Medio millar de viticultores de la Ribeira Sacra no tuvieron bodega a la que vender la uva

El SLG se concentró este domingo coincidiendo con el retiro de la Xunta para reclamar ayudas

REDACCIÓN

El Sindicato Labrego Galego (SLG) se concentró este domingo en Sober, ante el hotel en el que el gobierno de la Xunta celebró un retiro de trabajo, para lanzar un “SOS por la viticultura de la Ribeira Sacra”. Denuncian que las medidas aprobadas por el ejecutivo autonómico son “insuficientes” y reclaman ayudas para garantizar la continuidad de esta actividad.

Así se lo han trasladado por carta al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, después de que este abandonase el hotel “por la puerta de atrás”, reprochan los manifestantes, sin atender las demandas de los viticultores.

El Sindicato Labrego Galego denuncia que la vendimia está llegando a su fin en el territorio amparado por esta D.O, que se extiende entre Lugo y Ourense, “y unos 500 viticultores no tuvieron bodega que les recogiera la uva, por lo que se vieron en la obligación de vender a precios muy bajos a particulares o elaborar vino para autoconsumo”. Si no se actúa de inmediato, apuntan, “el entorno productivo y paisajístico de la Ribeira Sacra, y el futuro de las personas que habitan este territorio estará “gravemente comprometido”.

El sindicato agrario advierte de que la destilación en crisis “llega tarde y no soluciona el problema de los depósitos llenos”. Sostienen que las ayudas para el mantenimiento del paisaje “no van a servir para las personas que malvendieron las uvas o para las que las dejaron sin vendimiar”, de ahí que reclamen ayudas por kilo de uva sin recoger.

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