Agentes de la Guardia Civil de Tráfico de Verín, que realizaban una inspección del transporte en la autovía A-52, cerca de Verín, durante la madrugada del domingo al lunes, descubrieron que un conductor utilizaba en el tacógrafo digital una tarjeta que no se correspondía con su identidad, sino que era la de otra persona, el dueño de la empresa, cuya sede está en Vigo.

Al no quedar registrados sus tiempos de conducción y descanso, podía aumentar sus horas. La Guardia Civil también investiga al empresario titular de la tarjeta, como presunto cooperador necesario en la consumación del delito de falsedad.

“Este fraude, que afecta directamente a la seguridad vial, provoca un notable agotamiento en los conductores”, advierte Tráfico. Hace un mes, detectó un caso similar: un conductor utilizaba la tarjeta de otro de la misma empresa.