Después de años sin funcionar y sin explotar, las centrales eléctricas de Castro Caldelas y Castadón están más cerca de volver a generar energía eléctrica. La Confederación Hidrográfica Miño-Sil licitó y adjudicó un contrato para renovar y poner a funcionar estas dos centrales eléctricas, así como la de Enviande, en Chantada, y también la de El Pelgo, en León, para una “actividad continuada” de las cuatro instalaciones.
El acta de adjudicación determinó que será una Unión Temporal de Empresas, conformada por AIN Active SLU y AIN Active OM SL, las que se encargarán de los trabajos y lo harán en intervalo de tiempo de tres años con una posible prórroga de dos más. Para ellos se dispone una inversión anual de 385.470 euros.
Actuaciones
Subsanar deterioros que se han producido en las centrales eléctricas tras la caducidad de las concesiones; comprobar que dichas instalaciones pueden volver a funcionar con las “debidas garantías y cumpliendo la normativa; y la puesta en marcha para realizar de forma continuada el mantenimiento, conservación y explotación de las cuatro centrales. Esas será la hoja de ruta que deberá cumplir la adjudicataria del contrato para que las centrales eléctricas vuelvan a tener vida. Cada una con sus características y especialidades y con sus volúmenes de producción, pero según se desprenda de la memoria solamente las ourensanas podrían generar más de 2.000 Mw/h al año, según los datos desprendidos de sus últimos años de funcionamiento.
El objetivo es “mantener durante el menor tiempo posible la inactividad” de las centrales y para ello los pliegos de contratación establecen el cronograma de actuaciones que debe cumplir la adjudicataria, así como los criterios que deben regir a la hora de contratación del personal y de puesta a punto de las instalaciones.
Centrales ourensanas
La central de Castadón se encuentra situada sobre el río Loña, en el municipio de Pereiro de Aguiar, y hace años que está inactiva. Las características del aprovechamiento indican que es la que mayor energía puede generar con una producción anual estimada de 2.140 MWh/año, tras las estimaciones de su producción en los últimos años. Sin duda un atractivo para la transición ecológica, pero también para la recuperación de infraestructuras que quedaron obsoletas por la caducidad de las concesiones y que la naturaleza se apoderaba de ellas.
En ella se llevarán a cabo desbroces de vegetación (pidiendo permiso a la Xunta de Galicia), limpieza del canal y las rejas de protección, revisión y puesta a punto de las instalaciones y de la cámara de carga, entre otras. Además la adjudicataria deberá redactar un programa de mantenimiento y de explotación de la central que tendrán que ser, finalmente aprobados por la Confederación Hidrográfica Miño Sil.
Para el correcto funcionamiento sin que se puedan generar incidencias, se instalará un sistema de intrusión y cámaras de videovigilancia para la seguridad de la central, incluyendo dos cámaras, videograbador, cuatro detectores volumétricos, módulo de comunicación, teclado táctil y central de alarmas, con aviso a móviles o a una central de control de alarmas a distancia.
La de Castro Caldelas está situada sobre el río Edo y tiene una producción media anual de 10,92 GWh, según las estimaciones realizadas. Las actuaciones establecidas son similares, pero atendiendo a las cuestiones específicas y características particulares de las mismas. La adecuación del territorio y de las instalaciones será la primera fase donde se despejará de maleza las instalaciones y también la toma y línea de evacuación de energía ya que en un primer análisis se necesita “despejar el vuelo”. También se procederá a la limpieza del canal y de las rejas ya que hay restos de materia orgánica y también se limpiarán las instalaciones electromecánicas, engrasándolas posteriormente y realizando pruebas de su correcto funcionamiento.
Estas instalaciones, según estudio y analizó la CHMS, no tiene graves deficiencias pero necesitan de “actuaciones concretas” para la puesta en marcha de la central. Al igual que en la de Castadón, será el adjudicatario el que deberá elaborar un plan de explotación y será finalmente el organismo instrumental estatal el que aprobará dicho instrumento jurídico.
Como medidas de seguridad, también se instalarán los mismos dispositivos que los Castadón.
Insuficiencia y brotes verdes
La CHMS motivó la contratación por la insuficiencia de medios disponibles para llevar a cabo todas las actuaciones que se estipulan en la contratación. Se cumplen los últimos pasos del procedimiento y la UTE adjudicataria y la CHMS tendrán que formaliza la contratación de servicio.
Los primeros brotes verdes en cuanto a las dos centrales ourensanas se esperan en los nueve primeros meses del contrato donde tendrán que estar listas las instalaciones eléctricas para su funcionamiento tras las limpiezas oportunas y la reparación de averías, en su casa, y también la iniciación de la gestión de explotación de la energía eléctrica.