada de autobús de la Avenida de Zamora. Se negó cuando los policías locales le requirieron que se identificase, para sancionar su infracción de tráfico. El conductor circulaba sin el seguro obligatorio del vehículo y, además, portaba un revólver totalmente oxidado, inutilizado para su funcionamiento. El acusado intentó zafarse por todos los medios de los agentes, con el propósito de irse del lugar.

Braceó y empujó a un policía en diversas ocasiones, así como a otro agente, al que además intentó tirar al suelo, aunque no lo consiguió. Los policías tuvieron que pedir refuerzos debido al comportamiento violento que tenía el encausado. Uno de los funcionarios municipales sufrió policontusiones y abrasiones, unas lesiones de las que tardó en recuperarse quince días. El otro agente tuvo una cervicalgia.

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