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Madres y opositoras en el hospital: “Ojalá el bebé venga con una plaza bajo el brazo”

Dos enfermeras de Ourense que acaban de dar a luz pudieron hacer el examen en el CHUO y en O Barco, como otras 12 opositoras en el resto de Galicia | “No es fácil, hay que sacar tiempo para estudiar; conciliar es complicado”

Las enfermeras Ana Collazo y Verónica Prada se examinaron de la oposición en los hospitales de Ourense y O Barco. Fotos cedidas

Representan como pocas personas la tenacidad, la organización del tiempo y la dedicación que son imprescindibles para preparar una oposición mientras se concilia con la vida familiar y se aguarda la llegada de un miembro más del hogar. Ellas han afrontado los meses finales de estudio con el embarazo y un parto pocos días antes de tener que examinarse.

Unas 8.700 personas se desplazaron el domingo a Silleda (Pontevedra) para hacer la prueba con la que intentan lograr en propiedad 1.556 plazas de enfermería ofertadas por la Xunta en esta convocatoria. Otras 14 mujeres pudieron hacer el examen en el hospital, tras haber dado a luz en los siete días previos, o por estar a punto de ser madres. Ana y Verónica son dos sanitarias de esta provincia que han vivido la experiencia. Ahora esperan el resultado final.

A Ana Collazo Domínguez, ourensana de 41 años, el nacimiento de Xoel, su tercer hijo, le llegó el miércoles 21 de junio, solo cuatro días antes de la oposición. Le programaron el parto, porque se encontraba en la semana 41 de gestación y, con más de 40 años, a partir de la semana 40 le recomendaban la finalización. El jueves recibió el alta y el domingo regresó al CHUO para hacer la prueba. “Habilitaron una sala en un despacho de admisión, con la presencia del subdirector de Recursos Humanos”, explica.

Al igual que le sucedió a su compañera de O Barco, ninguna de las dos pudo comenzar hasta que en Silleda finalizó la llegada de todos los aspirantes afectados por las retenciones de tráfico en la autopista. “Hasta que la puerta no estuvo cerrada allí, no enviaron el examen”, relata Ana.

Un centenar de opositoras que se desplazaron a Silleda dispusieron de una sala de lactancia en el recinto para poder salir un instante y dar de comer a sus hijos. A las aspirantes que, como Ana y Verónica, se han examinado en el hospital debido a su reciente maternidad también se les ofreció esa posibilidad. Las dos decidieron sacarse leche con anterioridad al inicio de la prueba, delegando la tarea de la alimentación en sus parejas, quienes se encargaron de dar a los bebés la toma.

Verónica Prada Sandez, de 39 años, trajo al mundo a Sergio, su primer hijo, el 17 de junio. Las bases publicadas en el Diario Oficial de Galicia indicaban que las madres que hubieran dado a luz en los siete días previos a la oposición podrían examinarse en el hospital.

Verónica excedía ese plazo por unas pocas horas, pero el Sergas no puso reparos después de que la mujer aportase un informe que hacía necesaria la medida, tras haber tenido un parto natural complicado. “Se pusieron en contacto conmigo, valoraron el caso y me dieron esa posibilidad, así que genial”, agradece.

"La experiencia de hacer la prueba en mi localidad y en solitario elimina parte del estrés que supone hacerlo con muchísima gente y a horas de casa"

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En el hospital de O Barco, Verónica estuvo acompañada durante el examen por la subdirectora del centro, el de referencia sanitaria en la zona de Valdeorras. “La experiencia de hacer la prueba en mi localidad y en solitario elimina parte del estrés que supone hacerlo con muchísima gente y a horas de casa”, opina sobre la diferencia de enfrentarse al proceso junto a miles de personas, como los que acudieron a Silleda. “Fui a varias oposiciones desde 2009 y es un cambio grande estar sola. La experiencia es mejor”, responde Ana, por su parte.

Verónica trabaja en la consulta de planificación familiar del hospital del Bierzo. En abril de 2022 empezó a preparar el examen. “En principio creo que he aprobado, pero para plaza no sé”, baraja. “Ya que no viene con instrucciones, ojalá el bebé venga con una plaza debajo del brazo”, bromea.

"Hacen falta mucha constancia y perseverancia. Sí que es duro"

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El proceso ha resultado exigente para opositoras como Verónica y Ana, que han tenido que exprimir las horas. “No es fácil. Hay que sacar tiempo y poner todo de tu parte. Hacen falta mucha constancia y perseverancia. Sí que es duro”, asegura Prada. “Yo fui al examen sin dormir totalmente, porque el niño duerme de día y por la noche, fiesta”, añade Ana Collazo.

Después de ejercer en Portugal durante un lustro, esta profesional lleva desde 2009 en el CHUO. Su servicio es Medicina Interna, donde trabaja como interina desde hace un año. “Lo complicado para estudiar ha sido la conciliación, porque cuando tienes dos niños ya...”, dice.

Con un examen tan importante cuatro días después de dar a luz, Ana cree que obtendrá “la mejor nota de todas las oposiciones a las que he ido”. Al resultado podrá sumar puntos por su largo tiempo trabajado. Ambas y el resto de las madres opositoras buscan una plaza sin olvidar que en la vida hay logros más importantes, como Sergio y Xoel.

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