El maquillaje del alma

Pacientes oncológicas reciben consejos y productos de cosmética, en una iniciativa que mejora su autoestima en el proceso contra el cáncer: «Te permite olvidarte un poco; verte bien ayuda a llevar la enfermedad»

Pacientes oncológicas y voluntarias, tras el taller de maquillaje y cuidados de la piel impartido en el hospital de Ourense, ayer.

Pacientes oncológicas y voluntarias, tras el taller de maquillaje y cuidados de la piel impartido en el hospital de Ourense, ayer. / IÑAKI OSORIO

Javier Fraiz

Javier Fraiz

En la montaña rusa de emociones que acompaña al proceso de la enfermedad oncológica resultan imprescindibles los momentos en los que, si las circunstancias ayudan, es posible sonreír, desconectar de los pensamientos negativos y centrarse menos en la dolencia y más en la autoestima. El cuidado del bienestar y de la imagen suma en el objetivo de la recuperación. Existe un desgaste psicológico debido al efecto físico, visible en el pelo y en la piel, de los tratamientos contra el cáncer, sobre todo de la quimioterapia.

Un grupo de mujeres de Ourense participó este martes en un taller impartido, de manera altruista, por profesionales de estética sobre el cuidado de la piel y el maquillaje. Las pacientes recibieron consejos, que pusieron en práctica en una sesión de dos horas. Se llevaron como obsequio un neceser con varios productos cosméticos, de cuidados de la piel y maquillaje, así como para la hidratación y protección solar —una medida de precaución esencial—, un kit valorado en casi 300 euros. En su día a día, podrán utilizarlos para verse mejor, reforzar su autoestima y seguir adelante.

Las profesionales voluntarias explicaron cómo aplicar los distintos productos cosméticos. | I. Osorio

Las profesionales voluntarias explicaron cómo aplicar los distintos productos cosméticos. | I. Osorio

Marisol Santos participaba por primera vez en el taller. «Nunca había hecho nada sobre maquillaje y me sirve para mucho», dice. «Los tratamientos son muy duros y la enfermedad te disminuye un poco la autoestima. Esto ayuda mucho, te hace venirte un poco arriba, aunque solo sea durante un rato. Te permite olvidarte un poco», valora esta paciente. «Todas estamos en el mismo proceso y con esto nos sentimos maravillosas, la verdad», finaliza esta mujer.

"La actitud positiva influye mucho"

Rosi Vázquez también asistió al taller. «Verte bien físicamente ayuda a llevar la enfermedad mejor. Sentirse bien es muy importante, es parte del tratamiento, creo que en el caso de todas», afirma ella. «La experiencia es recomendable, porque además siempre aprendes». Cuidar la imagen y reforzar la autoestima tienen efectos positivos en el camino de la salud. «Te apetece salir a la calle y quedar con gente. Verse bien es parte de llevar la enfermedad lo mejor posible. La actitud positiva influye mucho, un 60 o 70%, para mí sí», subraya esta paciente.

Estética y autoestima van de la mano. Está demostrado que el tratamiento de cáncer requiere de un estado de ánimo positivo

Eva Casas, una profesional con un centro de peluquería y estética en Ourense, es una de las voluntarias que colaboran. «Desde el minuto uno que me lo propusieron, no lo dudé». En su opinión, esta iniciativa centrada en mejorar la percepción de la propia imagen por parte de las pacientes aporta varios beneficios, empezando por lo que supone en el cambio de rutina. «Es un día distinto, una mañana con otras personas que pasan por lo mismo que tú. Se sienten arropadas y mimadas, sienten que se están preocupando por ellas».

Cuando entran por la puerta no saben qué se van a esperar, están un poco cohibidas. Algunas vienen con mascarilla y pañuelo pero, en cuanto llegan, se sienten tranquilas, arropadas, se quitan todo, no les da vergüenza , nadie las juzga ni las mira de forma distinta

Eva Casas

— Profesional de peluquería y estética

Las pacientes reciben productos de primeras marcas. Las profesionales explican cómo aplicarlos de forma correcta, aportando un plus. «Las hay que vienen maquilladas, pero la mayor parte no lo hace habitualmente, no están habituadas, así que también sirve para que aprendan cosas nuevas».

El taller de maquillaje casi hace magia. Hay un antes y un después de la sesión. «Cuando entran por la puerta no saben qué se van a esperar, están un poco cohibidas. Algunas vienen con mascarilla y pañuelo pero, en cuanto llegan, se sienten tranquilas, arropadas, se quitan todo, no les da vergüenza , nadie las juzga ni las mira de forma distinta», describe Eva.

«Están atentas, les encanta ver los productos, observas que, con cada paso, mientras se los aplican, les va cambiando la cara y se van ilusionando. Se ven guapas». Como profesional, Casas siente una «recompensa» con este voluntariado. «Yo de aquí me voy más llena que vine. Hago esto por aportar algo de lo que yo puedo saber», resalta.

Eva Casas explica la aplicación de un producto, junto a una de las participantes en el taller.

Eva Casas explica la aplicación de un producto, junto a una de las participantes en el taller. / IÑAKI OSORIO

La jefa de servicio de atención al paciente y humanización del área sanitaria provincial, Belén Piñeiro, considera que este tipo de acciones contribuyen a «ver el hospital desde otro punto de vista», gracias a una actividad «lúdica, que produce bienestar y que se comparte entre compañeras. Una imagen vale más que mil palabras: verlas cuando las recibimos y después cuando termina la sesión. Siempre ha habido muy buenas valoraciones de esta actividad, que resulta muy placentera para las pacientes», valora Piñeiro.

En todos los talleres se ocupan las plazas disponibles. «Una actitud positiva ante la enfermedad ayuda a enfrentarse a los tratamientos, las pruebas y las consultas», apunta la jefa de servicio.

A veces no quieren salir de casa. Muchas nos comentan que se miran al espejo y no se reconocen

La Fundación Stanpa, una organización sin ánimo de lucro vinculada a la asociación de perfumería y cosmética, ayuda a las personas durante el proceso oncológico. Impulsa en toda España talleres como el que ayer acogió el CHUO en Ourense. En la actualidad, promueven actividades presenciales en 67 hospitales, 6 en Galicia. En un año, casi 3.000 pacientes se benefician, unas 600 en la comunidad. Más de 120 profesionales colaboran de manera voluntaria.

Raquel Aparicio es una de las coordinadoras de la fundación. «La caída del pelo y de las cejas, o las ojeras, afectan en la autoestima, sobre todo a las mujeres. A veces no quieren salir de casa. Muchas nos comentan que se miran al espejo y no se reconocen por el cambio físico que producen determinados tratamientos. Esto intenta paliar ese efecto. Procuramos que se animen, que se diviertan, que tengan ganas de salir a la calle. Estética y autoestima van de la mano. Está demostrado que el tratamiento de cáncer requiere de un estado de ánimo positivo. Nuestro objetivo es que se sientan más a gusto. Aportamos ese granito de arena», explica la especialista.

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