El bisabuelo en un documental: del horror del orfanato a florecer como una camelia

Alumnos del CIFP A Farixa rodarán en el Pazo de Cascaxide, de Silleda, una película que repasa la biografía de Juan González, un niño abandonado que recompuso su vida y crio a tres generaciones

Natalia da Cruz, Elizabeth Barreiro y Candela Santos.

Natalia da Cruz, Elizabeth Barreiro y Candela Santos. / FdV

Ourense

«De aquí a los Goya». Es lo que le dijeron a Elizabeth Barreiro sus bisabuelos, Juan y Lupe, cuando accedieron a que la bisnieta, que quiere dedicarse al cine, produzca y dirija el documental del que serán protagonistas. Una película que cuenta la vida de él, Juan González (Friol, 1940), un niño abandonado que vivió en un orfanato lucense hasta que a los 13 años fue expulsado cuando los religiosos que lo gestionaban temieron que aquel adolescente que salió rebelde denunciase lo que ocurría tras aquellos muros. Una historia escrita con golpes que llegó a su fin el día que lo pusieron en la calle y lo acogieron en el Pazo de Cascaxide, en Silleda, donde su dueño, Benito Espinosa, se convirtió en lo más parecido al padre que nunca tuvo.

Elizabeth Barreiro, alumna del ciclo superior de Producción Audiovisual del CIFP A Farixa, propuso la historia de su bisabuelo como tema para el proyecto educativo que rodarán y estrenarán este curso. A sus compañeros de equipo les pareció buena idea y, tras varios meses de trabajo, el próximo lunes se pondrán tras las cámaras para dar vida a «Juan González. A flor da camelia», un documental que repasa la vida del bisabuelo que tuvo una infancia muy dura, pero una vida plena.

Fotografías de Juan González a lo largo de su vida. |  FdV

Fotografías de Juan González a lo largo de su vida. / FdV

«Contaremos con los testimonios de mi familia, pero sobre todo del suyo, de mi bisabuelo, que tiene 86 años y contará en primera persona sus vivencias», detalla Elizabeth. También será protagonista Lupe, su mujer, que le llegó como un regalo cuando lo acogieron en el Pazo de Cascaxide. «Ella vivía allí cerca, a 500 metros, se casaron muy jóvenes y emigraron los dos a Francia», cuenta la bisnieta.

Hicieron las maletas cuando él tenía 25 años y cruzaron los Pirineos. Corría 1953 y allí Juan se ganó la vida trabajando en un invernadero. En cuanto pudieron regresaron y montaron un restaurante en Senra, Silleda, al que llamaron María Luisa, como su hija. El establecimiento sigue abierto y lo regenta la propia María Luisa, abuela de Elizabeth.

«Queremos contar su historia, denunciar los abusos en la infancia y las situaciones de desamparo que todavía se producen, como le ocurrió a mi bisabuelo», detalla la joven. En este caso, una historia de superación, de cómo la vida, de repente, puede dar un giro. «Empezó a trabajar en el pazo y su vida cambió por completo. Él cuenta siempre que lo que más le llamó la atención al llegar fueron las camelias que había por todos los jardines, y esa es la metáfora que usamos, porque él llegó allí desde el orfanato y floreció. No tuvo figuras paternas supo guiar a tres generaciones con todo el amor», detalla la joven directora.

Además del apoyo de los propietarios del pazo, colaboran en el proyecto el Concello de Silleda, la Diputación de Pontevedra, la Estación Fitopatolóxica do Areeiro, Eroski, Augas do Paraño y otros establecimientos de Silleda.

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