El plan estatal impulsa una decena de proyectos científicos del campus

Una decena de proyectos científicos liderados por decenas de investigadores del campus de Ourense han sido seleccionados en la convocatoria 2023 del Plan Estatal de Investigación, por lo que recibirán financiación del Ministerio de Ciencia con diferentes cuantías y, en algunos casos, una ayuda extraordinaria de 125.200 euros para la contratación de personal predoctoral. Los diez proyectos tendrán una duración de tres años y reciben esta dotación al quedar contrastada su «calidad» y porque proponen soluciones a los principales desafíos de la sociedad. El conjunto de la UVigo solicitó 91 proyectos y se le concedieron 40.

Tres corresponden a la Facultad de Ciencias. Uno está centrado en los bioherbicidas y estudiará el transporte y efectos de aleloquímicos en la microbiota y mesofauna del suelo en sistemas de cultivo. El segundo consiste en el desarrollo de extractos a partir de residuos fermentados de vino y cerveza para incorporarlos en nuevos alimentos y bebidas, y el tercero estudiará la autenticidad de semillas, harinas y elaborados en polvo con imágenes hiperespectrales y métodos de aprendizaje automático.

La Facultad de Educación y Trabajo Social también recibe financiación para tres proyectos. Uno sobre predictores longitudinales del logro matemático, otro que analizará las buenas prácticas para una ciudadanía digital crítica en educación infantil y un tercero que profundizará en el acoso sexual basado en imágenes entre adolescentes, buscando una intervención virtual centrada en la concienciación del riesgo.

La Escuela Superior de Ingeniería Informática ha conseguido dos proyectos, uno titulado «Computación multiescala de comunidades microbianas impulsada por aprendizaje automático», y otro que abordará las tecnologías del lenguaje desde una perspectiva verde.

La relación se completa con un proyecto de la Escuela de Ingeniería Aeronáutica sobre la complejidad de sistemas acuosos en condiciones de subrenfriamiento e interés biológico, y otro del Instituto de Físicas y Ciencias Aeroespaciales que reúne a físicos e informáticos en un proyecto innovador que explora el mundo cuántico con inteligencia artificial.

Frenar el sexting entre adolescentes

Las investigadoras de la Facultade de Educación e Traballo Social María Lameiras y Yolanda Rodríguez lideran un proyecto que aborda el acoso y abuso sexual ‘online’ basado en imágenes creadas por los propios adolescentes.

El estudio, con tres años duración y un contrato predoctoral, logró una cuantía de 87.500 y tiene un doble objetivo. Por un lado, lograr que estos jóvenes sean conscientes del riesgo que conlleva autogenerar, recibir, manipular y difundir imágenes de contenido sexual. Y por otro, y por primera vez en el contexto español, diseñar y probar la eficacia de la app On-Sexual.Imagen-OFF como intervención preventiva frente a este tipo de ciberviolencia sexual en el que, en mayor medida, «ellas son las víctimas». De hecho, los investigadores consideran necesario analizar cómo el sexting «reproduce los estereotipos de género en las sociedades patriarcales de primacía masculina, de las que derivan las violencias que sufren las mujeres».

Para llevar a cabo este estudio, trabajarán primero con una muestra representativa de 1.100 adolescentes de ESO a nivel nacional que permitirá recabar datos para contextualizar la app. Seguidamente se implementará la aplicación con 200 estudiantes en grupos aleatorios de centros educativos, principalmente gallegos. Esto, explican, «nos permitirá evaluar comportamientos, creencias y actitudes ante este tipo de imágenes a través de pequeñas historias que al final les indicarán su nivel de riesgo —alto, medio, bajo— como víctima o agresor». De forma innovadora, se situará a los adolescentes en el rol de ‘víctima’ para desincentivar este tipo de comportamientos y fomentar la empatía.

Este estudio, concluyen, permitirá conocer cómo el acoso «se ancla y mantiene en el eje vertebrador de las masculinidades hegemónicas tóxicas», para trabajar la prevención e intervención.

Modelos de inteligencia artificial más sotenibles

Investigadores del grupo COmputational LEarning, CoLe, de la Escuela Superior de Ingeniería Informática, reciben 168.750 euros para financiar un proyecto centrado en el desarrollo de técnicas de generación de modelos de inteligencia artificial que incorporen variables de sostenibilidad. La investigación parte de la necesidad de lograr un equilibrio entre el rendimiento, la fiabilidad del resultado y el impacto en términos de recursos consumidos por el algoritmo.

El investigador principal, Manuel Vilares, explica que la gestión del conocimiento requerido en la generación de IAs no es una cuestión trivial y «a menudo, da lugar a procesos que consumen enormes cantidades de tiempo y energía». Esto, añade, «tiene un impacto especialmente significativo en el caso de las arquitecturas de aprendizaje profundo, debido tanto a su falta de interpretabilidad, como a las ingentes cantidades de datos necesarios para su entrenamiento». Es el caso de ChatGPT o la más reciente DeepSeek, basadas en el procesamiento del lenguaje natural, y cuyo objetivo, «no es otro que el de capacitar a las máquinas para interpretar el lenguaje humano».

En este contexto, el proyecto que desarrolla el grupo CoLe, introduce nuevos criterios para la selección de modelos, con el fin de reducir la necesidad de recursos humanos y computacionales durante el proceso de aprendizaje. Todo ello, añade, «adaptándonos a las exigencias del usuario en términos de calidad de evaluación, tanto de la estrategia de generación como de su parametrización».

Además de reducir costes, la estrategia de trabajo aplicada permitirá mejorar «significativamente» otras capacidades relevantes en el dominio de la IA. Por ejemplo, la inclusividad, reduciendo la inversión requerida para su desarrollo de manera que este tipo de tecnologías sean accesibles «a todos los estratos sociales». También fomentará el diseño de sistemas «adaptativos», capaces de aceptar cambios en sus condiciones de funcionamiento, e introducirán mejoras encaminadas a desarrollar IAs que anticipen los costes del sistema en un contexto de aplicación específico y otras propiedades medibles como el rendimiento, la validez o la seguridad.

El agua líquida y sus implicaciones "bio"

El grupo de Termofísica Nuclear ha conseguido 50.000 euros de financiación estatal para dar continuidad a investigaciones previas centradas el comportamiento físico inusual del agua líquida y sus implicaciones «bio». Los investigadores principales son Jacobo Troncoso, de la Escuela de Aeronáutica de Ourense, y Aida Jover, de la Facultad de Ciencis de Lugo.

Como novedad, esta propuesta pone el acento en la ‘región subenfriada’, «que contempla condiciones de temperatura por debajo de 0ºC en las que el agua puede existir en estado líquido», explica Troncoso. En estas condiciones se cree que existe el segundo punto crítico del agua, añade, «y lo que queremos ver a través de experimentos, simulación molecular y técnicas de la Mecánica Estadística, es qué implicaciones tiene esto para las disoluciones acuosas subenfriadas». En esta parte se centrará, principalmente, Diego González, Jacobo Troncos y Claudio Cerdeiriña.

La segunda novedad estudia el comportamiento de las biomacromoléculas en medio acuoso, que va más allá de la física anómala del agua. «Una cuestión relevante tiene que ver con los ‘cosolventes anfifílicos’, que son aditivos que juegan un papel importante en la entrega de medicamentos desde medio acuoso al interior de la célula», indica Troncoso, y lo que se propone «es dilucidar si las sales biliares son el agente apropiado». Para obtener respuestas se realizarán experimentos de resonancia magnética nuclear, microscopía óptica, electrónica y de fuerza atómica, entre otros.

Explorar el mundo cuántico con IA

A través del Instituto de Físicas y Ciencias Aeroespaciales, IFCAE, ha sido seleccionado un proyecto liderado por un equipo de físicos e informáticos que promete «abrir vías apasionantes para comprender algunos de los fenómenos más intrigantes de la física moderna». Humberto Michinel y David Olivieri son los investigadores principales, con la participación también de José Ramón Salgueiro, Leandro Rodríguez y María José Lado. El proyecto recibe 50.000 euros, además de los costes indirectos.

La iniciativa, explica Olivieri, «se centra en el uso de métodos basados en Inteligencia Artificial —en particular las Physics-Informed Neural Networks (PINNs)— para abordar complejas ecuaciones que describen el comportamiento de las ondas cuánticas». Concretamente, el equipo multidisciplinar espera acelerar la investigación de varias maneras. Por un lado, indican, estos modelos de IA «podrían reducir el ensayo y error al seleccionar parámetros, recortando tiempo y costes». Y por otro, prometen captar con precisión efectos sutiles—como interacciones entre múltiples partículas o influencias gravitatorias— sin requerir las enormes cantidades de datos experimentales que habitualmente exigen los métodos clásicos».

Al aunar la experiencia en física cuántica y en informática, el grupo aspira a crear nuevas herramientas analíticas con aplicaciones muy diversas. En última instancia, señalan, «estos métodos basados en IA podrían emplearse para diseñar dispositivos fotónicos avanzados, optimizar tecnologías cuánticas e incluso explorar fenómenos a escala cósmica, como los halos de materia oscura alrededor de galaxias».

Ciudadanos digitales críticos desde Infantil

Almudena Alonso y Ainoa Zabalza lideran un estudio sobre buenas prácticas para formar una ciudadanía digital crítica en Educación Infantil, impulsado por el grupo de investigación RITME, Reflexión, Innovación, Transferencia e Mellora Educativa, de la Facultad de Educación e Traballo Social. La iniciativa logró 60.500 euros en la convocatoria nacional y aborda el desarrollo de la competencia digital desde la primera infancia como un «aspecto clave» para la participación ciudadana y para garantizar la igualdad de oportunidades.

A diferencia de investigaciones previas centradas en otras etapas educativas, esta propuesta pone el foco en los más pequeños, entendiendo que «es durante estos años donde se sientan las bases de los procesos formativos y de las relaciones que se establezcan con las tecnologías», explican.

Con este objetivo, el estudio analizará casos de buenas prácticas en Galicia, Madrid y Murcia y se realizará en dos etapas. Una dedicada al análisis documental para establecer dimensiones e indicadores de buenas prácticas con tecnologías digitales en Educación Infantil. Y otra basada en el estudio específico de casos obtenidos en la fase anterior. Su análisis, indican las investigadoras, «permitirá identificar condiciones comunes de buenas prácticas que puedan transferirse a otros contextos y, por lo tanto, a la mejora de la calidad educativa en la etapa infantil».

También se elaborará una guía sobre buenas prácticas, y otra para apoyar su desarrollo por parte de la comunidad educativa.