Cuando la ausencia está presente: un centenar de denuncias en un año por desapariciones

Diez casos siguen activos en la provincia de Ourense | Casi la mitad de estos sucesos cesa con la localización del afectado antes de tres días, pero en ocasiones pasan años sin noticias

Los buzos especializados de la Guardia Civil, los GEAS, participaron en la búsqueda de una octogenaria en O Carballiño.

Los buzos especializados de la Guardia Civil, los GEAS, participaron en la búsqueda de una octogenaria en O Carballiño. / GC

Javier Fraiz

Javier Fraiz

Ourense

La desaparición de una persona supone un gran impacto emocional para el entorno familiar y social. Según datos del Ministerio del Interior de ámbito nacional, más del 48% de las denuncias terminan con una localización en los tres primeros días, y más del 67% de los hallazgos se dan en el transcurso de una semana. En otras ocasiones, en cambio, no hay noticias durante meses e incluso años.

Cuando se denuncia una ausencia, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado ponen en marcha diligencias de investigación, para rastrear los últimos pasos y averiguar el paradero. Cuando la pista se pierde en algún lugar del territorio, se activan operativos de búsqueda. En estos dispositivos colaboran agentes de distintas unidades, con especialistas, profesionales de emergencias –como Protección Civil, GES y bomberos–, además de familiares y vecinos. Se emplean recursos técnicos, como drones o perros adiestrados en la localización de personas. Cuando la búsqueda implica el medio acuático también se despliegan embarcaciones y acuden buzos.

Bomberos durante el rastreo del río Arenteiro, en el operativo de búsqueda de la octogenaria de Arcos.

Bomberos durante el rastreo del río Arenteiro, en el operativo de búsqueda de la octogenaria de Arcos. / FDV

En el ámbito rural, la dispersión de las localidades, la vegetación y la orografía son factores que complican los operativos. El tiempo atmosférico, en especial el frío en estas épocas del año, juegan en contra, por el efecto para la salud que implica pasar horas a la intemperie. En territorios con un elevado índice de envejecimiento, como es el caso de Ourense, algunos casos están asociados a pérdida de facultades físicas o cognitivas que la edad ha agravado.

“Las repercusiones más graves de este fenómeno las sufren, por un lado, las personas que desaparecen, y por otro, los familiares y allegados, quienes también se exponen a un impacto psicológico, social y económico derivado de la ausencia y el desconocimiento del paradero de su ser querido”

La última ausencia de la que se ha tenido noticias es la de Concepción V. S., una mujer de casi 80 años de Arcos (O Carballiño), que permanece desaparecida desde primera hora de la tarde del sábado, cuando salió de paseo. Durante el rastreo en el entorno y en las aguas del río Arenteiro se han encontrado un paraguas, una chaqueta y su bastón. Tras varias jornadas de batida, aún se desconoce su paradero.

La desaparición de personas sin una causa aparente “es una problemática que genera gran alarma social”, indica el último informe publicado por el Centro Nacional de Desaparecidos. “Las repercusiones más graves de este fenómeno las sufren, por un lado, las personas que desaparecen, y por otro, los familiares y allegados, quienes también se exponen a un impacto psicológico, social y económico derivado de la ausencia y el desconocimiento del paradero de su ser querido”, subraya este organismo.

Siete de las desapariciones sin resolver eran de menores

Según sus estadísticas, durante 2022 se denunciaron 101 desapariciones de personas en Ourense. La denuncia cesó con la localización en la gran mayoría de los casos: 54 de varones y 37 de mujeres. Diez ausencias –cuatro varones y seis mujeres– seguían activos al cierre de 2022. Siete de estas desapariciones sin resolver eran de menores.

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