Dejan sin dinero a un cura fingiendo necesidad y simulando ser prostitutas que no querían abortar

Se aprovecharon de la caridad y de la buena fe de un sacerdote al que llegaron a estafar presuntamente cerca de 80.000 euros, con excusas sobre una supuesta situación de necesidad con las que consiguieron que el religioso, que era párroco en O Barco de Valdeorras, les fuese entregando diversas cantidades de dinero. Los sospechosos son un joven matrimonio de Rumanía, nacidos en 1997 y 1998, y sin antecedentes penales. La Fiscalía solicita una condena de cuatro años y medio de prisión, una multa de 1.800 euros así como la devolución con intereses del dinero defraudado.

La víctima falleció en 2022, años después de los hechos. Un heredero está personado en la causa. El juicio estaba previsto en un principio para ayer, en el Penal 1 de Ourense, pero una incompatibilidad de agenda de uno de los abogados –tenía una rueda de reconocimiento y una vista en Barcelona– obligó a aplazar la sesión, que se retrasa al 19 de febrero de 2025.

Los encausados, en libertad por estos hechos, empezaron a vivir en 2017 en la localidad de O Barco de Valdeorras. La Fiscalía considera que el matrimonio se puso de acuerdo y trazó un plan para “enriquecerse injustamente”, aprovechándose de las ganas de ayudar al prójimo y a las personas desfavorecidas que profesaba el sacerdote. Los acusados se fueron ganando su confianza. Empezaron a pedirle dinero con reiteración y él accedió.

Le dijeron que sufrían amenazas de criminales

Según el ministerio público, los sospechosos empleaban diversas excusas falsas con las que dar pena al religioso para que los ayudara. Le pidieron dinero fingiendo que lo necesitaban para pagar el alquiler de su vivienda, comprar comida, sufragar gastos médicos propios o de familiares cercanos, así como otros relacionados de supuestos accidentes de tráfico. Según el relato de los hechos que hace la acusación, los encausados también dijeron al cura que sufrían amenazas de grupos criminales.

No dejaron de inventar excusas, añade la Fiscalía en su escrito de calificación. Hasta el extremo de crear identidades falsas de dos prostitutas desde teléfonos de su titularidad. El objetivo era continuar con el engaño que sufrió el cura, abusando de su buena voluntad. Aparentando ser prostitutas, presuntamente pidieron más dinero al religioso, bajo el pretexto de que tenían carencias básicas o necesitaban dinero para no abortar.

El matrimonio de presuntos estafadores alegaban que su intención y su voluntad era devolver el dinero al religioso una vez consiguieran vender una vivienda que supuestamente tenían en Rumanía. La Fiscalía considera que el propósito de los encausados con esta versión era “generar tranquilidad” en él para que siguiera dándoles dinero.

Entre el 29 de noviembre de 2017 y el 28 del mismo mes en 2019, consiguieron que el cura les hiciera –bien directamente, o bien por medio de terceros, al haber superado el máximo permitido en transferencias– un total de treinta transferencias de dinero por banco o Correos, más quince entregas por Western Union a los acusados o a familiares directos. En total, con estas operaciones, los encausados se apoderaron de 44.819,5 euros.

Después de tantas entregas el cura se quedó sin dinero en efectivo, pero las peticiones de los acusados seguían siendo constantes. El párroco acudió a un amigo, que llegó a prestarle 34.300 euros. El religioso entregó ese dinero en mano al matrimonio, afirma la Fiscalía. La indemnización a la que se enfrenta el matrimonio acusado alcanza los 79.119,5 euros –más intereses legales–, la cantidad total que consiguieron tras las reiteradas peticiones al religioso, sostiene el ministerio público en su escrito.