El envejecimiento causa que el 61% de los conductores declarados aptos en Ourense tenga alguna restricción en el carné

Supera en 13 puntos la media española | «En Ourense los siniestros más graves no los protagonizan mayores conductores con restricciones», afirma la DGT | En 2024 se dieron de baja 123 permisos por merma de capacidades

Las charlas informativas en asociaciones vecinales y centros de mayores constituyen una de las labores preventivas de la DGT. |  FdV

Las charlas informativas en asociaciones vecinales y centros de mayores constituyen una de las labores preventivas de la DGT. | FdV

Javier Fraiz

Javier Fraiz

Más de uno de cada cuatro conductores en la provincia de Ourense han superado los 65 años de vida. El envejecimiento en uno de los territorios más longevos de Europa se refleja en la carretera. El factor de edad, así como el control e inspección frecuentes sobre los establecimientos psicotécnicos de reconocimientos a conductores motivan que el 61% de los informes de renovaciones del permiso presentados por los 23 centros de la provincia conlleven alguna restricción en el carné, como por ejemplo un periodo de vigencia más corto, una limitación de velocidad o el establecimiento de un radio máximo de acción con respecto al domicilio. El porcentaje es muy superior a la media de España, que aunque ha subido en los últimos ejercicios es trece puntos inferior a Ourense, un 48%.

Según los datos más recientes de la DGT, en la provincia hay 187.155 personas —106.988 hombres y 80.167 mujeres— con permisos de conducir, así como otras 191 con licencia (por ejemplo, las antiguas autorizaciones para circular en ciclomotor o tractor). Más de 50.000 tienen 65 años y más de 19.000 de este total superan los 75.

«El envejecimiento es una realidad que abordamos como un fenómeno positivo, no como un problema. Con las herramientas existentes intentamos gestionar lo mejor posible esta realidad. En Ourense los siniestros más graves no los protagonizan mayores conductores con restricciones, aunque siempre hay alguna excepción», expresa David Llorente, el responsable provincial de la DGT.

«Hay una materia pendiente: abrir los registros médicos autonómicos a los profesionales —médicos y psicólogos colegiados— que trabajan en los centros psicotécnicos, para afinar más en las revisiones médicas que realizan, al objeto de obtener o renovar un permiso de conducir. Una conexión online a día de hoy es técnicamente posible y factible, si viniera recogida en la Ley de Tráfico y en la Ley de autonomía del paciente. Esperemos que se aborde en un futuro», completa David Llorente.

Pruebas de capacidad en un centro psicotécnico. |  Marta G. Brea

Pruebas de capacidad en un centro psicotécnico. | Marta G. Brea

A lo largo del año 2024, los 23 centros de reconocimiento de conductores de la provincia emitieron un total de 37.293 informes para obtener o renovar una autorización. De este conjunto, 22.926 (el 61%) cuentan con alguna restricción o validez limitada del permiso, resultado del envejecimiento de la población conductora y el mayor control de estos establecimientos por parte de la Jefatura Provincial de la DGT.

Las restricciones más habituales

Las restricciones más habituales que se dictan en Ourense son la limitación del periodo máximo de renovación —los mayores de 80 suelen hacerlo cada año, así como toda persona con una medicación o patología que necesite una revisión más frecuente–, un radio de acción que establece los kilómetros máximos a los que el conductor se puede alejar de su domicilio, la limitación de la conducción solo a horas diurnas, la exclusión de circular por autovía o autopista, el establecimiento de una velocidad máxima —exige llevar visible el límite en la parte trasera del vehículo—, la prohibición de cualquier consumo de alcohol, o la obligación de circular con acompañante.

El envejecimiento es un factor de riesgo a la hora de perder habilidades para conducir. Durante 2024, la DGT decretó en Ourense 123 pérdidas de vigencia del permiso a conductores por una merma de capacidades psicofísicas, incluyendo en la cifra las medidas cautelares y las definitivas. Una parte procede de comunicaciones del Instituto Nacional de la Seguridad Social por incapacidades laborales de conductores profesionales. Otras obedecen a intervenciones que lleva a cabo la autoridad policial —fundamentalmente, la Guardia Civil de Tráfico— tras observar en carretera, después de una infracción, un siniestro o una circulación errática, que el conductor puede sufrir una merma grave en su destreza y capacidad.

Dos guardias civiles de Tráfico durante un control en Ourense.

Dos guardias civiles de Tráfico durante un control en Ourense. / IÑAKI OSORIO

«En estos casos, tras la detección del vehículo entrevistamos al conductor y vemos sus condiciones. Si detectamos alguna señal grave, más allá de un mero despiste, como pérdida de reflejos, falta de entendimiento, comprensión o coordinación, elevamos una propuesta a la Jefatura Provincial de Tráfico, que en base al Reglamento General de Conductores puede decretar la pérdida de vigencia o adaptar el permiso con alguna restricción», expone el capitán de la Guardia Civil Javier Barja, el jefe del Subsector de Tráfico en la provincia de Ourense.

Son frecuentes las entradas en sentido contrario en autovías y autopistas, pero la mayoría se deben a despistes que los conductores corrigen rápidamente, a tiempo, antes de que se produzca un accidente, que por el tipo de vía —velocidad e intensidad de tráfico— puede tener consecuencias fatales.

En una enfermedad cognitiva importante, los allegados son siempre los primeros que se da cuenta, así que la vigilancia de la familia es fundamental

Javier Barja

— Capitán, jefe del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Ourense

Las autoridades instan a los familiares a permanecer vigilantes y comunicar a la Jefatura Provincial de Tráfico la situación de cualquier allegado que, tras una pérdida de capacidades, como por la aparición de una demencia, ya no está en condiciones de seguir conduciendo. Esa información no se comunica al afectado. La DGT toma una decisión atendiendo a los informes médicos sobre la persona.

«La visión más clara sobre el estado de alguien siempre la tiene la familia. En una enfermedad cognitiva importante, los allegados son siempre los primeros que se da cuenta, así que la vigilancia de la familia es fundamental. Por desgracia, estas enfermedades nunca van a menos, sino a más», recuerda el capitán.

Barja aconseja a los parientes de personas con déficit cognitivo grave que no dejen a su alcance las llaves de un vehículo, aunque lleven tiempo sin conducir. En Ourense ya ha habido algún caso de personas con demencia que se marcharon de casa circulando con el coche, lo que supone un riesgo vial importante.

El coche da libertad y autonomía. En una provincia dispersa como Ourense, favorece la interacción social y la independencia de los mayores, sobre todo si residen o tienen fincas o vivienda en el rural. Por eso, si la pérdida de capacidad no es grave, la primera opción es limitar el permiso, no retirarlo.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents