Ensayo policial en un simulacro por amenaza de ántrax en un Ayuntamiento

La Comandancia de la Guardia Civil de Ourense cuenta con 22 agentes formados para dar una respuesta rápida ante un suceso con riesgo tóxico: «La primera contención es clave»

En el simulacro se entrenó la evacuación de una persona herida, con medidas de protección y descontaminación.

En el simulacro se entrenó la evacuación de una persona herida, con medidas de protección y descontaminación. / ALAN PÉREZ

Javier Fraiz

Javier Fraiz

La amenaza no era real pero la actuación de los agentes fue sistemática, sujeta al protocolo de actuación prevista para dar una primera respuesta rápida a un suceso que entraña peligro químico, biológico, radiológico o nuclear. En la Comandancia de la Guardia Civil de Ourense se han formado durante esta semana una veintena de agentes de toda Galicia, en el nivel básico de esta materia. Veintidós efectivos componen una nueva unidad provincial que tiene entre sus competencias de seguridad ciudadana dar una respuesta inicial a sucesos que representen un riesgo por la posible presencia de un agente tóxico. En el pabellón del cuartel de Santa Mariña recrearon el escenario de intervención de los agentes ante un caso de posible amenaza por ántrax —puede causar la muerte si se inhala— en una casa de un Concello.

El lugar simulado del ayuntamiento. |  Alan Pérez

El lugar simulado del ayuntamiento. / ALAN PÉREZ

El entrenamiento, impartido por efectivos de la unidad central UCO NRBQ comandados por el teniente Ángel Sánchez Nieto, partía del supuesto de que en la sede de un Ayuntamiento de la provincia habían recibido unas cartas con amenazas de muerte y unos polvos blancos sospechosos.

«La Guardia Civil se enfrenta a muchas amenazas, debemos dar respuesta»

José Benito Fernández

— Comandante, jefe de operaciones de la Guardia Civil en Ourense

Los guardias, protegidos con equipos ignífugos, dotados de filtros contra agentes biológicos, radiactivos y químicos, evacuaron a una persona herida —en realidad, un maniquí—, pasaron por la estación de descontaminación, se aseguraron de que ninguna persona abandonaba el edificio confinado, ni entraba en el perímetro acordonado, y también practicaron otras posibles situaciones reales, como la evacuación de un compañero que sufre un desmayo por el calor y sudoración que causa el traje EPI.

El punto de descontaminación. |  Alan Pérez

El punto de descontaminación. / ALAN PÉREZ

«La primera respuesta es muy importante, la contención inicial es clave. Lo primero que se hace es acordonar la zona, evitando que nadie entre o salga», explica el teniente Nieto. La UCO NRBQ realiza formaciones de agentes en Comandancias de toda España. El grupo de Ourense se encargará de la primera respuesta ante estos sucesos, en los que el enemigo, el tóxico, a veces es invisible pero muy peligroso. El GRS de Pontevedra, más especializado en la materia, e incluso la unidad central, de ser preciso, actuarían con posterioridad si el hecho lo requiere. Pero esa primera barrera de protección estaría garantizada.

El traje EPI y diversas capas de guantes para protegerse durante la intervención.

El traje EPI y diversas capas de guantes para protegerse durante la intervención. / ALAN PÉREZ

Camiones con químicos

«Cualquier incidencia con químicos se puede producir en cualquier momento, como por ejemplo en un transporte por carretera de mercancías químicas peligrosas», recuerda el sargento Manel Otero, al frente de la unidad para este tipo de casos en la Guardia Civil de Ourense. Los veintidós integrantes componen la USECIC, que se ocupa de actuaciones complejas de seguridad ciudadana, operativos en vía pública, apoyos en detenciones de personas peligrosas así como en entradas y registros, materias en las que continúan formándose estas semanas. «La Guardia Civil se enfrenta a muchas amenazas, debemos dar respuesta», resume el comandante José Benito Fernández, jefe de operaciones del cuerpo en la provincia.

Tracking Pixel Contents