La alta afluencia en Navidad y Entroido deja las cuentas del sector hostelero en positivo
Tras dos ediciones con restricciones, los profesionales de la restauración ven revitalizada su facturación | Desde Verín y Ourense destacan las citas multitudinarias y la repercusión que suponen las fiestas sin COVID

Un grupo de clientes tomando unos vinos en el Bar Orellas, situado en pleno casco histórico, ayer al mediodía. // IÑAKI OSORIO / Edith Filgueira
Edith Filgueira
La percepción de un entroido con gran afluencia de personas en las calles de la capital ourensana se traduce en un balance del mes de febrero muy positivo, según diferentes hosteleros consultados. Los años anteriores de pandemia se notó especialmente la falta de público en esta celebración –tradicionalmente potente en distintas partes de la provincia–, pero parece que todo ha vuelto, por fin, a la antigua normalidad.
Para muchos autónomos del sector de la hostelería el carnaval ha supuesto, del mismo modo que lo hizo la época navideña, un cierre de cuentas mensual algo más relajado. Tal es el caso de José Manuel Iglesias, que regenta el Bar Orellas, ubicado en la rúa da Paz –frente al Teatro Principal–. “Este año hubo mucha gente, no cabe duda de eso, pero el entroido son fechas ya de por sí de mucho trabajo. Los años anteriores a la pandemia también había una demanda alta. Aunque creemos que la gente estaba ansiosa por celebrar un carnaval como los de antes”, señala.
En su establecimiento, uno de los clásicos de la ciudad de As Burgas, se ofrece servicio de comida y bebida hasta primera hora de la madrugada. En este sentido, destaca que analizar los resultados obtenidos en comparación con otros años es complicado porque cada negocio es diferente. “Al tener un aforo determinado y no ser un pub o un bar de copas la clientela es más estática. Si se sientan a cenar al final es como otro sábado cualquiera en el que también hay ambiente. Supongo que para otro tipo de locales sí supuso mucho más beneficio”, argumenta el hostelero de amplia trayectoria. “Hay gente que toma un pincho y se va y hay otra que consume y se queda más tiempo ocupando la mesa. Eso hace que las cifras sean relativas”, puntualiza cuando le preguntan si hubo más facturación o menos que en ediciones anteriores.

José Manuel Iglesias, con una ración de orejas. / INAKI OSORIO
Con todo, subraya que sí percibieron en el bar más clientes que otros carnavales y otras fechas destacadas en el calendario como Navidad. “Se notó mucho que la gente tenía ganas de reunirse con los amigos y volver a disfrutar el entroido como antes del COVID. Y al final nos hace equilibrar las cuentas de un mes sin mucho movimiento en los últimos años”, añade.
En el Bar Sol –a escasos metros de distancia del anterior y en la misma calle– también califican como “muy bueno” el balance dejado por la afluencia de personas que salieron a celebrar el carnaval en la capital.
Un carnaval “excepcional”
Este entroido fue “excepcional”, según sostiene Ovidio Fernández –presidente de la Federación Provincial de Hostelería de Ourense–, por varias razones.
La primera es que los que siempre celebraban estas fiestas lo hicieron con más ganas tras dos años con restricciones en los que aun había algo de miedo. La segunda, que la nueva conexión ferroviaria que reduce el trayecto con respecto a Madrid hizo que muchos se animasen a probar por primera vez.
“Hubo una concurrencia muy importante gracias a que el tren tarda menos. Esto también provocó que, al no encontrarse alojamiento en la zona que se quería por estar todo lleno, los visitantes se decantaran por otras opciones menos habituales pero próximas a sus puntos de interés”, advierte.
Pese a la breve duración del entroido –en comparación con los meses que abarca la época estival– desde la entidad empresarial califican como de “éxito” el entroido. También destacan la larga labor que se lleva haciendo durante años en ferias de turismo nacionales e internacionales para formentar el denominado como ‘triángulo máxico’ y todo lo que lo envuelve. “En esta edición es cierto que muchos más municipios de los tradicionales se han sumado a la celebración y en todos han valorado positivamente la iniciativa”, afirma sobre unos días que insuflan aire al sector en una estación –el invierno– que suele implicar menos movimiento.
El buen tiempo empujó a celebrar los carnavales en toda la provincia
Otro de los factores que jugó a favor del entroido fue el buen tiempo con temperaturas diurnas altas para la época –que en ocasiones llegaron a los 20 grados en algunos puntos de la provincia–. Por lo menos esta es la sensación que tienen en el Bar Oasis de Verín, ubicado en la rúa das Flores. “El año pasado hubo mucha gente que no salió. Aun se respiraba cierto miedo o respeto al virus. Pero este ya había ganas de entroido. Además el buen tiempo ayudo muchísimo. Que no lloviese ni hiciese el frío de otros carnavales influyó”, cuentan los que trabajaron esos días.
Señalan que el consumo fue más regular a lo largo del día porque las temperaturas invitaban a ocupar las terrazas. Pero recuerdan que las noches de celebración siempre implican mañanas menos ajetreadas, por lo que en algunos casos el entroido no supuso una mayor facturación. “Quizás atiendes más por la tarde y por la noche, pero das menos desayunos, como es lógico”, sopesan.
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