Un acuerdo de conformidad deja sin efecto la condena de 3 meses de prisión impuesta a un hombre de 58 años, autor de un delito de maltrato animal. La pena se suspende con la condición de que no delinca en los próximos dos años, y además pague la responsabilidad civil, 393 euros que se detraerán de los 1.500 que depositó como fianza (el resto le será devuelto).
La sentencia es definitiva, debido a que el encausado reconoce los hechos y acepta que la causa se resuelva en los términos acordados entre las partes (la Fiscalía, la defensa y la protectora de animales de Verín, que ejercía la acusación particular). El delito de este acusado consiste en que no llevó al veterinario a un perro que tenía adoptado y enfermó. El animal contrajo la leishmaniosis y, por culpa de la demora en recibir tratamiento, el animal necesita un colirio de por vida así como ser objeto de análisis cada seis meses.
La resolución del Penal Número 1 de Ourense considera probado que el encausado, del que no constan antecedentes penales, adoptó el 16 de abril de 2019 a un perro llamado Yack, nacido el 22 de marzo de 2014. El hombre realizó un contrato con la protectora de animales de Verín. En una fecha sin determinar, pero en cualquier caso anterior a agosto de 2021, el acusado “de manera injustificada” no llevó al can al veterinario para que el profesional le suministrara el tratamiento necesario para su curación, “sabiendo que el perro había contraído la enfermedad de leishmaniosis”, añade la sentencia en el apartado de hechos probados.
Después de haber sido recuperado por la protectora de animales de Verín, el perro fue atendido finalmente en el veterinario el 21 de agosto de 2021. Presentaba varios síntomas de leishmaniosis, como alopecias generalizadas, infecciones cutáneas, onicogriposis, queratoconjuntivitis, pérdida del borde cutáneo de los párpados, así como anomalías renales.
No podrá tener animales durante 2 años y medio
El animal fue sometido a un tratamiento veterinario y, según recoge la sentencia, “debido a la tardanza del acusado en el tratamiento de la enfermedad”, es necesario suministrar al can un colirio de por vida, así como hacerle análisis cada seis meses. Los tratamientos suministrados originaron unos gastos veterinarios de 393 euros, una cantidad que sufragó la acusación particular. La entidad animalista será resarcida tras la sentencia de conformidad, con la cuantía que se detraerá de la fianza del acusado.
Además de la pena de tres meses de prisión por un delito de maltrato animal –un castigo que no tendrá efectos en la práctica excepto que el encausado vuelva a delinquir antes de dos años–, la sentencia del Penal Número 1 de Ourense añade una inhabilitación especial que prohíbe a este hombre, durante dos años y medio, ejercer cualquier profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales. Tampoco podrá tener animales durante el mismo periodo.