Ourense registra menos paro, más afiliaciones y más exportaciones pese a tres años de crisis

Tras el COVID y el escenario inflacionista, la provincia cuenta con 800 empresas menos, reduce en 930 el número de autónomos y aumenta un 6% el gasto en los hogares | La CEO: “Tenemos luces y sombras”

La recuperación social abarrota las plazas de Ourense durante los fines de semana y más con la llegada del calor primaveral. |   // IÑAKI OSORIO

La recuperación social abarrota las plazas de Ourense durante los fines de semana y más con la llegada del calor primaveral. | // IÑAKI OSORIO / A.G.Tesouro

Hace tres años que la vida social se encerró en casas y las empresas pararon las máquinas para protegerse de un virus global. Tres años de crisis en los que la salud económica adelgazó, pero que se recuperó paulatinamente. ¿Cómo está Ourense después de tres años de crisis sanitaria por el coronavirus y de crisis inflacionista por la invasión rusa en Ucrania? Pues depende.

El escenario económico dibuja una balanza con luces y sombras en los parámetros socioeconómicos en la comparativa del año 2019 y el último ejercicio cerrado que es el del año pasado.

Luces

Desde una perspectiva positiva se puede destacar que después de tres años de crisis el desempleo baja considerablemente en la provincia de Ourense, pasando de los 18.359 del año 2019, a los 16.294 del pasado año. Son más de 2.000 desempleados menos en la provincia. Un dato a priori positivo, pero que encierra otros aspectos negativos como el éxodo juvenil o la fuga de talento hacia otros países.

También en materia de empleo, las afiliaciones a la Seguridad Social aumentaron en más de 700, pasando de las 102.535 a las 103.309. Un indicativo de que las medidas en empleo están funcionando y también se visibiliza en el número de contratos indefinidos que se firman anualmente que se incrementaron en más de 59.700. En el 2019 el acumulado era de 7.982 y en 2022, después de la aprobación de la reforma laboral, pasaron a ser 67.723. En este sentido, la medida adoptada por el Gobierno de Sánchez hizo que los temporales en Ourense se redujeran en más de 31.600, registrándose 75.542 en el 2019 a los 43.855 el pasado año.

Desde el punto de vista empresarial también hay luces con un volumen de exportaciones que suma 1.226 millones de euros, en el último año. Un hito en el volumen de exportaciones, que sin duda viene condicionado por el aumento de los costes de producción y la repercusión de este en el precio final. También el número de importaciones crece en la provincia de Ourense pasando de los 591,3 de 2019 a los 663,9 del pasado año.

Sombras

La balanza también tiene contrapesos fuertes que hacen desequilibrarla por momentos. La letanía demográfica de la provincia de Ourense supone un hándicap para estos datos socioeconómicos y en tres años el censo disminuyó en 2.818 personas, registrando ahora 303.660 habitantes en la provincia.

A la sangría demográfica se le une también un problema intrínseco que es la desaparición paulatina de los trabajadores por cuenta propia en la provincia que registran mínimos históricos. Si hace tres años eran 23.530, en la actualidad hay 22.597 y las previsiones es que continúen bajando cinco cada día en la provincia. Otro indicador de una salud económica favorable es el número de sociedades y ahí la provincia de Ourense suma otro problema después de tres años. Las estadísticas indican que se han disuelto casi 1.000 empresas, pasando de las 23.530 en el 2019 a las 23.373. Una vez superada la vigencia de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), los datos muestran que el tejido empresarial se reduce en la provincia.

Como también disminuye la capacidad económica de los hogares que ven como los sueldos no igualan la subida del IPC anual. En el 2019, el indicador de los precios de consumo estaba en un 0,9% y en la actualidad después de llegar al 9% en la provincia de Ourense, cerró el pasado año en un 6%. El gasto en los hogares aumenta con el consiguiente perjuicio de tirar de los ahorros para sufragar el sobrecoste de las necesidades básicas.

¿Cómo está Ourense?

La Confederación Empresarial de Ourense (CEO) analiza que “sin duda no estamos viviendo la salida de la pandemia que todos esperábamos o deseábamos, pues a continuación nos vimos inmersos en otros problemas, tanto o más trágicos que la propia pandemia, como una guerra que ya es demasiado larga y que amenaza continuamente con desestabilizar la paz mundial”.

Sobre la gran desaparición de empresas señalan que “las pymes y personas autónomas ven como recae en ellos una presión fiscal que a duras penas pueden resistir. Muchas firmas han sobrevivido a una pandemia, pero otras no. Y ahora se enfrentan a un escenario con más gasto en todo: en cotizaciones, salarios, materias primas, energía, carburantes... desembolsos que están provocando el cese de actividad en muchas empresas que no pueden sostener por mucho más tiempo estos costes”.

Reclaman medidas en el ámbito económico y laboral como contener los precios, el coste de la energía o la presión fiscal, además de infraestructuras pendientes para ser, todavía más, competitivos. Califican el estado económico de la provincia como “luces y sombras” y reivindican más medidas y propuestas para Ourense.

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Desde el mayor parque empresarial de Galicia, el del Polígono San Cibrao explican que tras la pandemia se experimentó un repunte en su salud económica, pero que con la llegada de la invasión rusa en Ucrania y la crisis inflacionista se produjo una meseta en dicha recuperación económica. En cuanto a cifras, arguyen que “las crisis prácticamente no afectaron al polígono en número de empresas. Las que cerraron o se disolvieron, la mayor parte de ellas que fueron muy pocas, fueron por jubilación y falta de relevo generacional. El Polígono San Cibrao resiste a ese efecto de las crisis, manteniendo su presencia y fortaleza empresarial”.

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