La falta de citas y el atasco burocrático abocan a migrantes a pedir ayudas y a trabajar en ‘B’
La Policía investiga a grupos criminales que acaparan las reservas con bots informáticos y cobran 500 euros por asignar un hueco
«Cada vez es más difícil regularizar la situación porque conseguir una cita es una lotería»

Numerosos venezolanos residentes en Galicia disfrutaron ayer en Ourense de la feria de la Chinita. / ALAN PÉREZ

Unos 46.000 residentes en la provincia —el 15% de la población— nacieron en otros países. La llegada de extranjeros ha evitado que la crisis demográfica se agrave. Ourense gana población gracias a los migrantes. Pero muchos se encuentran, al llegar, con una situación alejada del ideal.
La falta de citas en la Policía para emprender los trámites de regularización, así como el atasco y las esperas de meses e incluso un año por la cantidad de solicitudes, impiden a los nuevos ourensanos legalizar su situación.
«Nadie quiere estar fuera del sistema»
«Cada vez es más difícil, porque conseguir cita es una lotería, y sin obtener el NIE [siglas del Número de Identidad de Extranjero], no puedes alquilar una casa, ni abrir una cuenta bancaria, ni siquiera dar de alta una línea telefónica. Es decir, no puedes ser independiente. Si los trámites se retrasan te ves abocado a trabajar en ‘B’ o ser una carga para los servicios sociales y las ONG que prestan ayuda. La burocracia no permite explotar nuestros recursos y capacidades. Trabajar y contribuir es la mejor forma de integrarse. Nadie quiere estar fuera del sistema».
Calculamos que en la provincia de Ourense hay unos 16.000 o 17.000 venezolanos en la actualidad
Son las palabras de Lorenzo González, de la asociación de venezolanos Alma Llanera. El colectivo conforma la comunidad nacida en otro país más numerosa en Ourense. Según el Instituto Nacional de Estadística, hay unos 8.500 residentes en la provincia nacidos en ese país. Pero la realidad multiplica ese dato.
«El censo no tiene en cuenta a los venezolanos en una situación irregular, ni a los que, como es mi caso, contamos con doble nacionalidad. Calculamos que en la provincia de Ourense hay unos 16.000 o 17.000 venezolanos en la actualidad», apunta Lorenzo. En 2023, ese fue el país con más personas que lograron adquirir la nacionalidad española —280 casos—, por delante de República Dominicana —99—, Cuba —84— y Colombia —55—.
Tienen nacionalidad extranjera más de 23.150 residentes en la provincia, cuya cifra de población a fecha del pasado 1 de octubre alcanza las 304.899 personas. En ese grupo, de nuevo son los venezolanos los que representan el porcentaje mayor. Solo en el tercer trimestre de este año, migraron desde Venezuela a Ourense 360 personas con nacionalidad de aquel país, por delante incluso de españoles retornados —300— y también de colombianos —210—.
Se están dando citas para mediados de 2025, e incluso principios de 2026. ¿Cómo vas a estar esperando un año para poder obtener el NIE?
«Las llegadas no paran», afirma Lorenzo. El incremento de venezolanos afincados en Ourense es constante en los últimos años. Atendiendo a la estadística del INE —sin incluir, por tanto, a ese grupo en situación irregular que no figura en los datos oficiales—, la presencia de residentes en Ourense nacidos en Venezuela ha pasado de los 4.500 del año 2017 a los más de 8.500 al cierre de 2023. Desde 2020, cuando el registro de venezolanos en Ourense era de 6.900, el aumento supera el 22%.
En la oficina que Alma Llanera tiene en Ourense atienden a unas 300 personas al mes, incluyendo a venezolanos migrantes, a familiares así como a gallegos retornados. «Hoy en día, es mucho más complicado que antes salir de Venezuela, porque muchas conexiones aéreas, con países que no reconocen la victoria de Maduro, fueron cerradas por la dictadura», explica González. Superado esa primera dificultad, la burocracia con la que se enfrentan al llegar desde el país es uno de los grandes quebraderos de cabeza.

Venezolanos reunidos en Ourense, este domingo, para celebrar la feria de la Chinita. / ALAN PÉREZ
«Conseguir cita es cuestión de suerte»
«En la comisaría de Ourense, antes solo se podía pedir cita por teléfono para el último jueves de cada mes. Había unas 30 o 35. Creemos que, a causa de nuestras protestas, habilitaron una web, pero hay muchos días que no está operativa, como si se encontrase fuera de servicio. Conseguir cita es cuestión de suerte», resume el representante de Alma Llanera, que ha mantenido contactos con partidos y sindicatos policiales para intentar encontrar una solución.
Porque la situación actual genera un «cuello de botella». Desde el colectivo venezolano consideran que hace falta más personal administrativo en la oficina policial. El retraso burocrático no es materia exclusiva de Ourense. «En otras comisarías de Galicia se están dando citas para mediados de 2025, e incluso principios de 2026. ¿Cómo vas a estar esperando un año para poder obtener el NIE?», se pregunta Lorenzo, estupefacto.

Colas en las dependencias de expedición de documentos de la comisaría provincial de Policía. / I. OSORIO
La Policía Nacional ha detectado grupos criminales que jaquean el sistema de citas a través de bots informáticos, acaparando en escaso tiempo los huecos disponibles. Después mercadean con esa reserva en grupos de Telegram. Por un precio de 500 euros asignan la cita a nombre de la persona interesada. En la comisaría provincial hay una investigación en marcha para dar con el autor o autores.
El SUP urge cambios legales
Desde el principal sindicato policial de la comisaría, el SUP, coinciden en que son necesarios más medios personales, pero ponen el foco en la necesidad de un cambio legislativo. «Se está utilizando el asilo como una herramienta para permanecer en el país en situación de alegalidad, pero hay casos que no entran dentro de los supuestos del derecho de asilo. Se está saturando el sistema y perjudicando a personas que sí lo necesitan. Es una situación anómala. Haría falta un tratamiento más ágil», expresa Roberto González, el máximo responsable en Galicia del SUP.
«Desde que la persona pasa la entrevista han de transcurrir seis meses para que pueda trabajar. No tiene sentido porque mientras tanto está en una situación precaria», añade el sindicalista. «Es necesario que el Gobierno regule de forma ágil, asuma esa responsabilidad y aclare las circunstancias».

Una familia venezolana disfruta de la fiesta de la Chinita. / ALAN PÉREZ
La fiesta de la Chinita
La fuerza de la emigración quedó patente ayer en Ourense. Numerosos venezolanos de toda Galicia celebraron, en el campo de la feria, la fiesta de la Chinita. Un evento que marca, para la comunidad, el inicio del periodo navideño.

Platos y productos típicos de Venezuela en la feria de la Chinita. / ALAN PÉREZ
Las previsiones hablaban de 3.000 personas, llegadas de Galicia y de zonas próximas, como Portugal y Castilla. Es una fiesta que solo se celebra, a gran escala, en Ourense y Madrid. El Concello colabora. Hubo actividades para niños, zumba, elección de reina, puestos y una comida popular con productos típicos. Todo amenizado por actuaciones musicales.
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