Los regidores sin oposición, con un Concello monocolor

Quintela de Leirado y Beariz, con ediles del PP, y Verea, del BNG, son los tres municipios ourensanos con solo un partido en el gobierno

Desde la izquierda, Manuel Prado (Beariz), José Antonio (Quintela) y José Antonio (Verea)

Desde la izquierda, Manuel Prado (Beariz), José Antonio (Quintela) y José Antonio (Verea)

Quintela de Leirado, Beariz y Verea. Estos son los tres concellos ourensanos que no tendrán oposición en sus corporaciones municipales. Los dos primeros con grupos municipales completamente de color azul oscuro del PP y el tercero con un claro acento nacionalista. José Antonio y Manuel Prado, los alcaldes populares, llevan más de 40 años en el cargo y José Antonio Pérez Valado, del BNG, vive una situación “histórica”, ya que nunca se vio un gobierno monocolor en Verea. Destacan todos que es “una mayor responsabilidad que te elijan de esta forma”.

“Tenemos que ser más responsables todavía con estos resultados”, dice José Antonio Pérez Cortés que logró siete ediles de los siete posibles en Quintela de Leirado repitiendo los resultados de las pasadas municipales. De los poco más de 600 vecinos que tiene le municipio, 315 le votaron para que repitiera como alcalde una legislatura más. El regidor popular, que lleva 47 años en el cargo, dice que “hay que seguir trabajando por los vecinos aunque no haya oposición, los plenos se convocan igual, las comisiones de gobierno también y hay que seguir trabajando cada día por todos los vecinos”.

  • José Antonio (Verea)

Ayer, ya ejerció como alcalde reelegido visitando las brigadas que limpian diferentes poblaciones de su localidad y dice que “consensuamos las cosas internamente, hay reuniones y cada uno es reivindicativo con lo suyo, pero después de más de cuatro décadas de alcalde y algún concelleiro que lleva 25 años conmigo, somos como una familia”.

Señala que “lo importante son los vecinos” y ya piensa en una retirada diciendo que “yo debería haberme ido ya, pero el partido me dijo que me quedara y así lo hice. Sin embargo, parece que está llegando el momento de descansar, tocará hacer relevo cuando se pueda”.

Color nacionalista

Verea tiene 944 vecinos y 614 eligieron apoyar la gestión del BNG al frente del gobierno durante los últimos cuatro años, a pesar de que lo hacía con el apoyo del PSOE. Un socialismo que desaparece de la corporación de Verea al igual que hace el PP. “Nunca se vio nada igual en el Concello de Verea, al menos desde que yo estoy”, dice el reelegido alcalde, José Antonio Pérez Valado, que consiguió siete ediles de los siete que tiene la corporación municipal.

  • José Antonio (Quintela)

El nacionalista dice que “lo veo como un reconocimiento por el trabajo hecho por el equipo de gobierno y es una responsabilidad de mayor. Porque si antes no podíamos defraudar a una parte del electorado, ahora mucho menos a casi todos los electores. Sentimos esa ‘buena’ presión por seguir gobernando para todos ellos”.

Tras 20 años en la oposición, en 2019 mediante un pacto de gobierno con el PSOE llegó a la Alcaldía de Verea y agradece a su socio de gobierno en el pasado mandato la “complicidad y el compromiso”.

Nunca tuvo problemas con la oposición y siempre “intentamos entendernos por el bien de Verea, los plenos eran amenos y sin conflictos”.

  • Manuel Prado (Beariz)

De los más de 900 vecinos de que hay en Beariz, 452 eligieron a Manuel Prado (PP), de nuevo como alcalde, en una corporación municipal en la que también hay 7 ediles y el color que monopoliza el concello es el del PP. El popular comenta que “lógicamente el respaldo del electorado es incontestable, es fruto del trabajo de cuatro años. La campaña se hace a lo largo de cuatro años, y revalidar el Concello o no, depende de ese aprobado que te den los vecinos”. Y añade que “es algo que se viene repitiendo en los últimos años, apostamos por un concello abierto, que está a disposición de los vecinos, independientemente del color político”.

Él también lleva cuatro décadas al frente de la Alcaldía de Beariz y recuerda que en las primeras elecciones de 1982 sacaron cinco de siete, desde 1987 hasta 2011 gobernaron sin oposición y fue ese año cuando consiguieron un escaño, el mismo que en 2015. Pero desde las últimas municipales de 2019 continúan siendo un gobierno monocromático azul oscuro.

Sobre si es más liviana la gestión sin oposición, dice que “ya manifestamos en varias ocasiones que tener un reparto así permite dedicar todos los esfuerzos y el tiempo a la gestión municipal que al final es lo más importante, el día a día de los vecinos”. Manuel se jubiló de la docencia hace cuatro años para dedicarse por completo a la familia y a la política y por el momento “no me planteo nada, lo que me planteo es cumplir el programa electoral para los próximos cuatro años y estar al frente de un concello que cumpla con los vecinos, como viene siendo habitual”.

En su hoja de ruta, tiene pilares esenciales como las infraestructuras, el empleo, la cultura, el deportes, la política social. Destaca la ejecución de un cementerio municipal, ya que “los cementerios religiosos están el 99%” y también la puesta en marcha de un parque empresarial para generar “atractivo económico y demográfico”, junto con talleres de empleo para fomentar la formación y la inserción laboral.

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