La brutal paliza sufrida por un joven en la madrugada del viernes en la Praza do Ferro, en el casco histórico de Ourense, a manos, supuestamente de un grupo de personas cubiertos con capuchas –le propinaron fuertes contusiones y heridas abiertas a causa del uso de puños americanos y cadenas, entre otros objetos–, ha aumentado la preocupación de comerciantes y, sobre todo, de los vecinos de la zona, que piden más vigilancia policial e, incluso, cámaras de vigilancia.
La fuerte agresión, que causó importantes heridas de distinta consideración a la víctima, podría estar relacionada según las primeras versiones por personas de ideologías contrarias a la de las víctima, camarero en un local de la ciudad, y que exhibiría tatuajes o símbolos supuestamente de extrema derecha. Sin embargo fuentes policiales consultadas no han querido confirmar ni desmentir ese supuesto.
La víctima fue agredida cuando caminaba con otros amigos por Praza do Ferro,. Antes de la llegada de la Policía Local los agresores ya se habían dispersado por calles adyacentes. Los propios agentes pidieron ayuda para trasladar al herido al Pac de urgencias para que fuera atendió de las numerosas contusiones sufridas.
Fuentes policiales creen que el tipo de armas utilizadas es propio más bien de algún tipo de bandas de otros países, por lo que no está claro de si se trata de una agresión relacionada con la supuesta ideología de la víctima.
Empresarios de locales de ocio de nocturno de Corregidor y Praza das Merced señalaban ayer que habían comentado en grupos de hosteleros y no conocen al joven agredido como trabajador de la hostelería en esa zona. En todo caso creen que la vigilancia nocturna es suficiente y son hechos aislados. “En la Plaza de Corregidor hay presencia habitual de policías por la noche y creo que los clientes están protegidos” indica un portavoz del local del mimo nombre”. ·.
Sin embargo los vecinos no opinan lo mismo. “Claro que estamos preocupados. Esto va a más y es peligroso no solo para los jóvenes, algunos menores que van de marcha en la zona del casco histórico, sino para los vecinos que salen o regresan a sus casas a esas horas” indican desde asociación de vecinos O Cimborrio.
En un reciente encuentro de estos portavoces vecinales, con representantes de la fuerzas de seguridad , solicitaron dos peticiones urgentes. Una de ellas que pongan policías de paisano en los días y horas más conflictivos en la zona histórica.
“De este modo al no ser detectados como agentes, pueden controlar más fácilmente cualquier tipo de ataque o actuación ilegal” indican. Además O Cimborrio pidió la instalación de cámaras de vigilancia en la zona histórica, “no solo porque son imprescindibles para controlar el acceso de tráfico, que es continuo en esta zona peatonal, sino porque se identificaría a posibles agresores” indican.
Si bien los hosteleros creen que es un hecho aislado, otros propietarios de comercios en el entorno de rúas dos viños, y sobre todo rúa da Paz, San Miguel y aledaños afirman que están preocupados pues esos excesos que se producen durante la madrugada, a menudo por exceso de consumo de drogas y/o alcohol, repercuten en actos vandálicos contra sus establecimientos.
