22 de junio. Esa será la fecha en la que el Comité de Memoria Histórica de Celanova entregará a las familias de Abelardo y Marcelino sus restos para por fin cerrar heridas. Con este acto se pondrá fin al proyecto iniciado hace un año en la fosa del cementerio de Celanova donde se databa de la muerte de 7 personas asturianas fusiladas en septiembre de 1939, donde dos de ellos fueron Abelardo Suárez y Marcelino Fernández. Tras más de un año de documentación histórica por parte del propio Comité y el Histagra, de excavaviones arqueológicas a cargo de Tempos Arqueólogos, de la investigación antropológica por el Instituto de Medicina Legal en Verín y el análisis genético por parte del Luis Concheiro de la USC, las familias por fin podrán dar descanso a su memoria recibiendo los huesos de sus familiares. El evento tendrá lugar en el salón de plenos de Celanova donde se celebrá un cita “íntima” a petición de las familias. Representantes del gobierno municipal, de la Delegación del Gobierno, así como los equipos que formaron parte de todo el proceso, se citarán ese día para celebrar la memoria democrática y que las familias, por fin, puedan enterrar los restos donde lo decidan. Además del acto, el Comité de Memoria Histórica de Celanova está pendiente de la declaración de “lugar de memoria” para dotar al lugar donde aparecieron estos 7 cuerpos fusilados de un tributo para recordar a todos aquellos que murieron represaliados en el cementerio municipal por ser del bando republicano. Este es el primer caso de exhumación completemante “exitoso” en Galicia, dentro del programa de memoria democrática 21-24, donde se pudo identificar a los fusilados y encontrar a las familias. Todavían quedan 5 cuerpos sin identificar genéticamente, pero Alfonso Moreno Gayo; Baldomero Vigil Escalera; Belarmino Álvarez; Guillermo de Diego Álvarez; y Mariano Blanco González.
