«Las víctimas de violencia de género vienen muy rotas y necesitan cercanía»

La cabo ourensana Cristina Rodríguez Diz, reconocida por la Delegación del Gobierno por su labor de apoyo a las mujeres que sufren violencia machista

La cabo primero Cristina Rodríguez Diz, en la Comandancia de la Guardia Civil de Ourense.

La cabo primero Cristina Rodríguez Diz, en la Comandancia de la Guardia Civil de Ourense. / IÑAKI OSORIO

Javier Fraiz

Javier Fraiz

La cabo primero Cristina Rodríguez Diz (Ourense, 1984) recibió este viernes, en un acto en A Coruña, una de las cinco menciones honoríficas otorgadas por la Delegación del Gobierno en Galicia en los reconocimientos Meninas, con los que la administración estatal destaca la labor de personas y entidades que brillan por su compromiso en la erradicación de la violencia de género, el apoyo a las víctimas y la lucha por la igualdad.

La agente, hija de guardia civil, forma parte del equipo de Viogén del instituto armado en Celanova, uno de los cuatro en la especialidad que el cuerpo tiene en Ourense, además de la Policía Judicial. Tras haber pasado por distintas áreas de seguridad ciudadana desde que, en 2005, salió del colegio de guardias jóvenes —Tarragona, Huesca, Puebla de Sanabria, Mercado del Puente, Castro Caldelas, Calvos de Randín y Lobeira han sido sus destinos en su carrera en el cuerpo—, Diz ejerce en el equipo Viogén de Celanova desde enero de 2022.

«A nivel personal y profesional, es un honor recibir un premio. Trabajamos con mucha ilusión, pero siempre gusta que te reconozcan por tu trabajo». Lidera un grupo de trabajo de cuatro personas, ella y tres guardias civiles, dos en Xinzo, Diz y otro en Celanova.

"Siempre compensa denunciar, denunciar es la primera salida"

«En la violencia de género no hay perfil. Ni de clases sociales, ni edad, ni estatus, ni nacionalidades. Puede pasarnos a cualquiera. En el rural antes podía estar más estigmatizado denunciar, pero se ha superado, ya no pasa. Por parte de las instituciones hay muchas ayudas: económicas, sociales y psicológicas. Hay mucha visibilidad, se apoya a las personas vulnerables para que puedan salir del entorno del agresor con el que viven. Siempre compensa denunciar, denunciar es la primera salida», resalta.

El sistema de protección de víctimas de la violencia machista incluye a 560 mujeres de Ourense en la actualidad, el dato más alto de la serie histórica. «Para mí significa que el sistema funciona. Antes había tanta violencia de género o más, pero hoy hay más denuncias porque aumentan la visibilidad, la concienciación y la prevención», destaca Cristina Rodríguez, que pone en valor el trabajo que llevan a cabo los centros municipales de información a la mujer, los CIMM.

Desde que se recibe la denuncia de la víctima comienza un proceso en el que la Guardia Civil está al lado. «Empieza un seguimiento que a veces dura años. Tenemos mucha relación y cercanía con las víctimas. Las acompañamos al juzgado, al CIMM y en todo su proceso, como por ejemplo el día del juicio».

Cristina Rodríguez lidera el equipo Viogén de Celanova.

Cristina Rodríguez lidera el equipo Viogén de Celanova. / IÑAKI OSORIO

En la demarcación del equipo de Viogén de Celanova, Cristina y sus compañeros velan por unas 70 mujeres. «El número se ha duplicado desde 2022. Una decena de víctimas tiene riesgo medio y el resto, entre bajo y no apreciado», concreta. «La creación de los equipos de Viogén facilitó la relación de cercanía, que las víctimas necesitan. Les aporta mucha confianza».

"Estamos a tiempo con los niños"

«Tenemos un contacto telefónico y personal, muy de tú a tú». Diz defiende que, para ejercer como agente en el ámbito de la violencia de género, son necesarias varias cualidades. «Hay que ser muy humano y tener mucha sensibilidad. Las víctimas casi siempre vienen a nosotras muy rotas. Es muy importante evitar la doble victimización, así como tener una disponibilidad especial. Este no es un trabajo de 7 a 15 horas, siempre estamos pendientes», resalta la cabo primero.

Desde su experiencia, a nivel social ve fundamental proseguir en la labor «educacional», desde la base, «tanto en las casas como en los colegios. Es un tema que tiene que empezar desde pequeños, para que se interiorice. Estamos a tiempo con los niños».

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents