Los deberes del nuevo gobierno: PXOM, servicios municipales caducados y termalismo en la UCI

Quienes gobiernen el Concello de Ourense desde el 17 de junio se enfrentan a decenas de temas pendientes | El PERI del casco histórico, la renovación del transporte, limpieza u ordenanzas acumulan lustros de retraso

Piscina termal de As Burgas cerradas desde marzo de 2020.  | // F. CASANOVA

Piscina termal de As Burgas cerradas desde marzo de 2020. | // F. CASANOVA / M.J.A.

M.J.A.

A partir del 17 de junio, fecha de constitución del nuevo gobierno local en el Concello de Ourense, el equipo saliente tendrá que hacer frente a una larga lista de proyectos urgentes. Asignaturas pendientes en algún caso desde hace 8 años y más. La primera y de más difícil costura será el PXOM, anulado desde hace 12 años, y el más difícil de sacar adelante, al no avistarse mayorías por los intereses dispersos del aún alcalde, Gonzalo Pérez Jácome –y todo apunta a que de nuevo regidor municipal en minoría–, y la de los otros dos grupos mayoritarios, el PP y el PSOE.

Contenedores y servicio de limpieza sin renovar.  | // F. CASANOVA

Vivienda apuntalada en el casco histórico aún sin PERI. | // F. CASANOVA / M.J.A.

La lista de temas sin resolver es prácticamente la misma que en 2019, cuando se firmó el fracasado bipartito PP-DO con Jácome como alcalde. En el debe y haber pesan sin ejecutar, algunos más costoso (y suculentos, según se mire), servicios municipales, que continúan caducados, desde hace en algún caso 7 años como la renovación del contrato de transporte urbano.

La piscina termal de As Burgas, cerrada desde marzo de 2020.  | // FERNANDO CASANOVA

Contenedores y servicio de limpieza sin renovar. | // FERNANDO CASANOVA / M.J.A.

Le siguen el de Limpieza, otro “caramelo” económico para la futura concesionaria, que caducó en 2015, se le concedió otra prórroga en 2020, de nuevo en precario. El contrato de la gestión del agua y alcantarillado, el plan semafórico con las mil veces prometida instalación del sistema de control del tráfico en el casco histórico por cámaras, la nueva gestión de la ORA que trabaja también en precario. A eso se sumarían los nuevos contenedores sin instalar o la precaria situación del casco antiguo, decrépito, y con plan específico sin aprobar.

Muchos millones en juego

Solo en 2020, el servicio de limpieza y recogida de residuos supuso un gasto de casi 12 millones de euros para el Concello, pero está caducado desde 2015, se hizo una ampliación de la adjudicación que venció hace casi tres años.

Es uno de los servicios más delicados y en los que se mueven más recursos, con contratos a diez años. Inicialmente durante el bipartito había empezado a gestionarlo la renovación el PP, pero tras romper el acuerdo de gobierno con el partido de Jácome, se desconoce el estado de esos complejos pliegos, para un concurso muy disputado por empresas foráneas y gallegas.

El transporte urbano es otro mal endémico, caducado también desde mayo de 2015. Solo se aprobó la compra de nuevos buses con cargo al Concello, algo discutido por la oposición, pero sigue sin adjudicarse el servicio a otra nueva concesionaria. Otro servicio de coste millonario, que supone más de 7 millones euros al año, y ha supuesto sanciones millonarias, que la empresa exigió al Concello, en los juzgados, por una subida en costes de explotación tras estos años en precario, que no incluía el contrato inicial.

Desde 2015, y durante este último mandato de 2019 a 2023 presidido por Gonzalo Pérez Jácome, tampoco se ha podido avanzar en otros dos servicios que habían prometido varios ediles de Tráfico como “inmediatos”, como la renovación del servicio de zona azul, ORA, que ronda los 1,4 millones de euros anuales, de y la grúa. También está caducado el servicio de mantenimiento semafórico que supera los 700.000 euros anuales.

Sigue sin adjudicar otro de los más costosos servicios desde hace 5 años. Se trata del de saneamiento y abastecimiento que supera los 5 millones de euros anuales.

Un servicio que, al margen de la necesaria renovación de contratos, precisa una millonaria renovación de la red de abastecimiento, de acuerdo al estudio sobre el estado de la red, encargado por el actual gobierno municipal. Queda buscar futuro a un termalismo que no ha dado un solo paso en los últimos 8 años, al margen del incendio de su emblema, las termas de A Chavasqueira, aun sin reconstruir.

La gestión de la Plaza de Abastos de A Ponte, de la que ha dado un adelanto en plena campaña el alcalde, sobre tres empresas interesadas en su gestión, acumula años cerrada. Las cafeterías de Pozas de Maimón, Finca Méndez o Posío sin adjudicar. La lista heredada en parte por el actual alcalde y que no resolvió exigirá dialogo y sensatez para que Ourense salga del hoyo.

El plan de urbanismo, la ‘patata caliente’

Esa la gran asignatura pendiente del nuevo Gobierno. Lo lleva siendo desde que se anuló el PXOM de 2003 hace 12 años y la ciudad quedó en vacío urbanístico y legal, que ha hecho escapar de esta plaza, a decenas de inversores y, con ellos muchos millones de euros. Pero el PXOM será la “patata caliente” si no hay mayoría, porque, si ya había ciertas diferencias entre ese plan de 2003 que dejó el PP, anuló la justicia, y el que había dejado elaborado el del PSOE, con edificabilidades muy diferentes en algunos polígonos, el empecinamiento de Jácome con su “no” a las torres Copasa, y la imposición de cambios de su autoría que impuso a la anterior edil del PP, puede parar otra vez el plan.

El adelanto de las generales podría “salvar” a Baltar y, por carambola, a Jácome

Hablar de los deberes del nuevo gobierno que entre en el Concello es fácil. Se trata de los proyectos prometidos y enquistados desde hace años en la ciudad. Decir quién los va a gestionar es más complejo. Desde 2019 Concello y Diputación son un dos por uno, que negocian mano a mano el actual alcalde y Manuel Baltar. 

Esta vez a Jácome podría volver a sonreírle la suerte porque, al presidente de la Diputación en minoría, podría haberlo salvado por ahora de la sucesión el propio Pedro Sánchez, al convocar  elecciones en julio, lo que hacen imprescindible, para todos los “pepés”, el de Rueda y el de Feijóo, no sacar de la Diputación al que ha sido su recolector de votos y al que precisan para sumar concellos y conquistar la presidencia del Gobierno. En ese 2x1 de Baltar y Jácome, a este último le basta votarse a si mismo en la Diputación, para que Baltar gobierne por mayoría simple. En el Concello PP, PSOE y BNG también darán la Alcaldía a Jácome, si no llegan a un acuerdo. 

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